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PANFLETO AMENAZANTE


Guaduas1
Desde la bella población de Guaduas nos agredieron 

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Fred Emiro Núñez Cruz

Columnista

Primicia

 

 

En un proyecto de pasquín, fechado el 31 de marzo del presente año, titulado «Verdad sin límite», cuya responsable es la ciudadana de nombre Amelia Ramos Campos, quien dice ser abogada, no me consta, la citada dama guadense, gentilicio de los nacidos en el hermoso municipio de Guaduas, afirma varias cosas sobre su niñez, crecimiento y educación; no deja de lado la amenaza contra uno de nuestro colaboradores, a quien tilda de mentiroso. Quisiera recordar algunas otras puntualidades, pero lastimosamente ese papel pasó a la cesta del sanitario ambulante de un hermano de la calle, «cara sucia», que no tuvo reparos en usarlo como papel higiénico.

 

Por lo anteriormente narrado debo hacer memoria de lo leído. La señora en cuestión dice no tener en su contra ni siquiera una querella civil, tampoco me consta, pero además expresa haber denunciado al director de este, uno de los más visitados periódicos virtuales del mundo, PRIMICIA, por haber permitido a un supuesto periodista escribir un artículo donde se lo identifica de ser brazo derecho del señor Víctor Carranza (q.e.p.d.) en la política de Guaduas. La infamia existiría de no ser lo anterior «Vox Populi»  obvio, no es un delito hacer proselitismo con el patrocinio económico de alguien, que, como el fallecido zar de las esmeraldas, se fue a la tumba al adelantársenos en el camino de la eternidad, impoluto, sindicado y nunca condenado por los delitos que se le imputaron y jamás se los comprobaron. Entonces, ¿cuál es la pena de la ciudadana que fue a la escuela rural, venció los obstáculos, las pocas posibilidades gubernamentales y estímulos oficiales?

 

Hoy recuerdo con precisión que cuando fui al apartamento de Víctor Carranza para realizarle una entrevista, que posteriormente se transmitió por el programa ‘Colombia Universal’, de Caracol radio, compartiendo algunas palabras previas a la grabación él me mencionó, y se ufanaba de ello, de conocer y tratar de tú a tú a muchas personalidades del país, de diferentes rangos, de arriba y de abajo y en este último renglón me habló de Amalia Ramos Campos, una pujante líder política que apoyaba por su tesón y ganas de progresar; salta a mi memoria que me puso la mano en el hombro, y expresó: «Trabajadoras incansables como ella son ejemplo para otros cuantos que apoyo en otros municipios del territorio Vásquez». Entonces, si la verdad ha sido su fuerza y razón de lucha la convoco para que siga con su papel transparente de ciudadana libre de culpa y sin escondrijos, para que le saque  el mejor resultado a su condición de jurista.

Debo aclararle a la creadora de mi incomodidad periodística que reacciono por la dignidad de un medio al cual pertenecemos un grupo de destacados periodistas y escritores; respetado, leído, acreditado como creíble; reacciono en defensa de una profesión que desde hace rato quieren callar muchos abogadillos que fungen de juristas, porque le temen a la verdad, a la investigación, a los estudiosos que aún quedamos en esta profesión, nunca oficio, una de las más peligrosas del mundo por esas reacciones que saltan a lo público y dejan al periodista como un falso victimario. Esto le ha costado el luto diario a un gremio que lucha y propende por la verdad en un país donde la libertad de expresión, que por actitudes como la suya, está en cuidados intensivos, y con el miocardio lastimado. Esas actitudes de amenazas jurídicas rompen el cordón umbilical entre la verdad, y nada más que la verdad, con una realidad: entre cielo y Tierra no hay nada oculto.

Por la libertad de expresión y la dignidad el periodismo ¡ni un paso atrás!