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EL PARAMILITARISMO SIGUE «VIVITO Y COLEANDO»

colombia paramilitarismo fotoEn todo el Pacífico la desmovilización paramilitar del Bloque Calima fue parte de un montaje para legitimar el proceso de la ley 975, pero el territorio quedó y se mantiene hasta la fecha bajo el control de las estructuras que asumieron la fachada de Águilas Negras, Rastrojos, Empresa, Gaitanistas o Urabeños, pero mantienen la misma lógica de actuación al lado de la fuerza pública para garantizar el despojo desde el desplazamiento forzado, el control social territorial para el tráfico de droga y el favorecimiento a la inversión empresarial y extranjera.

 

 

 INFORME SOBRE LA PRESENCIA PARAMILITAR EN COLOMBIA

Han pasado ya 10 años de la firma del Pacto de Ralito, momento histórico en el que los paramilitares, apoyados y aupados por sectores de la clase dirigente, empresarial y política de Colombia, buscaron refundar la patria, a la luz de un proyecto de país que nos regresara a las aciagas noches del estado de sitio, a un Estado confesional y a una sociedad sometida a los intereses de unas reducidas élites.

Para Colombia el conflicto armado interno deja innumerables consecuencias, que bien pudieron facilitar el surgimiento y entronización del paramilitarismo en lo más profundo de los valores sociales colectivos de un país escindido, que se mantiene a pesar de la precariedad de su Estado.

En Colombia, diversas organizaciones de víctimas y defensores de derechos humanos denunciaron el dominio militar y territorial del grupo paramilitar «Los Urabeños», de acuerdo con investigadores la presencia militar de esa agrupación en la nación suramericana confirma la vigencia del paramilitarismo.

PUTUMAYO

Tras la desmovilización de los paramilitares en Putumayo (marzo de 2006), se sabe que en la región continuaron operando unidades, dedicadas especialmente a proteger el negocio del narcotráfico, ello en razón a que uno de sus últimos jefes alias «Macaco» (Carlos Mario Jiménez), realmente era conocido en Puerto Asís como narcotraficante, quien desde el 2002 aproximadamente compró la «franquicia» paramilitar, quizás buscando beneficios posteriores en el proceso que se iniciaría de desmovilización.

El radio de operación de los paramilitares se concentró en La Dorada-San Miguel, Valle del Guamuéz, Puerto Caicedo y Puerto Asís principalmente, manteniendo bases en Puerto Asís y Valle del Guamuéz (El Placer), siendo estos lugares en donde más permanecieron.

En Puerto Asís, desde el año 2014 especialmente, Los Rastrojos reclutaron jóvenes para vincularlos al expendio de drogas, instalando las llamadas «ollas” del microtráfico en los barrios Jardín, Villa Paz, Montañita, Buenos Aires, Metropolitano, Calle del Puerto (sector de los bares).

Se sabe que en Puerto Asís, se ha mantenido la estructura armada neoparamilitar al servicio del narcotráfico y sicariato.

META

Municipio de El Castillo

En el año 2013 los grupos paramilitares inician una oleada sobre este municipio con el fin de ejercer el control social y económico en la región. Los paramilitares hacen presencia en los caseríos del Encanto, Medellín del Ariari, Puerto Esperanza y área urbana del Castillo. Los paramilitares vestían prendas militares, de civil y algunos con radios y armas.

El día viernes 21 de junio de 2013 se realizó un consejo de seguridad en el municipio y en este espacio las autoridades del municipio reconocieron la presencia de paramilitares los cuales operan de manera abierta en Medellín del Ariari y en las zonas rurales del municipio. De igual forma se reconoció el cobro de extorsiones a los comerciantes y dueños de fincas de la región.

Cabe resaltar que la presencia de estructuras paramilitares coincide con el avance del proceso de socialización del Área de Perforación Exploratoria – APE Guarupayo dentro del Bloque petrolero CPO 9.

En la actualidad las estructuras paramilitares realizan control de civil en los caseríos de la parte baja del municipio y desde allí seguimiento y control a los habitantes de la parte alta del mismo.

Municipio de Mapiripán

El municipio es controlado por estructuras paramilitares que tienen su base de operaciones en el caserío conocido como La Jungla, desde donde despliegan operaciones en Cooperativa, Guacamayas, San Andrés, con puntos de control. Desde ahí controlan los vehículos que se mueven por la vía al igual que las personas que salen y entran a la región.

