Se emplea culinaria e industrialmente como colorante para alimentos y como condimento además de beneficios en materia de salud.

Es una planta de la familia de las Bixáceas, que crece hasta 5 metros de alto,  tiene una corteza pardusca y ramas escamosas. Sus hojas son ovaladas y acuminadas, y sus flores rosadas, en panículas, terminales en cápsulas redondeadas y cubiertas de largas espinas delgadas y suaves; se cultiva en Centro y Suramérica, las Antillas y regiones tropicales. Los pueblos originarios de Centro y Suramérica lo utilizan como pintura corporal y facial para sus rituales religiosos.

Florece en septiembre, y sus flores caen muy pronto para dar paso al fruto, el cual es una cápsula carnosa, de forma oval, cubierta de espinas flexibles, encierra muchas semillas;  adheridas a ellas hay un polvillo de color rojo vivo. Los indígenas solían macerar sus semillas para obtener una sustancia roja, con la que teñían sus cuerpos.

Comparado con el azafrán del antiguo continente, el achiote, árbol de maravillosos beneficios medicinales, también conocido como anate, bija o achiotillo posee cualidades terapéuticas incomparables, a las que se suman otras utilidades de carácter culinario, en un aprovechamiento tanto de sus hojas como de su flor, y por supuesto, más importante aún, de su apreciada semilla.

Se emplea culinaria e industrialmente como colorante para alimentos y como condimento. En Latinoamérica, especialmente en Centroamérica y el Caribe, es usado de modo amplio en las diversas gastronomías.

Las semillas de achiote poseen una sustancia que se asemeja a la cera y que actúa como paralizante de los parásitos intestinales, por esta razón es fundamental para la regulación de las funciones digestivas.

El achiote posee varios compuestos activos, entre flavonoides, vitamina A, vitaminas del complejo B, C, leuteína, pectina, norbixina, glucósido de apigenina y otros más, que son los que le atribuyen a la planta sus propiedades medicinales, terapéuticas: astringente, antiséptico, emoliente, antibacterial, antioxidante, expectorante, cicatrizante, febrífugo, estomáquico y antidisentérico, diurético y antigonorréico, purgante, desinflamatorio e hipoglicemiante.

En casos de inflamaciones de la boca y la garganta es útil para aliviar la inflamación y el dolor, ocasionados por molestias en la garganta, para ello se toma un manojo de hierbas de achiote, una cucharada sopera de jengibre, se hierve en un litro de agua y se hacen gárgaras cada ocho horas hasta que desinflame la garganta.

Las semillas molidas del achote son de gran ayuda para aliviar las afecciones estomacales, la viruela, las enfermedades renales, disentería y astringencia. Además, funciona como un purgante ligero,  y contrarresta los problemas del hígado. Los estudios más recientes le otorgan al achiote excelentes propiedades, gracias a que es rica fuente de provitaminas A y D.

El achote además del color le coloca sabor a los alimentos