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Cómo dar y recibir paz: GUÍAS PARA LA CONVIVENCIA FAMILIAR

familia-felizLos intereses individuales no se impondrán por encima de los intereses del resto de los integrantes de la familia, cuando se trate de decisiones en las que estén involucradas todas las personas del grupo.

 

 

 

Normativa basada en un valor imprescindible: respeto

 

  • Todos los miembros de la familia mantendrán un nivel apropiado de convivencia colectiva. Para ello centrarán sus procedimientos (después de pensar primero) en aquello que no afecte a los demás en su entorno. Antepondrán un ejercicio mental a sus acciones ligeras, o al hablar sin pensar lo que dirán; podrían ocasionar un daño o agredir.

 

  • Los intereses individuales no se impondrán por encima de los intereses del resto de los integrantes de la familia, cuando se trate de decisiones en las que estén involucradas todas las personas del grupo. Ejemplo: Si a papá le agrada un género musical determinado, no significa que los demás miembros del grupo tengan que escuchar esa música porque aquella persona la escuche abiertamente, a volumen exagerado. El respeto por la diferencia debe cundir ante todo.

 

  • Los alimentos, que son bendición de Dios, sin los cuales todos se sentirían en mal estado anímico y físico, se aceptarán sin reparos ni protestas. Si alguno del clan no apetece lo servido, sencillamente, lo deja a un lado, sin refunfuñar. Objetar la comida equivale a maldecir el alimento que Dios ha proporcionado mediante el trabajo de quienes dirigen el hogar: padre y madre. (En ese momento, muchos otros seres quisieran comer lo que aquella persona rechaza). La exquisitez en tal momento se convierte en insensibilidad y egoísmo a ultranza.

 

  • La voz, ese prodigio que Dios otorgó al ser humano, que puede describir asuntos, sentimientos, animales y cosas, debe ser modulada de tal modo que no agreda, ni que lastime la capacidad auditiva de quienes escuchan. Alzar la voz disminuye la calidad humana. Todos debemos comprometernos en el propósito de no hablar en tono fuerte. El secreto de ser escuchado está en decir asuntos juiciosos e inteligentes, no en gritar. Lo que queremos no depende de cuánto gritemos, sino del cariño que pongamos en el tono de voz; y este sale del grado de respeto que tengamos hacia los demás.

 

  • «Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa». Significa que el orden de las cosas ha de mantenerse siempre. Ejemplo: en la mesa del comedor solo habrá elementos necesarios como ayuda para el consumo de los alimentos (tenedores, cucharas, cuchillos, sal, servilletas y similares). Por tanto, no deben aparecer a la hora de las comidas libros, cuadernos, bolígrafos, lápices ni ningún otro elemento ajeno al fin para el cual se destina la mesa de comedor, que, como lo remarca su nombre, se inventó para oficiar la acción de comer. Ese desorden puede originar disputas y discusiones.

 

  • Después de ducharse cada persona debe dejar los elementos usados como los encontró; y estos deben estar en condición de orden, por supuesto. No se dejarán cabellos sueltos que puedan taponar la rejilla del desagüe; o que, simplemente, le den un aspecto antiestético al baño. Los jabones y champús deben ocupar sus puestos, no los que el olvido disponga. Concentración en lo que se hace, ante todo.

 

  • Las prendas íntimas, que cada quien debe lavar durante los minutos del aseo de su cuerpo, deben trasladarse al lugar más apropiado para que se sequen; no deben permanecer abandonadas encima de la taza del inodoro, o en el lavamanos, por ejemplo; en muchos ámbitos familiares ello da lugar a discordias.

 

  • Cada quince días (el sábado, en lo posible) el grupo familiar se reunirá para evaluar las conductas de cada miembro del clan. Se harán observaciones, si fuesen necesarias; y recomendaciones, si también se consideraran oportunas. Del mismo modo, se harán anotaciones verbales sobre la conducta equivocada que hubiese tenido algún miembro del grupo, con la intención de que la supere. Esas observaciones tendrán un tono suave, y un lenguaje cordial. Por supuesto que debe haber tiempo para halagar, felicitar y estimular a los miembros del clan familiar que hubiesen tenido, en aquel periodo, un buen comportamiento.

famiLa voz, ese prodigio que Dios otorgó al ser humano, que puede describir asuntos, sentimientos, animales y cosas, debe ser modulada de tal modo que no agreda, ni que lastime la capacidad auditiva de quienes escuchan. Alzar la voz disminuye la calidad humana.