«GOBIERNO QUE EMPLEA LA FUERZA PARA IMPONER SU DOMINIO, ENSEÑA A USAR LA FUERZA PARA DEFENDERSE».
Hernán Durango
Especial
Las últimas muestras del abuso y atropello de este cuerpo represivo de la Policía Nacional se presentaron al Universidad del Atlántico, en calles bogotanas y en los diferentes lugares donde se concentran campesinos e indígenas que adelantan el Paro Agrario. Por el silencio oficial, todo parece indicar que en las altas esferas del Gobierno Nacional se patrocina este tipo de atropellos en momentos en que en Colombia se está a las puertas de la firma de un acuerdo final de paz con las FARC, acto que debe significar el fin de las violaciones a los derechos humanos o lo que es lo mismo el fin al Terrorismo del Estado contra las organizaciones populares y sus luchas.
En las instalaciones de la Universidad del Atlántico, el 6 de junio los estamentos desarrollaban una jornada conmemorativa del Día del Estudiante Caído, allí unos encapullados (los asistentes los señalan de encapuchados al servicio de organismos secretos de la policía) detonaron explosivos de baja intensidad, motivo para que en pocos minutos se presentaran en el sitio miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) e iniciaran el asalto a los predios del Alma Mater consumando la violación de la autonomía universitaria. Los estamentos de la U del A argumentan que la programación era de carácter pacífico y organizado y le cuestionan a la rectora encargada, Rafaela Vos Obeso, que avale la entrada del ESMAD a la institución por lo cual exigen una explicación.
En Bogotá, el día de 3 de junio en la madrugada, falleció el estudiante Miguel Ángel Barbosa, de 19 años de edad, de la facultad de tecnología de la Universidad Francisco José de Caldas víctima de un ataque del ESMAD durante una jornada de protestas pacíficas que incluían la toma de la sede en la localidad Ciudad Bolívar contra decisiones anti democráticas del Consejo Superior de la universidad CSU.
En cuanto al comportamiento de las autoridades policiales en el Paro AgRario que aún no culmina cabe destacar que la situación es tan alarmante que ha originado una carta de 33 Eurodiputados preocupados por el «comportamiento» del ESMAD, quienes confirman las denuncias sobre disparos, asesinatos, atropellos, detenciones ilegales, por lo cual exigen que el Estado garantice el respeto de los derechos humanos durante el paro agrario, y que investigue presuntas violaciones de derechos humanos de manifestantes que participan en protestas amparadas por la constitución nacional.
Organismos defensores de los derechos humanos, personalidades y partido políticos reclaman al Gobierno Nacional que proceda a la disolución del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD), sin embargo, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, afirmó que este no se acabará, por el contrario se tendrá que doblar el número de miembros para cumplir un buen papel en el posconflicto.
«Es una fuerza que creo va a tener un gran papel, haciendo las mejorías del caso, buscando las mejores prácticas internacionales, (…) ir a lo multilateral, ir al estado del arte de cómo ayudar a respetar los derechos de los demás sin ejercer abusos», señala.
Entre tanto, Sofía De La Hoz Terán, analista del proceso de paz de Colombia y defensora de derechos humanos afirma que este organismo policial como es el ESMAD no puede seguir siendo el arma vergonzosa del Estado para violentar a los colombianos tras el incumplimiento de las promesas y acuerdos del gobierno, revictimizando así, importantes sectores como los representados en la minga agraria, étnica y popular que han estado dispuestos a jugársela por la paz desde sus entornos y en sus territorios, en palabras del nobel de paz y ex presidente de Sudáfrica Nelson Mandela «un gobierno que emplea la fuerza para imponer su dominio, enseña a los oprimidos a usar la fuerza para defenderse».
