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EL PATRIOTISMO CONSECUENTE

patrotisEducar desde la cuna sobre patriotismo es sentar las bases de la futura heredad. Son los padres los primeros educadores del niño. El concepto «patria” debe inculcarse desde los primeros balbuceos. Son ellos los encargados primarios de moldear su personalidad, con retratos de héroes, con la lectura de narraciones históricas o victoriosas; es la inicial entrada en la formación del hombre nuevo colombiano.

 

 

 

 

 

 

Mayor: Adolfo León Donado Muñoz

Especial

Comandé el cuarto pelotón de la compañía Bolívar y ostenté el honor y privilegio de ser rector del Soldado Bachiller Gerney Ríos González, quien hacia parte de la primera escuadra. Hecho singular, por sus 1.70 cms. de estatura, era séptimo en la formación.

Quedó ordenado en mi mando el martes 7 de enero de 1975 en la Escuela de Infantería del Ejército colombiano, un joven que terminaba su bachillerato con excelentes calificaciones en el Colegio Oficial Instituto Armero, Tolima. Llegaba procedente de la Sexta brigada en Ibagué, a eso de las 7 de la noche. Recuerdo con lucidez meridiana a los comandantes de la Escuela de Infantería por la época: Teniente coronel Valentín Jiménez Carvajal, reemplazando en el mando al teniente coronel Nélson Mejía Henao, fundador a la vez del primer contingente de soldados bachilleres del batallón Miguel Antonio Caro en 1953. Los oficiales de la inolvidable Escuela de Infantería por entonces fueron los mayores Manuel Sanmiguel Buenaventura, Ramón Niebles Uscátegui, Álvaro Germán Castro García; los capitanes Fernando Tapias Staheling, Jorge Enrique Mora Rangel, Alfonso Borrero Mancilla, Álvaro González Joves,   Manuel José Santos Pico comandante de la compañía B, entre otros distinguidos. Entró Gerney Ríos González por sus capacidades intelectuales y físicas a formar parte de la Inspección de Estudios; dirigió entonces el periódico «Ecos del Mac» y a la vez fue designado profesor de geografía y matemáticas para el curso de suboficiales.

Destacó con especial atención que este joven soldado bachiller recibió la comisión de concebir por escrito un mensaje perenne, que dejara huella histórica para futuras generaciones militares y de su mente nació la consigna que sigue:

«En esta obra está plasmada con brillantez y sencillez geniales la nueva concepción de la juventud colombiana: El patriotismo consecuente»

Pedí entonces al soldado Ríos González Gerney explicaciones para entender lo escrito y dijo sin inmediatos titubeos: «verba volan scripta manent» , que es una cita latina tomada de un discurso de Cayo Tito al senado romano y significa «las palabras vuelan, lo escrito queda». Y ahí está materializada en bronce en la Escuela de infantería, desde diciembre 14 de 1975.

Con referencia al patriotismo fue más extenso y entre múltiples razones justificatorias de su argumento al elaborar el mandato, Ríos González se «explayó» en afirmaciones valederas, clásicas, con ejemplos de hazañas del pretérito del mundo y la patria colombiana.

PATRIOTISMO CONSECUENTE

«La persona, que obra conforme a sus teorías-, dijo Ríos González en su exposición-, es consecuente». El patriotismo- continuó-, es el pensamiento que liga al individuo con su patria. Trata del sentimiento que siente el ser humano por su tierra nativa, o aquella que por fuerza de las circunstancias le correspondió habitar, a la cual le debe valores, afectos, historia y cultura. Es orgulloso de pertenecer a la región, familia y país. Cuando es excesivo, el patriotismo recibe nombres y denominaciones despectivas- tales son «chauvinismo, patrioterismo, jingoísmo». Así, el concepto de patriotismo tiene fuertes ligazones con entidades tribales, identidad de grupo y regiones.

Haciendo claridad en la historia, el erudito soldado Ríos González Gerney profundizó sobre el patriotismo consecuente en Indoamérica, esto es, los territorios descubiertos y apropiados por la corona española, que lograron su independencia gracias a los movimientos rebeldes surgidos en las colonias, luego de la invasión de España por Napoleón Bonaparte en 1808, con la prisión de los monarcas Carlos IV y Fernando VII que llevó al trono a su hermano José, «Pepe Botellas».

