Las alarmas se prendieron y los recursos económicos empezaron a circular en forma abundante para la campaña política, que busca reelegir a la mayoría de congresistas.
Son pocos los que se han pronunciado sobre el tema. Una buena parte de la sociedad guarda un silencio cómplice, que puede originar un escándalo de iguales o superiores proporciones a la parapolítica.
Ahora las bandas criminales son auspiciadores de varias candidaturas al Legislativo en busca de leyes y normas que les permitan el «perdón y olvido», tal como sucedió con el paramilitarismo que se transformó en las bacrim.
Este triste que Colombia no aprenda la lección según la cual un grupo de políticos, cada cuatro años, « vende su alma al diablo» para poder seguir en el poder, sin importarles principios, ni consecuencias.
Es hora de que el país abra los ojos para evitar que estos hechos, que nos avergüenzan tanto en el interior como en el exterior, no se repitan. . Es hora de que todos adoptemos decisiones de conciencia y dejemos a un lado las prebendas que se están entregando a lo largo y ancho, para que un grupo de corruptos sigan legislando en favor de sus intereses y en contra el pueblo colombiano.
La Fiscalía ha iniciado las investigaciones del caso, mientras que la Procuraduría se ha dedicado de lleno a defender criterios y posiciones religiosas o de moralidad, sin importar cómo el dinero se mueve en una campaña donde no hay ideas; simplemente, fajos de billetes para que buena parte de políticos comprometidos con este mal sigan eligiendo a altos magistrados como procuradores y contralores.
Colombia necesita una transformación inmediata. El país reclama que el Estado esté al servicio de sus ciudadanos, y no al servicio de algunos psicópatas que se han tomado a través de la corrupción los más altos cargos.
Es por ello que estamos de acuerdo con la revocatoria de la dirigencia de este país, que ha actuado y utilizado la corrupción para alcanzar sus propósitos. Hace poco un prestigioso abogado proponía la revocatoria del poder judicial, que nos parece acertada, ante la serie de escándalos que se presentan al ser designados los magistrados en buena parte por políticos cuestionados.
La revocatoria debe extenderse a otros sectores y poderes aprovechando que se trabaja por lograr la paz en Colombia, que, seguramente, de continuar el manejo irregular, se derrumbará otra de las ilusiones del pueblo.
este país esta manejado por familias poderosas corruptas en las cuales disfrazan la monarquía con democracia fingida
Si. Deberíamos revocar los 3 poderes por corruptos; tanto el ejecutivo, como el legislativo y el judicial son corruptos.El fiscal no puede con su complejo de Eróstrato y quiere figurar a toda costa pero, si hiciera una reforma efectiva al sistema que maneja, le haríamos una estatua.Ahora critican a Oscar Iván Zuluaga dizque por ser un deconocido.Quieren otro Santos? a Barreras? a Serpa o Sampèr?. A Pastrana? No olviden que los 3 expresidentes mencionados han sido los peores de los últimos 60 años y son del estrato 8 de la capital.