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EL LIBRO DE ARIEL ÁVILA Y LEÓN VALENCIA: HEREDEROS DEL MAL

los demonidos

 La radiografía de los demonios que se tomaron el poder político y gubernamental con sus aliados a sangre y fuego.

 

Jorge Consuegra

Bogotá D.C.

Produce escozor leer el libro al ver tantas «casas» y «clanes» que por nada del mundo quieren dejar un lado el poder. Este libro devela a los capos, a los «mandameses», a los dueños del poder, a quienes, a pesar de estar señalados, siguen tan campantes como si nada ocurriera.

– ¿Cuándo pensó usted, con León Valencia, en hacer un libro como Herederos del mal. Clanes, mafias y mermelada (Ediciones B)?

– León Valencia y yo hemos tenido un recorrido profesional de varios años, inicialmente en la Corporación Nuevo Arco Iris, y ahora en la Fundación Paz y Reconciliación, en total 7 años de trabajo conjunto. En dicho trabajo colectivo se ha logrado realizar una importante investigación sobre los vínculos entre estructuras políticas, ya sea del orden nacional, departamental o municipal, con organizaciones criminales, producto de dicho proceso surgieron libros como los de la «Parapolítica», Y refundaron la patria editado por Claudia López o el de Democracias en venta. Sin embargo, recientemente diferentes investigaciones nos mostraban cambios en la forma como se relacionaban estructuras políticas y organizaciones criminales, y sobre todo era notorio que cada vez más se utilizaban recursos públicos para limitar la competencia electoral en diferentes regiones del país. Producto de estos cambios que comenzábamos a notar, surgió la idea de hacer el libro sobre Herederos del mal.

– ¿Cuál fue la primera idea que tuvieron en la mano para empezar a desarrollar el libro?

– Más que una idea fue una gran conclusión derivada de una serie de investigaciones. La conclusión podría resumirse en que en varios municipios y regiones del país encontramos lo que se denominan autoritarismos sub nacionales, es decir, enclaves autoritarios donde una estructura política controla los diferentes factores de distribución del poder, estructura que en muchos casos mantiene relaciones  con un aparato criminal.

Estos enclaves, son producto de al menos tres situaciones. 1. El diseño institucional del país a nivel local está estructurado para que el Estado funcione de forma mafiosa. Básicamente cualquier candidato a alcaldía o gobernación en las regiones del país, debe empeñar su administración a un padrino político y un financiador el cual puede ser legal o ilegal, una vez posesionado busca obtener mayoría en el cuerpo colegiado, ya sea Concejo municipal o asamblea departamental. Estos cuerpos colegiados son los que eligen los órganos de control como personerías y contralorías y si a esto le sumamos una procuraduría politizada, significa que los órganos de control son cooptados fácilmente. 2. A nivel nacional los recursos de las campañas políticas se manejan en efectivo, es decir, el control sobre la procedencia de estos recursos es bastante complejo de hacer, sumado a la inoperancia del sistema electoral colombiano se tiene como conclusión que son pocos los candidatos que pueden competir con un ritmo de gasto desbordante, a no ser que opten por empeñar sus campañas a terceros, los cuales en muchos casos son agentes ilegales. 3. Los altos niveles de impunidad hacen que las estructuras políticas dominantes no tengan problema a la hora de limitar la competencia política.

– ¿Cuál es el objetivo del libro?

– Básicamente, entregar a la ciudadanía información confiable, argumentada y sustentada, para que se informe cuáles son los y las congresistas que tendrán, en los próximos 4 años, la labor fundamental de legislar en materia de postconflicto, de aprobar y discutir reformas tan importantes como la tributaría, la reforma a la salud, entre otras. En últimas entregar información que sirva a la hora de tomar la decisión sobre a qué candidato o candidata darle el voto.

– ¿Es un amplio texto destinado exclusivamente a politólogos o para toda clase de lectores?

– El texto se escribió de forma sencilla, accesible a cualquier persona que quiera informarse sobre el tipo de congresistas que actualmente tiene el país.

– ¿Cómo fue el proceso de recolección de datos para el libro?

– La investigación se desarrolló entre octubre de 2013 y mayo de 2014, se priorizaron 10 departamentos del país, los cuales habían quedado en color rojo después de las elecciones locales de 2011, ya sea porque un número importante de alcaldías de dicho departamento o la gobernación misma, había quedado en manos de la alianza entre organización criminales y estructuras políticas. Si bien, habría sido interesante investigar todos los departamentos los recursos financieros no alcanzaron. En cada departamento se contó con un equipo de investigación, el cual siempre se mantuvo en confidencialidad debido a los riesgos que genera un tipo de investigación de esta.

La recolección de datos fue de tipo cualitativa y cuantitativa, desde concentración y dominio de votaciones hasta entrevistas a líderes políticos, miembros de organizaciones criminales en las cárceles entre otras.

– ¿El Congreso 2014-2018 está definitivamente inundado de «casas» y «clanes»?

