Destacadas, Editorial

NOTA EDITORIAL: LA MEDIA REELECCIÓN

EditorialLa media reelección

El país no salía de su asombro cuando ya todos los funcionarios electos en Colombia querían y aspiraban a aprobar la ampliación de su mandato a dos años más según la iniciativa del presidente Santos Calderón.

 

La propuesta, que fue aceptada de inmediato por los beneficiados, fue rechazada por la ciudadanía que se preparaba para manifestar su inconformidad.

 

Para todos es sabido que actualmente se adelanta un proceso que busca la revocatoria del mandato de los congresistas, como consecuencia de su comportamiento en contra de los electores, y a favor de las causas privadas y particulares que les signifique beneficio propio.

 

El rechazo fue total porque el Legislativo ha traicionado en numerosos casos la confianza, especialmente cuando se ha descubierto que en buena parte de las leyes aprobadas han tenido como beneficiarios a los grandes emporios empresariales que se encargan de patrocinar campañas y entregar dádivas.

 

La desconfianza es tan grande en Colombia que cualquier iniciativa es ampliamente estudiada por organizaciones defensoras de la ciudadanía, porque en la mayoría de los casos se encuentra «el mico» que beneficia a unos pocos y afecta a muchos.

 

El presidente Santos, que cuenta con un grupo de asesores calificados, pudo detectar a tiempo que la iniciativa ─se le iba a volver en contra─ y mediante una carta al Congreso de la República determinó reversarla. Eso sí, aclaró que nunca presentaría una propuesta que lo beneficiara.

 

Una reforma de los periodos gubernamentales debe hacerse de cara al país, en que todos los sectores se pronuncien, participen y definan los rumbos a seguir como en una verdadera democracia.

 

En estos momentos la iniciativa más impopular sería la ampliación del periodo, especialmente para los congresistas que han logrado la imagen más negativa de la historia del poder Legislativo.

 

La dimensión del Congreso de la República en estos momentos, se está midiendo de acuerdo con lo que piensan los colombianos sobre  el senador Roy Barreras. Es decir, los senadores eligieron el icono de la política en Colombia.

 

Es hora de reflexión para los funcionarios elegidos de manera popular, para que cumplan su tarea a favor de los electores y los colombianos que carecen de voz y votos en las determinaciones del país. Es hora de acabar con la arraigada costumbre de buscar a cualquier costo el enriquecimiento.

 

Colombia merece una democracia fuerte y participativa para emprender los caminos de la paz, el progreso y desarrollo.