Las estaciones se han convertido en unos corrales. Las directivas han determinado pasar de agache frente a los problemas que están construyendo una tragedia. Foto Primicia.
Víctor Hugo Lucero Montenegro
Informe Especial
Primicia Diario
El caos en Transmilenio es total: colapsó. El servicio es una clara violación de los derechos humanos de más de dos millones de personas, que se movilizan en los buses articulados en Bogotá.
Definitivamente, Transmilenio colapsó y se encuentra en caos como consecuencia de la perversa administración, y, sobre todo, de actos corruptos, denunciados por los usuarios, concejales, periodistas y organizaciones sociales.
La corrupción es total en un transporte que cuando se inició buscaba contribuir para la solución del problema de la movilidad, pero que hoy se ha convertido en una «bomba de tiempo», que puede ocasionar una tragedia de grandes proporciones.
Las autoridades están totalmente ausentes de soluciones concretas. Es increíble que las directivas de Transmilenio, cuando ocurren las protestas ciudadanas, únicamente buscan la ayuda del Esmad , para que agreda a un sinnúmero de ciudadanos que reclaman, ante todo, la prestación de un servicio decente, teniendo en cuenta las multimillonarias ganancias que deja de utilidad el transporte de buena parte de los bogotanos.
Qué dicen las autoridades de control frente a la firma de un contrato en el que se permitió, según dicen varios concejales consultados, la ampliación de los buses articulados que ya habían cumplido su tiempo de servicio, y que, según el contrato, deberían haber sido chatarreados. .
Sin embargo, siguen los vejestorios buses prestando su deficiente servicio, y ocasionando accidentes, y atentando contra la vida de los usuarios, mientras que las autoridades de control no se pronuncian sobre el contrato de ampliación del uso, que, según dicen algunos ediles, tiene vicios de corrupción.
La paciencia de los usuarios hace rato que llegó al limite por el pésimo servicio de Transmilenio. La empresa se defiende señalando a los maltratados usuarios de terroristas.Foto Internet.
¿Las exageradas ganancias adónde van a parar? ¿Acaso son para los propietarios de las empresas, o como denuncian algunos, tienen que pagar exagerados peajes en la administración para seguir usufructuando buenas entradas por un pésimo servicio?
Es increíble que, a pesar de destinar millonarios recursos en publicidad y divulgación, esta sea totalmente nula. No existe campaña alguna educativa, y mucho menos divulgativa. La respuesta de algunos medios consultados sobre los recursos publicitarios fue: «Que se investigue a qué bolsillo van a parar los recursos económicos del Transmilenio, destinados a publicidad, y por qué a los medios no llega un solo centavo?
El servicio de Transmilenio, según afirman muchos usuarios, pasó de malo a perverso. La encuesta ‘Bogotá cómo vamos’ dice que 71 % de los bogotanos encuestados sostiene que el servicio de Transmilenio ha empeorado.
Colapsó el sistema de Transmilenio. El caos es total.Foto Internet
La inseguridad es aberrante en el sistema Transmilenio. Por ejemplo, ahí un menor, de apenas 12 años, hirió, con arma blanca, a una persona de 30 años al tratar de robarle su celular dentro de un articulado. Las mujeres son irrespetadas y manoseadas.
La administración de Transmilenio anda totalmente alejada de la realidad y se disculpa acusando a los usuarios de «terroristas», según la desafortunada salida de Sergio París, gerente del Sistema. Él acusa a las protestas ciudadanas con tintes políticos. Estas aseveraciones corresponden a una entidad que le quedó grande el transporte en Bogotá, y no sabe cómo justificar su inoperancia, sobre todo, los delitos que comete contra los usuarios, entre ellos la violación flagrante de los derechos humanos.
Los usuarios a pesar de pagar un pasaje caro, reciben a cambio un servicio pésimo.Foto Internet