Santa Fe pasa por un momento glorioso en lo deportivo. Prolongarlo, depende de la transparencia como se re institucionalice.
Raúl Gutiérrez García
Columnista
Primicia
Omar, Carlos, Eduardo, Erika y yo, hinchas irreducibles de Santa Fe, hicimos, durante cinco horas, cola con el fin adquirir los tiquetes para ver el partido del próximo martes en El Campín.
Ellos, conocidos entre sí, conforman una familia de santafereños que me adoptó durante cinco horas.
En ese lapso -en medio de lluvia, frio y gurbia-, compartieron conmigo paraguas, humor, anécdotas, alegría, sueños y dudas sobre el futuro del equipo amado.
Carlos, contó que en la final contra el Deportivo Pasto, cuando ganamos la séptima estrella, la policía lo detuvo al hallarle una docena de boletas que tenía para su mujer, parientes y amigos.
Telefoneó a una sobrina quién llamó al oficial del caso Ipso facto el ‘revendedor’ quedó libre.
Ni revender, ni recomprar viola el código policial.
Justo es reconocer que la policía ha hecho un gran esfuerzo para proteger a los hinchas antes, en y después de cada partido: aún así, pululan desadaptados y falsificadores a quienes hay que erradicar, para qué el fútbol vuelva a ser un espectáculo familiar.
César Pastrana, presidente de la Corporación Independiente Santa Fe, tiene gran aceptación por su logros. Sin embargo, el mercadeo, incluido el manejo de los ocho mil abonados, no funciona bien.
No hay derecho a padecer cinco horas en fila, al aire libre, para confirmar un derecho adquirido oportunamente, por las falencias de Tiket Exprés.
Durante la tediosa espera, se habló de la democratización del club a través de la venta de acciones. Más allá de una inversión rentable, es una forma de apoyo, pero desconfían de Plazas y Prietro, miembros de la junta directiva.
El fútbol es un negocio, míresele por dónde se le mire. En Inglaterra por ejemplo, el Arsenal vende por abono el 97 % de las bancas de sus partidos de la Champions Light
La Fifa es como el Estado Vaticano. La diferencia está en que los hinchas no dan diezmo, pagan por una silla en el el estadio, compran accesorios alusivos a su equipo, consumen las marcas patrocinadoras y claro, oran a su dios por los goles..
Santa Fe pasa por un momento glorioso en lo deportivo. Prolongarlo, depende de la transparencia como se re institucionalice.
Wilmer Medina ha sido la mejor contratación del fútbol en Colombia. El goleador del fútbol, fue acogido en Santa Fe, luego de ser echado a puntapiés del Deportes Tolima, equipo que se encuentra arrepentido de haber perdido al mejor jugador
Justo es reconocer que la policía ha hecho un gran esfuerzo para proteger a los hinchas antes, en y después de cada partido: aún así, pululan desadaptados y falsificadores a quienes hay que erradicar, para qué el fútbol vuelva a ser un espectáculo familiar.
César Pastrana, presidente de la Corporación Independiente Santa Fe, tiene gran aceptación por su logros. Sin embargo, el mercadeo, incluido el manejo de los ocho mil abonados, no funciona bien.
No hay derecho a padecer cinco horas en fila, al aire libre, para confirmar un derecho adquirido oportunamente, por las falencias de Tiket Exprés.
Durante la tediosa espera, se habló de la democratización del club a través de la venta de acciones. Más allá de una inversión rentable, es una forma de apoyo, pero desconfían de Plazas y Prietro, miembros de la junta directiva.
EL fútbol es un negocio, mírese le por dónde se le mire. En Inglaterra por ejemplo, el Arsenal vende por abono el 97 % de las bancas de sus partidos de la Champions Light
La FIFA es como el Estado Vaticano. La diferencia está en que los hinchas no dan diezmo, pagan por una silla en el el estadio, compran accesorios alusivos a su equipo, consumen las marcas patrocinadoras y claro, oran a su dios por los goles..
Santa Fe pasa por un momento glorioso en lo deportivo. Prolongarlo, depende de la transparencia como se re institucionalice.
MI SANTAFECITO LO MAXIMO. BUEN FUTBOL Y BUENOS JUGADORES