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Plebiscito por la paz: «OPORTUNIDAD PARA EL CAMBIO»

AlocucionTras la aprobación del plebiscito para refrendar los acuerdos de La Habana, el Presidente invitó a todos los colombianos a participar, porque «no podemos hacernos a un lado y dejar que la decisión la tomen otros».

 

 

 

 

El Presidente de la República, Juan Manuel Santos, celebró  la aprobación por parte de la Corte Constitucional de la realización del plebiscito y afirmó que este ejercicio electoral abre una posibilidad única de cambiar el rumbo de Colombia.

«Esta es una oportunidad única para cambiar el rumbo de nuestra nación –en beneficio de nuestros hijos– y dirigirla hacia un destino de paz, con más equidad, más oportunidades, mejor educación», manifestó el Jefe de Estado en una alocución desde la Casa de Nariño, tras conocerse la decisión del tribunal constitucional.

El Mandatario recordó que la posibilidad de refrendar los acuerdos de paz fue su promesa desde que comenzó el proceso.

«Ese fue un compromiso solemne con mis compatriotas. Me comprometí con ustedes a hacerlo porque la paz es un propósito y un objetivo nacional, de todos los colombianos sin excepción», expresó.

Subrayó que la paz se construye entre todos y para todos.

«La contribución de todos –jóvenes y adultos, mujeres y hombres–, sin importar su ideología, es necesaria para construir esa Colombia que queremos: Una Colombia en paz, libre de las cadenas del sufrimiento y la violencia… una violencia que, por su crueldad y duración, nos ha arrebatado hasta la compasión», señaló.

El Presidente Santos explicó que en ese camino, el punto de partida será la votación popular para aprobar los acuerdos de paz.

«Será un momento histórico –verdaderamente histórico– en el que tendremos la oportunidad y la responsabilidad de hacer sentir nuestra voz, porque lo que está en juego es de enorme importancia», continuó.

Y aseguró que «probablemente es la decisión de voto más importante que cada uno de nosotros tendrá que tomar en toda su vida».

Preguntó a los colombianos si quieren sentar las bases de un país que deja atrás la violencia para entrar a un camino de respeto y convivencia, y si quieren dejar enterrados en el pasado los días terribles donde se enfrentaron a muerte entre hijos de una misma nación.

Advirtió que frente a esas preguntas, los ciudadanos no pueden hacerse a un lado y dejar que la decisión la tomen otros.

Sin embargo recalcó que en Colombia el voto es un derecho, así como lo es no participar, y agregó que respeta profundamente ese derecho.

«Pero hay momentos en la vida y en las democracias en los que la indiferencia NO puede ser la opción. ¡Este es uno de ellos! Su derecho al voto será más importante que nunca», subrayó el Jefe de Estado.

Manifestó también que «el objetivo es claro: terminar un conflicto cruel y doloroso que ha durado demasiados años y que ha producido demasiadas víctimas, demasiado sufrimiento».

«Lo que queremos los colombianos es que no haya más víctimas; que podamos vivir sin miedo y con tranquilidad», añadió el Presidente.

Hizo énfasis en que esta será una paz sin impunidad.

«Cansados de la violencia, los colombianos también queremos una democracia generosa y abierta, donde todos podamos participar», continuó el gobernante e indicó que «el plebiscito es una de esas formas de participación popular, en la que pueden expresarse todas las voces y las ideas».

El Presidente de Colombia sostuvo que con el visto bueno que dio la Corte Constitucional «lo que nos falta es terminar de discutir y acordar, a la mayor brevedad, los temas que están pendientes, y entonces –solo entonces– podremos afirmar que todo está acordado».

«Y cuando todo esté acordado, convocaré al plebiscito en los términos señalados por la ley y se publicará el texto completo del Acuerdo Final. Y se hará una gran pedagogía para que todos y cada uno de los ciudadanos estén enterados de lo que se acordó, y para que decidan libremente –a conciencia y bien informados– si lo apoyan», dijo.

El Mandatario concluyó invitando a los colombianos «a trabajar para construir –como lo soñó nuestro premio Nobel Gabriel García Márquez– una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir; donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad; donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra».