HISTORIA DEL ‘DÍA DE LA MADRE’

La celebración del ‘Día de la madre’ tiene sus raíces en la Grecia antigua, en las festividades que se cumplían en honor de Rhea, la madre de Júpiter, Neptuno y Plutón. Fue en el siglo XVII, en Inglaterra, donde comenzó una celebración que se denominó ‘Domingo de servir a la madre’. En ella se honraba a las progenitoras de Inglaterra. Todos los criados tenían permiso remunerado ese día para ir a visitar a sus madres. Eran tiempos en que los miles de pobres ingleses trabajaban como criados para los ricos. La mayoría vivía en las casas de sus patronos, lejos de sus hogares.

Esa costumbre, que producía inmensa alegría en la servidumbre pues tenían la oportunidad de estar aun cuando fuese por algunas horas cerca de su mamá, fue cobrando fuerza. Vino luego el ritual de preparar una torta o tarta especial. La llamaron «servir a la madre», era llevada por los criados que iban de visita a sus hogares y la entregaban como presente a sus madres.

En Estados Unidos, el primer día de tal celebración fue sugerido en 1872 por Julia Ward Howe, como un día dedicado a la paz.

El origen del ‘Día de la madre’ es la tierna historia de una joven que perdió prematuramente a su madre. Concibió la idea de dedicar un homenaje, un día sin igual, para rendirle tributo a ese ser maravilloso. La estadounidense Ana Jarvis, de Philadelphia, luego de la muerte de su madre en 1905, decidió escribir a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades para que la apoyaran en su proyecto de celebrar el ‘Día de la madre’, en el aniversario de la muerte de su madre, el segundo domingo de mayo.

Tuvo muchas respuestas, y en 1910 ya era celebrado en casi todo el territorio de los Estados Unidos. Al ver la joven Jarvis la gran acogida dada a su iniciativa, logró que el Congreso de los Estados Unidos presentara un proyecto de ley a favor de la celebración del ‘Día de la madre’ en toda la Nación.

En 1914, luego de deliberar y aprobar el proyecto, el presidente de entonces, Woodrow Wilson, firmó la petición que proclamaba el ‘Día de la madre’ como día de fiesta nacional, que debía ser celebrado el segundo domingo del mes de mayo. Posteriormente, otros países se fueron sumando a la celebración, y Ana Jarvis pudo saber de más de 40 países de diferentes partes del mundo en este acontecimiento sentimental, que no tenía otro fin que rendir homenaje y enaltecer a ese ser que da parte de sí para procrear vidas.

(Autor sin identificar).

COLETILLA: Aunque la vieja tradición de celebrarles un día tiene aún validez, no hay que olvidar que todos los días les debemos respeto y admiración a las mamás. No todas las mujeres son escogidas por el Hacedor de la vida para ejecutar su espléndida obra. Algunas, por distintas razones, no pueden concebir.

Para todas las mamás de Colombia va un saludo caluroso y filial, con fervientes deseos porque sus hijos les coronen de amor su frente como gesto de gratitud por sus muchos desvelos, por la vida que a ellos les otorgaron.