Opinión

LA NOTA EDITORIAL:EL EMPERADOR DE LOS MARES

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Nairo Quintana es el nuevo emperador de los mares Tirreno y Adriático. Se  ganó ese nuevo título con disciplina y dedicación al duro deporte del ciclismo.

Nairo es un ejemplo de la consagración de un deportista, pues a  su escasa edad es calificado como el mejor ciclista escalador del mundo.

Un muchacho de origen humilde, dedicado de lleno al deporte, constituye un  buen ejemplo para todos los colombianos,  en especial para un país que se hunde en el ambiente  mafioso de la corrupción a todos los niveles.

Los objetivos en el deporte se pueden alcanzar mientras exista disciplina, orden y ganas de superación. Desafortunadamente, como consecuencia de las insanas costumbres impuestas buena parte de nuestros jóvenes se dedica al consumo de estupefacientes y al crimen organizado, pues siguen las enseñanzas de una sociedad que aplaude la obtención del dinero fácil.

Las hazañas a que nos tiene acostumbrados Nairo Quintana son una manera de recapacitar y de buscar la consagración en cualquier disciplina, pensando en sobresalir por esfuerzo propio, sin necesidad de acudir a actividades ilícitas.

Nairo Quintana, es el humilde muchacho que se inició en el ciclismo en su tierra natal, Cómbita, Boyacá, donde para llegar a recibir los primeros conocimientos escolares tenía que realizar una travesía en bicicleta por las montañas de su departamento.

Algún entrenador extranjero, que supo de las capacidades de nuestro campeón, fue hasta Cómbita y quedó asombrado por la facilidad del ciclista en el terreno montañoso; y lo invitó a España para vincularse a un equipo profesional, donde ha sobresalido, y hoy por hoy es uno de los mejores ciclistas del mundo.

Nairo fue un caso especial, pues nunca tuvo el apoyo del Estado colombiano. Por el contrario, fue la empresa privada internacional la que lo acogió, por cuanto la empresa nacional tampoco supo, o no conoció de sus cualidades y capacidades.

Ahora Nairo Quintana reclama para los jóvenes de su departamento y de Colombia ayuda del Estado, para que puedan practicar las distintas disciplinas del deporte; y para que tengan una alternativa diferente a la delincuencia y la drogadicción.

Sin embargo, el Estado es como dice la letra de la canción de Shakira: sordo, mudo y ciego en cuanto tiene que ver con su responsabilidad, en especial para buscar el mejor estar de las nuevas generaciones. «Sálvese quien pueda», parece ser la consigna del Estado y del Gobierno colombiano frente a la juventud.

El triunfo de Nairo Quintana es importante para Colombia, en un momento que se  busca  la paz y la reconciliación entre los colombianos, para acabar una guerra fratricida que solamente ha beneficiado a las mafias y a los grandes capitales.

Es necesario inculcar en los niños y jóvenes, desde nuestras casas, la necesidad de educarnos; y, a la vez, realizar actividades deportivas para que se consagren muchos colombianos; así en el día de mañana también puedan ser nominados como emperadores por su grandeza.

¡Salud a nuestro emperador de los mares: Nairo Quintana!