Opinión

UN RASPUTIÍN «ACADÉMICO»

emiro

 

 

 

 

 

 

Fred Emiro Núñez Cruz

Columnista

Un sábado de septiembre de 2012 fui invitado por la Asociación Círculo de Periodistas de El Espinal Tolima a dictar conferencia sobre el tema “Transparencia, Ética y Periodismo”. La hora: 9:00 de la mañana.

A las 2:00 de la tarde, el mismo día, ésta vez en el salón cultural del municipio de Ricaurte Cundinamarca, participé activamente en el foro “Democracia y Paz” con los invitados jurista Luis Carmona Fitzgerald y el académico Fabio Hoyos Navarro, el primero, en su momento magistrado, presidente de la comisión de Ética del Partido Liberal colombiano.

Hacia las 2:45 esa tarde, hizo su sorpresiva aparición un personaje, Carlos Alberto Corrales Medina quien anunció ser aspirante a la rectoría de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca e integrante de la terna para escoger y elegir al dignatario de esa prestigiosa institución educativa del departamento y Colombia.

Se supo que la presencia de Corrales Medina obedecía a la búsqueda de apoyo por parte del recién designado miembro del consejo superior de la UCMC quien se hallaba allí en calidad de expositor central del foro – diplomado.

Personalmente experimenté sorpresa cuando Corrales Medina comenzó a descalificar a sus compañeros de terna para la rectoría, censurable actitud que fue escuchada por los allí presentes.

A quien en mi caso, identificó como comunicador por mi trayectoria profesional en el Círcuito Todelar  de Colombia y Caracol, además de director de la Cadena Super y columnista de varios medios escritos, Corrales Medina ni corto ni perezoso en busca de sus objetivos, habló de la necesidad de tener al lado de la Rectoría de la UCMC una persona idónea, profesional en periodismo; al jurista Carmona Fitzgerald le prometió que en cuanto los cambios a realizar en la Universidad, llegado a la rectoría, articularía la decanatura de la Facultad de Derecho; tácitamente le prometió tan importante cargo docente administrativo a nuestro compañero profesional, una vez fuese elegido por el Consejo Superior Rector de la prestigiosa unidad educativa.

Los colmillos del lobo

Con relación a los diálogos sostenidos con Corrales Medina en Ricaurte, Cundinamarca por esa fecha, procedí de acuerdo a sus instrucciones a entregarle mi hoja de vida con sus respectivos  soportes,; que mi “currículo  vitae” no solo como comunicador, sino administrador logístico también aplicaban para el cargo ofrecido por el futuro rector de la UCMC.

Pero… ¡oh sorpresa ¡ como cualquier político promesero Corrales Medina tiró mi currículo al cuarto de san Alejo. Nunca este elegido Rector cumplió su palabra; ahora hace uso de mi nombre, no para bien, sino para acusaciones contra quien suscribe esta nota; igualmente, denigra del jurista Luis Angel Carmona Fitzgerald, en documento de baja y mezquina intriga, “pidiendo cabezas” de quienes no comulgan con sus políticas oscuras.

Carlos Alberto Corrales Medina afronta hoy una serie de graves acusaciones, ya de dominio público a través de diferentes medios de comunicación. Que, como es su estilo y actitud acude a la utilización de terceras personas para responder por estas denuncias y a buscar solidaridad manipulada de sus subalternos; lo único cierto es que crece el malestar de alumnos en la UCMC. Se les vio protestando públicamente por primera vez en la carrera 7ª con calle 34 Bogotá.

Se aprecia la incomodidad del profesorado por la sistemática persecución desde la Rectoría de la cual es víctima permanente. Es vox populi que la representante de los profesores en el consejo superior de la universidad renunció por el mal trato del cual fue objeto por este directivo.

Conclusión lamentable:

La Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca va de mal en peor, con la política  impuesta por el Rector Carlos Alberto Corrales  Medina, cuota allí de un senador uribista ajeno a la región; también se le acusa de entregar cuotas burocráticas en el complejo administrativo de la UCMC para mantener mayorías decisorias en el ente superior. Fue pública la denuncia que existió en su contra por no cumplir con los requisitos esenciales para ser rector. Otros cargos no menores, pesan sobre Corrales Medina.

Buscando la reelección como rector de la UCMC, este personaje utiliza toda suerte de intrigas. Ha hecho suyo el oscuro principio  antiguo: el fin justifica los medios. Dentro de su estilo arrogante y paranoico, espero que no use instrumentos subterráneos para desvirtuar lo dicho.

Estamos, en realidad, frente a un auténtico Rasputín “académico”.