POLÍTICA INTERNACIONAL EN DIFICULTADES

Colombia atraviesa una crisis institucional frente a la comunidad internacional, luego de haberse caracterizado por muchos años por ser un país serio y cumplido a cabalidad con los compromisos adquiridos.

Hoy, la situación ha variado a tal punto que los mismos colombianos no sabemos a ciencia cierta para dónde se encamina la política internacional del Gobierno nacional. Un día se anuncia una determinación, y en los siguientes días se hace todo lo contrario.

Las falencias en el cumplimiento de los asuntos  internacionales se inició con el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que determinó entregarle parte de mar Caribe de Colombia a Nicaragua después de asegurar y afirmar hasta la saciedad el Gobierno pasado que se debía acatar y cumplir el respectivo fallo.

Tanto el Gobierno pasado como el actual determinaron aplicar la norma inventada por ellos en el sentido de no aplicar la determinación de la máxima Corte Internacional, para buscar beneficios políticos en el  país.

En consecuencia, la determinación no fue acatada y pronto se conocerán las consecuencias para el país, seguramente cuando ya no estén  en el Gobierno los responsables de esos desaciertos.

En materia de derechos humanos Colombia ha fallado, prueba de ello son las escalofriantes cifras que ningún país del planeta tiene: 6 millones de víctimas, 5 millones de desplazados, cerca de un millón de muertos y 70 000 desaparecidos. Todo ello, según las cifras divulgadas por organizaciones que le hacen  seguimiento al conflicto interno.

Y como si fuera poco, ahora tiene en sus manos la «papa caliente» del exalcalde, Gustavo Petro, destituido por la Procuraduría y el Gobierno nacional. Sin ton ni son, en la audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso del exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, la delegación nacional optó por retirarse.

La delegación colombiana en vez de afrontar el tema sacó un débil argumento de ser partidario de aplazar la audiencia para poder estudiar a fondo la situación que se le plantea desde esa Corte.

La política internacional se vuelve repetitiva de los últimos dos Gobiernos, pues  se desconocen los compromisos adquiridos con la comunidad internacional; y lo más grave es que se está posicionando a Colombia como un país que va en contravía de los organismos internacionales representativos de la justicia en los diferentes campos.

Ojalá no sigan equivocándose nuestros gobernantes, y no nos lleven al desprestigio de ser un país paria frente a los demás habitantes del planeta Tierra.