Opinión

AL OÍDO DEL EX PRESIDENTE AVARO URIBE

 Néstor Raúl Charrupí Jiménez

Columnista Invitado

 

 

 

 

Soplan negros nubarrones para la paz de Colombia, sin ser pitoniso, ni ave de mal agüero, se puede manifestar: esto está pintando mal…

Quizás el presidente Uribe oiga voces de sensatez, pero su “retaliación” contra Santos ya termino y el gano, porque logro la presidencia de la república, en cabeza de Duque, derrotando amplia mente al candidato de Santos: Germán Vargas Lleras; Sin embargo, el triunfo no pudo ser total, como pretendía el ex presidente Uribe, porque Santos, por fortuna, dejo amarrado al país, a un proceso de paz, que con impunidad o sin impunidad, ha dado réditos y beneficios aminorando las víctimas y los daños contra Colombia, lo cual seria tozuda mente terco desconocer.

Digo al oído del ex presidente Uribe, porque el es líder de una facción política en el pueblo colombiano, que añora su estilo político frentero y de fuerza, acostumbrándonos en sus dos largos mandatos, los cuales terminaron por exacerbar inusitadamente su ego, lo que lo ha hecho creer, que es para Colombia imprescindible, siendo esto eventualmente bueno, o malo tratándose de personas individuales; pero si es malo, en él, no solo por haber sido presidente y líder, sino, porque con su criterio y liderazgo se genera una responsabilidad. Responsabilidad, en la cual se juega la suerte de muchos colombianos. Seguir insistiendo tenaz mente en desconocer el proceso de Paz con las Farc, nos puede conducir a una escalada violenta, como la que se avizora en un cercano futuro. La división de las Farc, seguramente provocada por este estilo pendenciero del CD, que en su peligroso afán de desconocer los acuerdos de la Habana, repito, no escatiman insultos contra los integrantes de esa otrora guerrilla, pese a estar desmovilizados; dichos insultos no provienen de personas del montón, vienen, por ejemplo, de un senador quien parece enajenado, repartiendo patanerías y groserías a diestra y siniestra, sin reproche alguno, por su jefe Uribe, pretendiendo seguramente que los integrantes de ese partido Farc le contesten de la misma desaguisada manera. Aunado a lo anterior, unos jóvenes representantes a la cámara,del mismo Centro Democrático, que sin ton ni son, o explicación alguna, en lugar de proponer ideas, se han dedicado a heredar odios y a repartir “palo”y groserías, a doquier, aunque se evidencia aparentemente el afán de complacer a su jefe el ex presidente.

Con todo lo anterior, seria pasable estas arrogantes posturas, por lo menos en los representantes jóvenes, los cuales creen que así: “se hace una carrera política” y como cuajo lo de Duque, están envalentonados, creyendo que esta es la ruta; pero lo que no es admisible en su discípulo, ex presidente Uribe, que su seguidor Iban Duque, emule a estos sectores temerarios de la política colombiana, sin advertir un pequeño pero monumental detalle: que él es; el presidente de todos los colombianos, y por supuesto, no solo, del Centro democrático. Presumo que debe estar mal asesorado, pues cada vez que en calidad presidente, se refiere a alguien de las Farc, como Santrich, por colocar un ejemplo, prescinde del verbo presumir y les dice: “ese criminal o ese delincuente”, sin dejar fallar o sentenciar al aparato judicial, es decir: una debida sentencia condenatoria al respecto. Si este, está muy seguro de la comisión de delitos por parte de estos señores, se le sugiere que como presidente debe dar ejemplo, atemperándose a la ley y esas conclusiones, sin el debido proceso, desdicen de la investidura presidencial, deje operar el aparato judicial: de los tribunales judiciales y no opine pulsional mente, seguramente por los comentarios de “analistas políticos” de Caracol o RCN.

Así las cosas, palabras para usted ex presidente Uribe, como máximo jefe del CD, sería conveniente que sus discípulos, incluido el presidente, no solo tuviesen un lenguaje más amable, sino que, antes que nada, dejaran funcionar el aparato judicial, vuelvo a repetir: llámese JEP, Corte Constitucional o Corte Suprema de Justicia, jueces o tribunales; Colombia y la posteridad se lo agradeceríamos. Recuerde el dicho de Carreño :”Lo Cortés no quita lo valiente”.