– Los datos son sencillamente aterradores. Voy a dar dos ejemplos. Primero, el departamento de Bolívar. Allí antes de las elecciones del marzo de 2014, las cuatro principales casas políticas tenían a sus jefes en prisión o condenados. Vicente Blel quien estaba condenado por parapolítica, Piedad Zuccardi llamada  ajuicio por vínculos con paramilitares. Javier Cáceres igualmente vinculado por relación con grupos paramilitares y Enilce López o La Gata procesada por vínculos con grupos paramilitares y lavado de activos. Este panorama debía traer una renovación de la clase política en dicho departamento, pero eso no sucedió, ganaron mayoritariamente los hijos de estos político NadyaBlel y Andrés Felipe García Zuccardi lograron votaciones por encima de los 50 mil sufragios. La explicación es sencilla, estas familias siguen controlando el poder burocrático y de contratación en el departamento y su red clientelar es bastante fuerte.

Segundo ejemplo, Colombia es un país con más de 45 millones de habitantes y en un congreso que cuenta con 100 senadores de circunscripción nacional, en la actualidad hay 7 familiares. Tres de la familia Guerra de Sucre, la cual además cuenta con el gobernador de dicho departamento. Los dos Hermanos Galán, que suman más de 100 mil votos. Y la tía y sobrino de la familia García Romero, Teresita García y Andrés Felipe García.  Si a estos se le suma el caso de Mauricio Aguilar uno de los senadores más votados del país y que tiene a su hermano como gobernador del departamento de Santander entre otros casos, se llega a la conclusión que no más de 50 familias gobiernan un país de 45 millones de habitantes. Eso estaría bien para el Principado de Mónaco pero no para una nación como la colombiana. Este ejemplo muestra los problemas de democracia local con los cuales cuenta el país.

– ¿El caso de Yahir Acuña es un caso excepcional por su partido Cien por Ciento Colombia?

– El caso de Yair Acuña es el mejor ejemplo de la forma mafiosa cómo funciona el Estado. Acuña pasó de ser un hombre cercano a Mancuso, luego a Álvaro García, después a la Gata y ahora después de la caída en desgracias de sus socios es el amo y señor del departamento. Maneja el 80% de las alcaldías, controla entidades del orden nacional y sobre todo ha logrado establecer una red de relaciones que lo han sacado limpio de todas las investigaciones. Aunque es un caso increíble de acumulación de poder político no es un caso excepcional en el país.

– ¿Qué otros clanes y casas no quieren soltar el poder cueste lo que cueste?

– Son bastantes casos, pero destaco cuatro de ellos. Los García Romero en el departamento de Bolívar, Los Gnneco en el departamento del Cesar, los cuales crearon al mejor estilo paramilitar distritos electorales para controlar las diferentes cámaras. El Clan liderado por Dilian Francisca Toro que ha logrado acumular un poder increíble en el Valle del Cauca y  la casa de los Aguilar en Santander.

– ¿Cuáles son los departamentos o regiones que menos incidencia estos clanes?

– Cundinamarca, Boyacá y Bogotá esta última con distrito capital.

«La herencia de la parapolítica» es uno de los más importantes capítulos de su libro…¿Hasta cuándo la sombra de este fenómeno, sus protagonistas y resultados, además de su futuro?

– El tema de la política es el siguiente. Si bien las altas cortes, principalmente la Corte Suprema de Justicia, condenó e investigó los principales jefes de las casas políticas, su estructura de alcaldes, gobernadores, concejales y diputados salió impune. Es como si hubiera existido un arreglo entre la justicia y la casa política, donde a cambio de condenar a uno de los jefes lo demás era legalizado.

Estas estructuras legalizadas son las que continúan gobernando los departamentos y alcaldía donde fue fuerte el paramilitarismo, donde la oposición no tiene alternativa de ganar y donde sencillamente se vive un autoritarismo local.

– ¿Es complicado hacer un libro como este a cuatro manos -con León Valencia- y tener un resultado tan positivo en los lectores?

– Escribir a cuatro manos siempre será un reto, no es una tarea sencilla, pero en la medida que nosotros dirigimos toda la investigación fueron surgiendo los análisis y a medida que se avanzaba en la misma las conclusiones fueron apareciendo. De tal forma que  a la hora de escribir no hubo un reto tan grande como lo esperaba.

– ¿Cómo ha sido la respuesta de quienes son miembros de los clanes y las casas? o ¿En «En este pueblo no hay ladrones» como decía García Márquez?

– Como lo escribió Marx parafraseando a Hegel: «La historia se repite como si dijéramos dos veces, la primera vez se vive como tragedia y la segunda como comedia». Siempre la receta es la misma amenazas de carros bomba, llamadas telefónicas, emisarios amenazando  con demandas u ofreciendo plata a cambio de rectificar.

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Ariel F. Ávila, y  León Valencia, publican el libro Herederos del Mal

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 La población civil es la mayor afectada por la acción criminal y corrupta de los parapolíticos.