Actualidad, TOP

CARTA ABIERTA DE UNA DESEMPLEADA

desempleada«Mi situación no lo desvela, soy un número más, una cifra que aumenta o disminuye con el desempleo».

 

 

Karen Cabarcas G 

 

Estaba perdiendo este hábito, se me hacía extraño ya que era lo mejor que sabía hacer. Me pidieron que escribiera un artículo, pero preferí una carta. A estas horas las buenas ideas están en otro lado. Lo importante es poder decir lo que tengo que decir.

Como le dije anteriormente, estaba perdiendo este hábito, eso de no practicar afecta mucho. Quizá lo abandoné por tristeza o dolor. Me dediqué a otras cosas, a buscar empleo por ejemplo. Le comento, soy profesional con especialización, me gradué  hace 11 meses de pregrado y dos de postgrado. Mis posibilidades de conseguir trabajo después de graduada han sido escasas. Algunas empresas alegan que mi perfil es demasiado alto y que no cuentan  con los recursos para cancelarme el sueldo que merezco por ostentar dos títulos. Otras, manifiestan que no tengo suficiente experiencia para incorporarme a su entidad, ya que para tales cargos se requieren como mínimo dos años de experiencia. Como podrá usted leer, ese año que ha transcurrido lo he gastado en buscar  empleo, buscar una oportunidad para empezar.

Mi situación no lo desvela, soy un número más, una cifra que aumenta o disminuye con el desempleo. No se preocupe porque a diferencia mía, usted tiene cierta trayectoria, ha ocupado importantes cargos, ha viajado, tiene relaciones. Pero yo, soy una novata en estas cuestiones del trabajo, no tengo experiencia, ni trayectoria y a decir verdad, mis relaciones no son como la suyas.

Esto de estar desempleada literalmente me ha enfermado. He empezado a cuestionar si haber estudiado la carrera que escogí fue la adecuada, si realmente soy buena profesional. Aunque no lo crea, el rechazo de las empresas, me han puesto a dudar.

Después de varios meses, vuelvo a sentarme en un computador, me disculpa si no me supe expresar. Alguien me dijo un día que nadie tiene la verdad absoluta de si se escribe bonito o feo. En este punto escribo para desahogarme. Con usted he sido sincera.

Esto no es una queja,  es la carta de una desempleada que tiene sueños, metas y anhelos. Carta de una desempleada que solo hasta ahora entiende que la sociedad presiona, juzga y exige. Carta de una desempleada que sabe que tiene que seguir luchando. Carta de una desempleada que está empezando a aferrarse a lo único que considera sabe hacer bien. Carta de una desempleada que está recuperando cierto hábito que creyó perdido, carta de una desempleada que está entiendo que las oportunidades en Colombia son escasas y si sé progresa no es gracias a las «ayudas» que ustedes brindan.