Científicos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, descubrieron que la solución podría estar en un endulzante que suele utilizarse en la goma de mascar.
Las enfermedades neurológicas no solamente son graves, sino que impiden que el paciente pueda desarrollar sus actividades diarias, al debilitarse su cuerpo y su mente. Una de ellas es el Parkinson.
La enfermedad de Parkinson es el segundo desorden neurológico más común, detrás del Alzheimer; y si bien es posible detenerse parcialmente su avance, no hay cura. Científicos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, descubrieron que la solución podría estar en un endulzante que suele utilizarse en la goma de mascar.
Se trata del manitol, un edulcorante natural que se extrae de plantas y hongos. Si bien tiene otros usos médicos, experimentos demostraron que podría ser la clave en la cura del Parkinson.
Estudio
Investigadores de los departamentos de Microbiología molecular y Biotecnología de la Universidad de Tel Aviv, llevaron a cabo un estudio para determinar cómo el manitol ayuda a curar o mejorar notablemente a quienes sufren de Parkinson.
El experimento se llevó a cabo con moscas, por lo que está en una etapa muy temprana, pero sus resultados son alentadores. Se utilizaron moscas con una alteración genética, que hacía que tuvieran en el cerebro la proteína αsinucleina.
La proteína αsinucleina es la misma que se acumula en los cerebros de quienes padecen Parkinson y que reduce la trasmisión de dopamina entre las neuronas, lo que, finalmente, conduce a que estas mueran.
La enfermedad de Parkinson es progresiva y, poco a poco se pierde el control motor del cuerpo, habilidades cognitivas y emocionales y funciones autónomas del organismo; es invalidante y, finalmente, mortal.
Experimento
En una primera etapa, los científicos de la Universidad de Tel Aviv se dieron cuenta que el manitol evitaba que las moléculas de la proteína αsinucleina se agruparan en los tubos de ensayo. Para probar si el efecto sería similar en el cerebro, experimentaron con moscas.
No eran moscas normales, sino moscas de la fruta alteradas genéticamente para desarrollar la proteína αsinucleina. En un principio, se midió su capacidad motora a la hora de trepar por las paredes de un tubo de ensayo. Soalmente un 38 % de ellas fue capaz de hacerlo.
En la segunda etapa, se añadió manitol a su comida durante 27 días. Pasado ese periodo, se las volvió a someter a la misma prueba. Esta vez un 70 % de las moscas con la alteración genética fue capaz de subir las paredes del tubo, lo que demostró una mejora notable de sus habilidades motoras.
El experimento se volvió a hacer con ratones que tenían una mutación genética similar a la de las moscas, esta vez inyectándoles el manitol. Los roedores también mostraron mejoras.
Todavía falta experimentar y estudiar más los efectos del manitol sobre el cerebro, y, especialmente, en la acumulación de la proteína αsinucleina en las neuronas, pero los resultados se ven prometedores.
En un futuro podría utilizarse el manitol en combinación con otros medicamentos, lo cual es la clave para un tratamiento efectivo contra el Parkinson, enfermedad que afecta al 1 % de los norteamericanos mayores de 65 años.
Ojo científico
Las enfermedades neurológicas no solamente son graves, sino que impiden que el paciente pueda desarrollar sus actividades diarias, al debilitarse su cuerpo y su mente.
Mohamed Ali, el campeón mundial de boxeo es víctima de el Parkinson