En el caserío de Mapiripan hay presencia paramilitar, los cuales se movilizan en motocicletas dentro del casco urbano y a las zonas rurales. Cabe señalar que la presencia paramilitar incluye las zonas de cultivo de Palma aceitera perteneciente a la empresa POLIGROW, empresa italiano-española que desarrolla el mono cultivo de Palma en el municipio.

En el casco urbano existe presencia policial y una base del Ejército, los cuales no actúan ante la presencia de grupos paramilitares.

Los Urabeños operan en el área de la Finca Santa Ana, expropiada por Poligrow a miembros en proceso de sucesión de las tierras de la familia Aljure. Se mueven en el área que comprende el caserío de la COPERATIVA, el caserío del CIARE y el caserío de GUACAMAYAS. Entre quienes comandan esta estructura se encuentra el conocido con el alias de «El Tomate».

Los conocidos como de Del Meta operan en las orillas del Caño Ovejas hacia San José del Guaviare, cerca de los municipios de Puerto Rico y de Puerto Lleras, en particular en las veredas el MIELÓN, EL TRINCHO, el AGUILA y PUEBLO SECO.

Una tercera estructura se hace llamar como «Los Héroes o los Libertadores»que tienen su lugar de operaciones en frente del municipio de Mapiripán, del otro lado del Río Guaviare, en ese departamento. Pero operan también en el casco urbano.

CHOCÓ

Cuenca del rio Curvaradó

Se conoce de la fuerte presencia de estructuras paramilitares en esta cuenca con la instalación de puesto de control en el puerto de Brisas del Curvaradó, comunidad de Llano Rico, Apartadocito, El Cerrado, Quebrada Montería y Despensa Baja. En estos lugares los paramilitares hacen constante presencia, amedrantan a las comunidades y líderes comunitarios. Adicionalmente se sabe que el centro de operaciones de estas estructuras es el corregimiento de Pavarandó, perteneciente al municipio de Mutatá y en Belén de Bajirá. Las operaciones las realizan en medio de la presencia policial y militar.

Pedeguita y Mancilla

En esta Cuenca se sabe del fuerte control ejercido por las estructuras paramilitares de Los Úsuga (Urabeños), quienes a lo largo de las comunidades de San Andrés, Santa María, Campo Alegre, Playa Roja y el Siete, que conforman el consejo comunitario, tienen una larga red de informantes y estructuras armadas, que controlan el tráfico de armas y de droga.

En Pedeguita se asientan los grupos herederos de SOR TERESA GÓMEZ, repobladores traídos en concurso con la Diócesis de Apartadó, concretamente a través del padre Leónidas Gallego. Desde allí se han creado grupos armados de civiles de presión que operan con la tolerancia y conocimiento de la policía de Urabá, que se encuentra en Belén de Bajirá. Allí se han definido estrategias para atacar a los reclamantes de tierras. Han torturado y quemado propiedades de los habitantes despojados que regresan.

Cuenca del rio Cacarica

La estructuras paramilitares ejercen actualmente control militar y social en los municipios de Turbo, Antioquia y Rio Sucio, Chocó. Así mismo, existe un control sobre los puertos intermedios de esta ruta sobre el rio Atrato, tales como: Bocas del Atrato, Tumaradó, Puente América o Travesía, La Honda y Yarumal, a través de informantes y personas armados vestidos de civil.

Los municipios de Turbo y Rio Sucio son los lugares donde las comunidades desarrollan parte de las actividades en cuanto a la venta de excedentes de producción, como la compra de bienes de supervivencia y también donde paramilitares controlan el ingreso de alimentos hacia el sector rural. Desde allí emiten órdenes y amenazas de detención bajo la premisa de que tienen destino a la guerrilla.

En el caso de Tumaradó al cruzar la orilla se encuentra una base fluvial, sin que actúen sobre los armados.

La Larga Tumaradó

Se conoce de la presencia de paramilitares en la comunidad de Tierradentro, quienes hacen presencia constante en estos territorios, así como el control ejercido por estas estructuras en el municipio de Belén de Bajirá, en donde tienen su centro de operaciones.

