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LA VENERABLE MARGARITA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Estrellas-de-navidad-4LA VENERABLE MARGARITA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

 

 Álvaro Jesús urbano Rojas

Columnista

Primicia

 

¿Quién era la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento?  Por más de 40 años indagué  sobre el tema y nadie conocía su significado. Mis hijas me hicieron la misma pregunta sobre tal expresión misteriosa y mística, insertada en el texto de la novena de navidad.  Gracias a la Internet, averigüe  la historia: “En el año 1636 Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, la cual se hizo famosa: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado”. La monja, falleció a los 29 años, recibió la misión de propagar especialmente la devoción a la divina infancia de Cristo.

 

Lleno de confianza Niño Jesús presentamos las necesidades de nuestra querida  Colombia, a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, lo hacemos  por los méritos de tu  infancia para que nada nos sea negado:

 

Niño Dios te pedimos que Colombia deje de ser un país violento, masacrado por los grupos criminales alzados en armas y por la corrupción y las mafias de la contratación, la salud, la minería ilegal y el narcotráfico, que nuestros gobernantes no traten con desdén al ciudadano, que sepamos elegir a nuestros nuevos congresistas. Libéranos de la pobreza, la pereza, los vicios, de creernos nuestras mentiras, de la politiquería, de nuestra mentalidad mafiosa, de la decidía, el pesimismo, la envidia  y la ingratitud,  de las improvisación, de las negociaciones amañadas, de las deficientes contrataciones.

 

Niño Dios te suplicamos por los méritos de tu infancia se replantee el pacto de La Habana para que ninguno de nuestros municipios termine por designio de nuestro Santos, en circunscripción especial electoral para las FARC. Divino niño Dios permite mejorar los índices de desempleo y miseria, en drogadicción, pandillismo, suicidios, alcoholismo,  violencia en los estadios, prostitución infantil y mortalidad materna.

 

Gracias Niño Dios por impedir seguir  deforestando nuestro bosque tropical de sus musgos, líquenes y chupallas.

 

Gracias por librarnos del vecino borracho con Pielroja en mano, que con malabares irresponsables quemaba cuhetones ruidosos, lanzando silbadores y sacaniguas. El día de las velitas un silbador ascendió por entre sus pantalones provocando estragos en sus partes nobles; le dejamos por apodo “arbolito de navidad” pues  las bolas sólo le quedaron de adorno.

 

Feliz Navidad.