Hizo mención de la rebelión del pueblo español y el surgimiento de «Juntas» de gobierno, juntas de Regencia, Asamblea Nacional o Corte de Cádiz, integrando así el poder popular, con diputados, incluida América. Ahondo Ríos González en la narración de los acontecimientos registrados en suelo americano, el grito de independencia en Santafé de Bogotá, 1810, las épicas hazañas de los «criollos”; el Ejército Libertador del General Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco de las Américas de Indias, los sacrificios heroicos de Antonio Ricaurte al volar «en átomos” en San Mateo antes que entregar el depósito de armas y pólvora a los enemigos; el drama del Bárbula donde cayó herido de muerte Atanasio Girardot; en fin, ejemplos abundosos del «patriotismo consecuente»

EL SER CONSECUENTE

La fidelidad a las ideas, su desarrollo ético-cultural, el proceso de aplicación en la vida práctica hasta llegar incluso a la entrega de la existencia vital, hacen del individuo el patriota consecuente. Caso contrario, el de aquellos que cambian de opinión frecuentemente. José Ingenieros escribió un tratado moral para describir «el hombre mediocre». Se cuentan por millones aquellos que, hasta el paroxismo, plantean sus pensamientos y cambian de opinión tan fácilmente como cambiar de calcetines. En la politiquería se encuentran a montones estos especímenes. No ocurre lo mismo en sujetos de firmeza moral, cuyas ideas persisten hasta el final de sus días. Los han modelado en la niñez, en la pubertad, en la juventud y son el arsenal mental de sus creencias e imaginación sobre el mundo. Aparece aquí, en la ejecución del pensamiento, el «patriotismo consecuente»-. Según la síntesis didáctica del soldado Ríos González a quien esto escribe. Habló luego de la eficacia y la validez de las ideas para el cambio del mundo en la práctica.

El expositor pasó luego a la ampliación del tema afirmando que son las personas cercanas a nuestro entorno espiritual y emocional las que mejor escuchan el razonamiento. Así, las decisiones tomadas mejoran la vida propia y ajena. Compartir ideas implica además que nos crean, que se nos brinde confianza en el liderazgo ejercido. El ser consecuente no retrocede en su ideario; al contrario, lo aplica con moral y ética en servicio de la comunidad que preside.

El hilo dinámico de Gerney Ríos González se extiende en las explicaciones de «lo consecuente”. Ser fiel a las ideas, es la medida mundial aplicada. Se confía más de las personas consecuentes con sí mismas que de aquellas «variables» en el tiempo; volátiles, cambiantes, indecisas, confusas, sin señales a futuro.

El individuo que produce y pone en práctica su pensamiento es consecuente con lo que hace en beneficio de los demás, sin esperar recompensas. De esta manera «el patriota consecuente» hace, sin retroceder y estará callado frente a la inseguridad de responder a las teorías planteadas inicialmente en su subconsciente. Lo radical está proscrito cuando existen dudas y en caso de errores, aceptarlos humildemente.

HOMBRE Y VALORES

Debe considerarse el patriotismo consecuente relacionado con la formación del hombre del futuro en Colombia. Y por qué no el hombre mundial, completo en sus valores y principios humanos. Tal la sentencia de Gerney Ríos González. Hoy después de tantos años de sus explicaciones, maduras sus ideas, plasmada la consigna del «patriota consecuente», vemos como su dedicación a la educación solidaria para millares de compatriotas, es el norte noble de su vida profesional en Bogotá y múltiples municipios colombianos. Recordamos hoy el contenido de sus explicaciones sobre el «patriotismo consecuente». Nos habló entonces de la justicia, la honradez, la honestidad, responsabilidad, laboriosidad, dignidad, humanismo. Cualidades que se desgajan del gran árbol de los valores morales.