Valle

Buenaventura

En todo el Pacífico la desmovilización paramilitar del Bloque Calima fue parte de un montaje para legitimar el proceso de la ley 975, pero el territorio quedó y se mantiene hasta la fecha bajo el control de las estructuras que asumieron la fachada de Águilas Negras, Rastrojos, Empresa, Gaitanistas o Urabeños, pero mantienen la misma lógica de actuación al lado de la fuerza pública para garantizar el despojo desde el desplazamiento forzado, el control social territorial para el tráfico de droga y el favorecimiento a la inversión empresarial y extranjera en el principal puerto de Colombia y en medio de la mayor militarización que pueda tener una ciudad.

El control actual de Buenaventura está bajo el mando de los Úsuga.

 

«Casas de pique»

«Estos grupos descuartizan a sus víctimas y arrojan los restos humanos a la bahía o en los manglares que se extienden en sus orillas, o los entierran en fosas clandestinas, según han señalado residentes y funcionarios. En varios de los barrios, los residentes denuncian que existen «casas de pique», donde los grupos desmiembran a sus víctimas. Varios residentes con quienes hablamos indican que han escuchado a personas que gritaban e imploraban piedad mientras eran desmembradas en vida«casas de pique»,.

En el casco urbano de Buenaventura se ha reportado la existencia de fronteras invisibles donde se restringe, de facto, la movilidad de los habitantes, ello se suma a que los chantajes, la extorsión y las amenazas se han acentuado en los últimos meses. Human Rights Watch también reportó que «Los Urabeños y la Empresa han controlado la circulación de residentes entre los distintos barrios de la ciudad. Los grupos vigilan de cerca a las personas que transitan por diversas calles o barrios donde tienen presencia activa. Si ingresa a un barrio una persona que el grupo que lo controla no conoce —o que se sabe que proviene de una zona dominada por un grupo rival— se expone a que se presuma que tiene vínculos con enemigos y a ser asesinada o ser desaparecida«casas de pique«casas de pique».

Cuenca del Río San Juan

La presencia paramilitar en este sector, ha estado en disputa por las Águilas Negras y los Rastrojos. Este sector es de gran importancia para ellos pues es uno de los corredores principales del narcotráfico. Han ocasionado desplazamientos de los pobladores en diversas ocasiones. En el año 2010 asesinaron a dos afrodescendientes, uno de ellos, Edwin, fue asesinado por los paramilitares en presencia de la Infantería de Marina, según un testigo de la región. En el año 2014 fueron desplazadas comunidades indígenas de esta cuenca, porque se encuentran en situación de confinamiento por parte de las estructuras neoparamilitares. Estas estructuras hacen presencia en Isla de Mono, Cabeceras y García Gómez.

Trujillo

Hoy 25 años después de la masacre de Trujillo, esta localidad sigue en manos del paramilitarismo. El terror se impone para favorecer verdades a medias como las que registra el informe de memoria histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, CNRR, y la respuesta de solución amistosa que recibimos las víctimas el pasado 14 de abril. Mientras, el Estado colombiano y el Gobierno Nacional legitiman con la Unidad de Víctimas y su política asistencialista el despojo de tierras que hoy favorece a la multinacional papelera Smurfit Kappa Cartón de Colombia. Al mismo tiempo se concretan nuevos despojos en el marco de la política de restitución, legitimando así una propuesta de «paz» edificada sobre dos décadas de control paramilitar.

Hoy es un secreto a voces que la desmovilización de paramilitares en Trujillo, como la del Bloque Calima en 2005 y la de algunos miembros de Los Rastrojos en abril de 2013, ha sido una farsa y que incluso casos como el de alias «Chorizo», capturado desde mayo de 2014, muestran que desde la cárcel se sigue con el mismo poder paramilitar sobre Trujillo. En el momento hay temor por personas foráneas que están apareciendo en fiestas y reuniones comunitarias intimidando con sus armas, aunque no se sabe bajo el nombre de qué estructura paramilitar van a quedarse.

