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NOTA EDITORIAL: ¿JUEGOS NACIONALES?

NOTICAEDITORIAL¿JUEGOS NACIONALES?

Desde el momento en que la mafia  y la  corrupción se tomaron  todas las instituciones del Estado, hasta los Juegos Nacionales son víctimas. Hoy se encuentran moribundos, sin futuro, dejando a su paso frustraciones entre los jóvenes.

La historia se inicia desde cuando el gobierno Uribe, que, en aras de realizar politiquería determina entregarle la sede de los Juegos a tres departamentos: Cauca, Córdoba y Norte de Santander, para que se distribuyan las disciplinas, la inversión que realizaba cada cuatro años el Gobierno nacional.

El modelo implementado fue un fracaso rotundo. Las tres sedes hicieron un remedo de juego, sin la ayuda necesaria del Gobierno. Como los escenarios no estuvieron listos para la fecha de los anteriores juegos, se tuvo que echar mano de otro departamento, que ya los había celebrado, como fue Valle del Cauca, que, sin ser sede, tuvo que realizar diversas competencias, desluciendo a sus vecinos del Cauca, los cuales no tuvieron la infraestructura necesaria.

Antes, un solo departamento era el encargado de realizar los Juegos Nacionales, y el Gobierno central invertía los recursos económicos necesarios para dotarlos de cómodos escenarios deportivos;  era un orgullo. Era un compromiso arduamente disputado por cada una de las regiones.

Ahora, para darle contentillo, se ha distribuido la sede en dos departamentos, buscando congeniarse con las gentes de esas regiones: «Pero una cosa es lo que piensa el burro, y otra, el que lo arrea».

Resulta que las flamantes sedes de los mal llamados «Juegos Nacionales» son: Chocó y Tolima. Ahora  van a  realizar en el 2015,las competencias, ante la falta de obras y recursos económicos. Es decir, los Juegos de este año son un «chorro de babas».

Pero la situación no cambia nada, porque los dos departamentos escogidos, al registrar una delicada crisis en la orfandad de su clase dirigente, no tiene voceros que exijan la realización de los juegos; y lo más importante, los recursos económicos que ellos demandan.

Conociendo, como conocemos, la falta de seriedad del Gobierno, desde ahora nos atrevemos a decir que escenarios como Cali, Medellín y Bogotá serán utilizados para la realización de competencias en diversas disciplinas y de paso «ahorrarse» esos recursos.

Como colombianos con derechos es hora de exigir seriedad en torno a los Juegos Nacionales. El reclamo natural es que se vuelva a la modalidad de cada cuatro años, para  entregarle la sede a un departamento, donde se congreguen todos los deportistas, y, sobre todo, que queden los escenarios deportivos para las gentes de la región que se seleccione.

Esos remedos de juegos de entregar varias sedes están mandados a recoger. La politiquería debe ser erradicada del país, en especial del deporte.

Los niños y jóvenes de Colombia son un importante potencial deportivo a nivel del planeta, es por ello que debemos rescatar la solemnidad y grandeza de unos Juegos Nacionales y erradicar de una vez por todas a los corruptos politiqueros.

El Tolima y el Chocó merecen todo el respeto.