Anotó Ríos González como nacieron y fueron héroes tantos connacionales en la Guerra de Independencia, que bien merecen el título sagrado de patriotas consecuentes. Por lo precedente, este pensador propone hoy, frente a las condiciones de nuestra sociedad acciones concretas de realización urgente que favorezcan valores de tal magnitud humana como los anteriormente descritos, gracias a la colaboración que brindemos en campos de salud, deportes, educación, cultura y sistemas económicos favorables al grueso de la población. Estos valores y principios se manifiestan en la constante actividad humana que interioriza la realidad ambiente, ofreciendo cualidad y calidad en los individuos para satisfacción de necesidades personales y sociales; conductas y guías que den sentido a la vida comunitaria, autorrealización, redimensión humana y progreso colectivo. Por ejemplo: subraya Ríos González; la responsabilidad obliga al cumplimiento de todos los deberes conocidos; la honestidad es la reverencia a la verdad, más aún hoy, cuando la corrupción oscura y sangrienta permea los más altos estratos de la sociedad colombiana. Conciencia, eficiencia, calidad, autocrítica, compromiso, consagración a ideales sanos, edificantes, formarán el hombre del futuro, esto es, el patriota consecuente; sostiene Ríos González.

Educar desde la cuna sobre patriotismo es sentar las bases de la futura heredad. Son los padres los primeros educadores del niño. El concepto «patria» debe inculcarse desde los primeros balbuceos. Son ellos los encargados primarios de moldear su personalidad, con retratos de héroes, con la lectura de narraciones históricas o victoriosas; es la inicial entrada en la formación del hombre nuevo colombiano. Solo la educación salvará a las generaciones futuras; de acuerdo a este profesor por excelencia. El «patriotismo consecuente» debe tener características tales, que se convierta en un norte preciso en las tareas educativas si se pretende un cambio en las costumbres actuales de «vida civilizada»; cambio total, radical, si queremos una Patria que responda a las constantes exigencias del bienestar social, trabajo, salud, vivienda de las inmensas mayorías por tantas centurias despreciadas por el Poder Central, esto es, el Estado, la gran máquina de las decisiones oficiales.

Ayer como hoy, las aleccionadoras palabras del soldado bachiller sobre las características del «patriota consecuente» que definió sobre su mensaje grabado en la Escuela de Infantería – Batallón Miguel Antonio Caro «para eterna memoria», resuenan aún en mis oídos.

El patriota asume las prioridades del cambio social propuesto a costa del más pequeño y grande sacrificio; la fidelidad a la obra será invariable de principio a fin; la defensa de la misma trascenderá los límites del planeta tierra; su actuación estará ligada a las raíces de la historia patriótica; la independencia será bandera permanente; nacionalismo puro será consigna diaria; aplicar conciencia a la obra en desarrollo; y ser participe activo en las tareas propuestas.

El «patriota consecuente» somos todos en la creación de una Patria justa, equitativa, que pueda ser el hábitat sano de las generaciones por venir. Patria humana, laboriosa, fecunda, honesta, digna, solidaria, honrada, con pronta y cumplida justicia de acuerdo a los postulados del otrora soldado-bachiller del MAC, Gerney Ríos González.

Tal la política educativa del futuro colombiano. Razón tenía mi General Álvaro Valencia Tovar al escribir en la página editorial de El Tiempo, su columna «clepsidra» en la cual sostenía: «Capacidades comprobadas las de Gerney Ríos González. Entre centenares de nombres me ha llamado la atención este ciudadano. Lo conocí soldado bachiller en el Ejército, subteniente por sus merecimientos. Inquieto, estudioso, inteligente, leal, pertenece a esta generación que emerge como esperanza tendida al futuro» (21 de Febrero 1992).

gerney riosEl hilo dinámico de Gerney Ríos González se extiende en las explicaciones de «lo consecuente». Ser fiel a las ideas, es la medida mundial aplicada. Se confía más de las personas consecuentes con sí mismas que de aquellas «variables» en el tiempo; volátiles, cambiantes, indecisas, confusas, sin señales a futuro.

Colombian soldiers stand at attention next to their national flag during an inauguration ceremony for a new mobile brigade set up to fight against the Revolutionary Armed Forces of Colombia, in FlorenciaEl patriota asume las prioridades del cambio social propuesto a costa del más pequeño y grande sacrificio; la fidelidad a la obra será invariable de principio a fin; la defensa de la misma trascenderá los límites del planeta tierra; su actuación estará ligada a las raíces de la historia patriótica; la independencia será bandera permanente; nacionalismo puro será consigna diaria; aplicar conciencia a la obra en desarrollo; y ser participe activo en las tareas propuestas.