CAUCA

Mercaderes

Algunos de los paramilitares que controlaron la zona de Mercaderes se hacían llamar con alias Robinson, Moneda, Enano, William. Actualmente no son tan visibles, pero conservan el control de algunas zonas en Mercaderes, sitios como Arboleda, El Pilón, El Bado, Cajamarca, la carretera Panamericana entre el Estrecho hasta el Bordo Cauca.
Cajamarca vereda de Mercaderes y el Pilón son las zonas de control más fuerte del paramilitarismo en la actualidad, y son lugares donde actualmente están desarrollándose procesos de Minería y sísmica.

En Julio del presente año 2015 se encontró el cadáver degollado de un anciano agricultor en su finca en Mercaderes, crimen atribuido a paramilitares. El 29 de Julio también fueron asesinados dos adultos pesadores de ganado en las afueras de Mercaderes Cauca. Últimamente llegan a la morgue de Mercaderes muchos cuerpos con señales de tortura.

COSTA ATLÁNTICA

Entre el 2008 y 2011 los grupos narcoparamilitares derivados de las estructuras desmovilizadas hicieron presencia constante en los 7 departamentos que integran la región Caribe, específicamente en 88 municipios. A la fecha ya existe un proceso de reingeniería consolidado que se percibe por la capacidad operativa de distribución de cada una de sus estructuras a lo largo y ancho de la región.

Existen unas estructuras paramilitares claramente definidas y posicionadas.

Rastrojos:

  • Atlántico

Se ubican en 11 municipios, lo que corresponde al 47% del total de los municipios del departamento.

  • Bolívar

Se ubican en 17 municipios, lo que corresponde al 34% del total de los municipios del departamento.

  • Cesar

Se ubican en 18 municipios, lo que corresponde al 72% del total de los municipios del departamento.

  • Córdoba

Se ubican en 17 municipios, lo que corresponde al 56% del total de los municipios del departamento.

  • Guajira

Se ubican en 7 municipios, lo que corresponde al 46% del total de los municipios del departamento.

  • Magdalena

Se ubican en 10 municipios, lo que corresponde al 33% del total de los municipios del departamento.

  • San Andrés

Se ubican en 1 municipio, lo que corresponde al 100% del total de los municipios del departamento.

  • Sucre

Se ubican en 9 municipios, lo que corresponde al 34% del total de los municipios del departamento.

Urabeños:

  • Atlántico

Se ubican en 3 municipios, lo que corresponde al 13% del total de los municipios del departamento.

  • Bolívar

Se ubican en 30 municipios, lo que corresponde al 61% del total de los municipios del departamento.

  • Cesar

Se ubican en 19 municipios, lo que corresponde al 76% del total de los municipios del departamento.

  • Córdoba

Se ubican en 22 municipios, lo que corresponde al 73% del total de los municipios del departamento.

  • Guajira

Se ubican en 9 municipios, lo que corresponde al 60% del total de los municipios del departamento.

  • Magdalena

Se ubican en 12 municipios, lo que corresponde al 40% del total de los municipios del departamento.

  • San Andrés

Se ubican en 1 municipio, lo que corresponde al 100% del total de los municipios del departamento.

  • Sucre

Se ubican en 17 municipios, lo que corresponde al 65% del total de los municipios del departamento.

Águilas Negras:

  • Atlántico

Se ubican en 1 municipio, lo que corresponde al 4% del total de los municipios del departamento.

  • Bolívar

Se ubican en 13 municipios, lo que corresponde al 26% del total de los municipios del departamento.

  • Cesar

Se ubican en 1 municipios, lo que corresponde al 4% del total de los municipios del departamento.

  • Córdoba

Se ubican en 18 municipios, lo que corresponde al 60% del total de los municipios del departamento.

  • Magdalena

Se ubican en 5 municipios, lo que corresponde al 16% del total de los municipios del departamento.

  • Sucre

Se ubican en 6 municipios, lo que corresponde al 23% del total de los municipios del departamento.

Paisas:

  • Atlántico

Se ubican en 11 municipios, lo que corresponde al 47% del total de los municipios del departamento.

  • Bolívar

Se ubican en 18 municipios, lo que corresponde al 36% del total de los municipios del departamento.

  • Cesar

Se ubican en 8 municipios, lo que corresponde al 32% del total de los municipios del departamento.

  • Córdoba

Se ubican en 19 municipios, lo que corresponde al 63% del total de los municipios del departamento.

  • Guajira

Se ubican en 6 municipios, lo que corresponde al 40% del total de los municipios del departamento.

