En Colombia, el índice de personas que desarrollan su actividad profesional por cuenta propia es bajo, aun sabiendo la capacidad que tenemos para innovar y mejorar lo que otros han hecho. Lo único que necesitas es una idea y muchas ganas de trabajar.
Karen A. Posada
Especial
Hace unos días hablaba con una amiga sobre la creación de un restaurante, y el sin fin de exigencias que acarreaba el mismo, pensé que era un buen tema para debatir. Arrancar un proyecto empresarial y hacerlo funcionar es un proceso complejo en que es necesario tener en cuenta muchos aspectos: tu carácter y tus habilidades, la viabilidad de la idea, la forma jurídica más adecuada para llevarla a cabo, los trámites necesarios, los gastos iniciales, las fuentes de financiación al alcance, pero lo imprescindible es tener una idea para iniciar todo el proceso.
Cuando tengas la idea hay que darle forma y ver si tiene posibilidades de convertirse en una empresa. La posibilidad de crear tu propia empresa debe contemplarse como una opción más dentro de las distintas posibilidades existentes en el mercado laboral. En Colombia, el índice de personas que desarrollan su actividad profesional por cuenta propia es bajo, aun sabiendo la capacidad que tenemos para innovar y mejorar lo que otros han hecho. Lo único que necesitas es una idea y muchas ganas de trabajar.
El resto de necesidades puedes verlas cubiertas con el apoyo de agentes externos: socios capitalistas y trabajadores, entidades financieras, sociedades de capital – riesgo e incluso entidades gubernamentales a través de sus programas de apoyo a la creación de empresas. Cuando hablo de autoempleo o creación de la propia empresa me refiero a nuevas formas de realización de trabajo con sentido de actividad económica pero no ligadas a la tradicional relación empresa – sueldo. En este proceso de creación de empresas a mi modo de ver intervienen cuatro variables:
Perfil personal. Tener la adecuada formación profesional, cualificación social y autonomía para el aprendizaje. Capital. Englobando aquí el capital disponible y el acceso a fuentes de financiación. Saber hacer. Conocimiento que te proporcione la capacidad operativa para ofrecer un producto o servicio demandado por el mercado. Relaciones sociales. Pueden tratarse de relaciones personales o profesionales y abren la posibilidad de asociaciones, formación, contratos, información, etc.
La creación de empresas tendrá una serie de efectos sinérgicos sobre la economía social circundante al emprendedor al posibilitar el desarrollo de otras ideas latentes y el empleo de nuevas personas. Crear tu propia empresa tendrá sus ventajas y desventajas. Dependerá de los intereses y de la personalidad de cada promotor el dar más importancia a unas u otras.
Unas de las ventajas que notaras al tener tu propio negocio son: que se disfruta de la satisfacción de ser su propia jefa o jefe, se tiene la facultad de hacer las cosas a la manera que cada cual quiere, se tienen las recompensas de la propiedad de forma tangible e intangible, puede uno asegurar su propio futuro guardando un fondo sustancial para el retiro y se puede vender el negocio en el momento que sea beneficioso, se crea trabajo para otras personas, y se les puede ayudar a mejorar, se puede compartir la prosperidad pagando dividendos, o porcentajes de las ganancias a los socios y socias.
Claro está que no todo es color de rosa, también vas a notar que hay inconvenientes ya que la clientela suele ser delicada y exigente. Hay que cumplir con un alto número de exigencias legales y afrontar ciertos gastos necesarios para poner en marcha y desarrollar una actividad empresarial. El alcance de las operaciones se ve limitado por los recursos de que se dispone. Hay que conformarse con lo que se puede alcanzar, y a veces esto es causa de frustración. Se trabaja muchas horas, e intensamente.
El negocio no solamente va a absorber las energías de quien crea la empresa sino que también te exigirá la dedicación de tu tiempo. Tu vida social y familiar se verá disminuida por estas razones. Recuerda que a la hora de crear tu empresa debes definir muy claramente lo que quieres hacer, debes contrastar la idea con otras similares que ya existen en el mercado, debes hacer una recogida de datos señalando los puntos fuertes y débiles de la idea, define con toda exactitud las características del producto o servicio, ventajas e inconvenientes y necesidades que cubre, busca las tipologías de posibles clientes y las expectativas de aceptación, el precio del producto o servicio es importantísimo, el costo real de la elaboración, precios de la competencia, estrategias de precios en el comienzo de la actividad.
Ten presente la promoción, las relaciones personales son un buen instrumento. Además existen otros medios como las revistas, los periódicos, los volantes, las tarjetas, etc.
Las buenas acciones merecen ser imitadas. Sigue el buen ejemplo de otras personas. Aprende de aquellos que tienen su propia empresa, que la mayor parte del tiempo están contentos, que saben que la vida no es fácil, pero lo que te genera esfuerzo te brinda satisfacción. Imita sus virtudes, sus actitudes positivas, sus ganas de compartir, su entusiasmo por ser sus propios jefes, y ten presente que vida que conozcamos es una sola y es esta, así que lo que no hagas ahora, no lo vas a hacer nunca.
Estoy de acuerdo, es buena forma didáctica como explican en relación con el arte de crear empresas, yo pregunto quien no se ha metido en esta empresa y son demasiado pocos los triunfadores. este articulo nos ayuda a ser atterrizados
La autora tiene razón en sus planteamientos, debemos planear antes de ejecutar
No solamente basta con tener una idea y las enormes ganas de trabajar. Al tener una idea de empresa y/o negocio lo indispensable es pensar en satisfacer una necesidad carente en el mercado donde no haya tanta sobre oferta, tal ves sí exista una sobre oferta del producto o servicio que se tiene en mente para crear la empresa, será entonces en pensar en tener un valor agregado sobre saliente para que así pueda ser competitivo en el mercado