«El Gobierno de España defiende la centralidad de las Naciones Unidas y desea contribuir a los esfuerzos del secretario general de la ONU para encontrar, como establecen las resoluciones del Consejo de Seguridad, una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable»: Pedro Sánchez

En su intervención ante la 74ª sesión de la Asamblea general de la ONU, que se celebró en Nueva York, el 24 de septiembre, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, defendió, el papel central de la ONU para alcanzar una solución «política, justa, duradera y mutuamente aceptable» a la cuestión del Sáhara, una posición jamás antes declarada explícitamente por parte de este gobierno.

Insistiendo en el liderazgo exclusivo de la ONU para examinar este tema, Pedro Sánchez subrayó que «El Gobierno de España defiende la centralidad de las Naciones Unidas y desea contribuir a los esfuerzos del secretario general de la ONU para encontrar, como establecen las resoluciones del Consejo de Seguridad, una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable».

Sánchez que por primera vez, no hace ninguna referencia a la celebración de un referéndum para la solución de este diferendo, indicó que España está a favor de una «solución política justa, duradera y mutuamente aceptable» para este diferendo.

Cabe recordar que desde el 2007, Marruecos está desplegando múltiples esfuerzos para alcanzar una solución política, justa, duradera y  mutuamente aceptada al diferendo regional del Sahara, sobre la base de la Iniciativa Marroquí para la Negociación de un Estatuto de Autonomía de la región del Sahara. Una iniciativa calificada de «preeminente, seria, creíble, y realista» tanto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en consecutivas resoluciones, como por la Comunidad Internacional.

Esta iniciativa que preserva la soberanía y la integridad territorial del Reino de Marruecos, constituye actualmente la solución política idónea a la cuestión del Sahara, y es capaz de favorecer la paz y la estabilidad en la región del Magreb y del Sahel.

Otro dado de gran preocupación, es la persistencia de las graves violaciones de los derechos humanos por parte del Frente Polisario, especialmente la restricción a la libertad de circulación, de expresión, de manifestación, así como de prácticas inhumanas de extrema gravedad, en contra de las poblaciones secuestradas, en su mayoría niños y mujeres, en los campamentos de Tinduf ubicados en Argelia.