  • Magdalena

Se ubican en 11 municipios, lo que corresponde al 36% del total de los municipios del departamento.

  • San Andrés

Se ubican en 1 municipio, lo que corresponde al 100% del total de los municipios del departamento.

  • Sucre

Se ubican en 7 municipios, lo que corresponde al 26% del total de los municipios del departamento.

Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia (ERPAC):

  • Atlántico

Se ubican en 1 municipios, lo que corresponde al 4% del total de los municipios del departamento.

  • Bolívar

Se ubican en 1 municipios, lo que corresponde al 2% del total de los municipios del departamento.

  • Cesar

Se ubican en 1 municipios, lo que corresponde al 4% del total de los municipios del departamento.

Existen 3 estructuras de rearme paramilitar ubicadas en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Guajira y Magdalena; estas son:

  • La Oficina de Envigado, con presencia en Bolívar y Magdalena.
  • Alta Guajira, ubicada en cuatro municipios de la Guajira y uno de Magdalena.
  • Autodefensas del Sur del Atlántico, como su nombre lo indica están posicionadas en el sur del departamento.

CESAR

El día 30 de junio de 2015, aproximadamente 180 familias decidieron retornar a los predios baldíos de los cuales fueron despojados en 1996 por parte de grupos paramilitares al mando de «Juancho Prada», en el corregimiento de Simaña municipio de La Gloria departamento del Cesar. La negligencia del INCODER en un proceso agrario que lleva más de 25 años y la última resolución expedida por esa entidad, la vulnerabilidad y extrema pobreza, el desconocimiento sistemático a sus derechos y la denegación de justicia, fueron las principales motivaciones para decidir retornar.

A manera de conclusión podemos afirmar entonces que entre el 2008 y el 2011, estas estructuras se recomponen a partir de la definición de nuevas alianzas con el narcotráfico, grupos sicariales, delincuentes comunes y fundamentalmente con los reductos no desmovilizados y desmovilizados, especialmente del Bloque Norte de las AUC; otro elemento importante es la clandestinidad de las líneas de mando, entre estos alias «Alejandro o 101”, «Tolemaida», «Codazzi», «Omega», « Jimmy», y «Rambo».

Members of "Los Rastrojos" bandit group cover their face with towels and balaclavas as they surrender at the Voltigeros Battalion on May 21, 2009 in Uraba, Antioquia department, Colombia.  112 members of "Los Rastrojos", a group of former AUC paramilitary right-wing guerrillas who became drug traffickers, have surrendered in Nuqui, Choco deparment, in the last days.   AFP PHOTO / Raul ARBOLEDA (Photo credit should read RAUL ARBOLEDA/AFP/Getty Images)

RAUL ARBOLEDA/AFP/Getty Images)

En todo el Pacífico la desmovilización paramilitar del Bloque Calima fue parte de un montaje para legitimar el proceso de la ley 975, pero el territorio quedó y se mantiene hasta la fecha bajo el control de las estructuras que asumieron la fachada de Águilas Negras, Rastrojos, Empresa, Gaitanistas o Urabeños, pero mantienen la misma lógica de actuación al lado de la fuerza pública para garantizar el despojo desde el desplazamiento forzado.

A girl walks between stilt houses in Buenaventura, Valle del Cauca department, Colombia, on March 25, 2014. Buenaventura, Colombia's main seaport on the Pacific coast, has been wreaked by a strong wave of violence for several months caused by disputes over the control of the region between criminal gangs, which ended up with the militarization of the area last week. In 2013 Buenaventura registered a rate of 49.6 homicides per 100 thousand inhabitants, above Colombia's average of 31 per 100 thousand, according to figures given by the Office of the Ombudsman. AFP PHOTO / LUIS ROBAYO

. AFP PHOTO / LUIS ROBAYO

«Estos grupos descuartizan a sus víctimas y arrojan los restos humanos a la bahía o en los manglares que se extienden en sus orillas, o los entierran en fosas clandestinas, según han señalado residentes y funcionarios. En varios de los barrios, los residentes denuncian que existen «casas de pique», donde los grupos desmiembran a sus víctimas. Varios residentes con quienes hablamos indican que han escuchado a personas que gritaban e imploraban piedad mientras eran desmembradas en vida«casas de pique»,.

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