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ECOLOGÍA HUMANA

OLYMPUS DIGITAL CAMERA«La tierra no pertenece al hombre, es el hombre que pertenece a ella»

 

 

María del Rosario Higuera Soto

Psicóloga –Clínica de lo Social-

UniSanBuenaventura.

Especial para Primicia

 

La Ecología humana estudia las relaciones entre los seres humanos y todo el entorno, los ecologistas humanos investigan el modo en que esos mismos individuos interactúan en relación con  la genéticafisiologíacultura y conducta con el medio físico y social, que desde diversas disciplinas como la sociología, psicología social, antropología cultural, ecología, geografía y demás  profesiones trabajan para encontrar equilibrio y armonía en el planeta tierra.

 

Los antiguos griegos ya estudiaron las interacciones de los seres humanos con su entorno. Pero no es hasta finales de la década de 1940 cuando el antropólogo estadounidense Julian Steward introduce el término de «Ecología Cultural», expresando la idea de que los seres humanos forman parte de un sistema ecológico. El concepto concreto de «ecología humana« no aparece hasta la década de 1960, uniendo la ecología cultural con la ecología biológica.

 

La ecología humana, aporta a la ecología convencional el aspecto de interrelación del ser humano con todo lo que existe, desde una amplia concepción ética, espiritual, de Comunicación y de relación. La ecología es así considerada como un nuevo paradigma, en el que como expresa Leonardo Boff uno de los lideres de este nuevo paradigma expresa: “todos los seres están conectados entre sí formando un sistema inmenso y complejo”.

 

El objetivo es hacer consciencia de que la Tierra no soporta más el abuso y desmesura del ser humano, quien hace caso omiso de que él, hace parte de ese equilibrio que debe existir en todo el ecosistema, que como miembro incluyente de este bello planeta, está obligado a cuidar el entorno y a no  romper el la euritmia natural que nos mantiene unidos.

De allí que sea fundamental el que los seres humanos entendamos, que es urgente reconocer y sobre todo el que se comprenda, que hay una correspondencia directa entre todo el ecosistema, en la que cualquier alteración por exceso o por omisión, trae graves consecuencias para la armonía en este parque ecológico que es el planeta azul.

Desde la visión y misión de la  ecología humana, se considera que los seres humanos y la Tierra están ligados por un solo destino, que por tanto, debe buscarse el equilibrio y la más armónica relación que ayude a mantener esta simbiosis que ayuda a mantener una sana convivencia entre todo los inquilinos de esta tierra.

Esta interrelación de las personas y el medio ambiente, conlleva a un profundo respeto hacia todo lo que existe, en la contemplación y en la búsqueda de nuevos diálogos de acercamiento y de hermandad, respetando diferencias de pensamiento y sobre todo reconociendo que solamente podemos mantener el equilibrio y la unión universal, cuando reconozcamos  el respeto por la vida del ser humano en todas sus fases de desarrollo, y en todas las condiciones, especialmente de aquellas consideradas las más vulnerables.

En la Carta de la Tierra, Leonardo Boff, expresa la necesidad de una visión incluyente de la ecología que abarque íntegramente a la persona como ser individual, social y espiritual. De esta forma, el mundo se presenta como una “Comunidad de vida” con un nuevo código ético basado en el cuidado, la compasión y el amor universal.

Hoy más que nunca, en Colombia es importante despertar en cada uno de los conciudadanos amor, ética, comunicación, convivencia y sobre todo el que como país, se fortalezca el arraigo para empoderar los corazones de todos  para convivir con respeto, dignidad y solidaridad, reconociendo en cada otro, a un hermano  que tiene igualmente el derecho a disfrutar de paz y sana convivencia. Una convivencia en la que la compasión evite el egoísmo de querer todo para si, donde todos podamos como seres humanos disfrutar de  equidad y justicia.

El papa Francisco conociendo acerca  de toda esta iniquidad en el mundo ha expresado: “Paz en todo el mundo, todavía tan dividido por la avidez de quien busca ganancias fáciles, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia, egoísmo que continua la trata de personas, que es la esclavitud extendida en este ventiunésimo siglo. Y paz en todo el mundo lacerado por la violencia ligada al narcotráfico y la explotación iniqua de los recursos naturales”.

Es urgente despertar esa ecología humana para que venza al egoísmo y la avaricia de unos pocos interesados en torpedear la paz, que pescan en rio revuelto y explotan la naturaleza oprimiendo a sus hermanos.

Colombia no está exenta de esta realidad, que nos ha mantenido en una lucha fratricida entre hermanos, especialmente por el dominio de la tierra y se requiere urgentemente de expresiones de paz sincera, para que las próximas generaciones vivan y disfruten de un devenir, en el que florezcan una nueva cultura para que puedan vivir en armonía con el medio ambiente, en este rico territorio donde también se puede soñar con un nuevo amanecer.