Jorge Enrique Giraldo Acevedo
Columnista
De ninguna manera la reforma tributaria dejará de afectar el costo de vida de los colombianos a partir del próximo año.
Es indiscutiblemente la causa principal será el aumento del Impuesto al Valor Agregado, IVA, del 16 al 19%.
Es seguro que muchas personas pensamos que lo mejor sería una lucha más concreta a la evasión de impuestos y la galopante corrupción; además, en lugar de más gravámenes, sería mucho más rentable una disminución de los gastos del gobierno y la consecuente reducción de exenciones y deducciones tributarias.
Todos los nacionales colombianos y los extranjeros residentes en el país debemos contribuir para que no exista tanta corrupción en cualquier modalidad delictiva y así no habrá necesidad de aumentar los impuestos.
En nuestro medio todo parece indicar que no se tienen en cuenta los principios de las economías en naciones poderosas y, en consecuencia, no se aprenden las enseñanzas en el sentido que los impuestos deben y tienen que ser ante todo justos y equitativos.
El común de la gente se pregunta, cómo es que se proyecta aumentar el IVA del 16 al 19%, y se crean otros gravámenes, IVA del 5% a publicaciones periódicas, además del impuesto a las bebidas azucaradas. vivienda, tecnología y el llamado monotributo.
Lo más lamentable de esta situación nacional es que todos los habitantes afrontamos la más grave situación de inseguridad en las ciudades, desempleo, pésimos servicios en la salud, a través de las EPS, y deficientes y caros servicios públicos.
Todo lo anterior agravado por los incontables hechos de inmoralidad, evasión y aumento de los gastos del Gobierno Nacional y también en el Congreso.