Gustavo Petro nuevamente se encuentra al frente del timón de la alcaldía de Bogotá, luego de un intenso enfrentamiento con el procurador Ordóñez.
Entrevista del alcalde de Bogotá Gustavo Petro con el canal de Televisión Euronews, que transmite para 102 países de Europa, Norteamérica y África.
Alberto de Filippis
Especial para Primicia
¿Puedo llamarle señor Alcalde?
– Aún.
Me explica por favor, como si yo fuese un niño de seis años, ¿cuáles han sido las acusaciones y qué es lo que ha pasado?
–Yo soy excombatiente de la insurgencia colombiana. Hice hace 25 años un proceso de paz y dejé las armas. A raíz de él, cambió la institucionalidad, dándonos derechos políticos, democratizando el país, y después de 25 años, y habiendo ganado por elección popular la Alcaldía más importante de Colombia, su capital, con relativa autonomía política y financiera, hemos sufrido una destitución por parte de una autoridad administrativa, es decir, no en virtud de una decisión judicial, penal, el funcionario cometió un delito y aun siendo elegido se va, sino por una decisión de un funcionario administrativo que le quita el poder del voto a la ciudadanía bogotana y los derechos políticos hasta por quince años al Alcalde. Este funcionario es de extrema derecha. Hace parte de las corrientes más fanáticas que fueron de la Iglesia Católica, incluso fueron excomulgadas alguna vez, el lefevrismo, y a partir de esa mentalidad fascista decidió una especie de «pogrom» contra las ideas progresistas, contras los funcionarios públicos que las enarbolan. Hay una cadena larga de personas que siendo miembros del Congreso y alcaldes han sido destituidos e inhabilitados casi de por vida, porque tienen políticas diferentes a la manera de pensar de este señor, el señor Ordóñez, procurador General, sin funciones judiciales, pero que ha logrado destituir e inhabilitar aprovechando vacíos jurídicos del país que aún no acatan completamente las normas de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, que nosotros mismos firmamos desde el año 1969 y que prohíben taxativamente el que un funcionario administrativo, sin mediar orden judicial, penal, destituya y limite los derechos políticos tanto de ciudadanos electores como de ciudadanos elegidos.
¿Las acusaciones cuáles eran?
– Nosotros aquí tomamos una decisión política, administrativa, incluso ordenada por la Corte Constitucional, de cambiar el modelo del aseo de la ciudad completamente privatizado lo volvimos mixto, formamos una empresa pública que compite con las otras, e incluimos, que esa era la orden de la Corte Constitucional, cerca de 14 mil muy humildes mujeres y hombres recicladores que son personas que en la madrugada abrían caneca por caneca en la calles, bolsa por bolsa a esculcar y a sacar cosas que pudieran vender en el mercado, ese era el reciclaje en Bogotá y la Corte Constitucional ordenó incluirnos en el modelo de aseo, remunerarlos, dignificarlos, hoy estamos pagando 88 mil toneladas de productos reciclados, yo expedí un decreto generando esta nueva tendencia mundial, necesaria en cambios de tiempos climáticos y dignificamos estas familias, como remunerar a los recicladores , incluirlos, implicaba reducir las ganancias de los grandes empresarios particulares privados, estos salieron a sabotear el servicio, nos dejaron tres días las basuras en la calle y a partir de ahí iniciaron las demandas contra el Alcalde tratando de recuperar sus privilegios, una de ellas a la Procuraduría, y la Procuraduría la usó para destituir el voto popular en la ciudad de Bogotá.
¿Y Por qué según usted el Tribunal Superior de Bogotá, cambió de idea, después de varias instancias?
– No ha cambiado de idea, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, decidió protegerme con medidas cautelares, es decir, yo debería ser Alcalde no solo desde el inicio de mi periodo sino hasta el final de mi periodo, gracias a esa protección unánime de la Comisión Interamericana, pero el presidente de la República decidió desconocerlas por primera vez en Colombia, lo que produjo mi salida del cargo durante un mes, el Tribunal Superior lo que hizo fue a partir de una acción de amparo que se llama aquí de Tutela, decirle al Presidente que las medidas cautelares son obligatorias y que por tanto él y se le ordenó desde esa instancia judicial que él debía restituirme en el cargo, por eso usted Alberto y yo estamos hablando en el despacho de esta Alcaldía.
¿Y usted cree que la lucha alrededor de la Alcaldía de Bogotá, tenga algo que ver con las elecciones presidenciales en mayo?
– Sí claro, está ya cruzada toda acción, en este momento está cruzada por los intereses electorales, se disputa la Presidencia de la República en el mes de mayo, estamos a escaso un mes, para bien o para mal es un sí en el proceso. Nosotros estamos luchando, hemos llenado varias veces las plazas públicas de todo el país por profundizar la democracia en Colombia que hoy pasa por darle garantiza reales a las maneras de pensar diferentes cuando estas son elegidas legítimamente por el voto popular.
¿Cómo considera la reacción del presidente Juan Manuel Santos, el primer mandatario considera esta como una restitución controvertida?
–Igualmente ambigua, el Presidente está en un país, dirige un país que lleva décadas de violación sistemática de derechos humanos, aquí asesinaron un partido político de izquierda en masa, más de cinco mil militantes, hace dos décadas apenas, aquí se encuentran fosas comunes de campesinos descuartizados por los ejércitos privados, congresistas de la República ligados con el narcotráfico, aquí hay una de las grandes crisis humanitarias de la humanidad, más de seis millones de desplazados que viven en estas ciudades huyendo de la violencia. El Presidente está en un proceso de paz con una parte de la insurgencia colombiana tratando de acabar la guerra y el punto fundamental de la negociación son las garantías políticas, porque esa guerrilla que trata de hacer la paz precisamente hizo un partido político en el pasado, al cual asesinaron en masa, la Unión Patriótica y es del tema de las garantías políticas de lo que se está hablando aquí, en el caso del Alcalde de Bogotá. Entonces un mensaje ambiguo genera dudas sobre la credibilidad que debe tener el Presidente y que tiene que ser muy fuerte en un proceso de negociaciones en una guerra que tiene ya 60 años de antigüedad y que se ha construido sobre la base de esa violencia de la desconfianza mutua entre muchos sectores de la sociedad colombiana, la palabra es un elemento de confianza, el Presidente había prometido a inicios del presente año, respetar las medidas cautelares de la Comisión Interamericana, el día que eso ocurrió no las cumplió y ahora un Juez interno le obliga cumplirlas y la respuesta ha sido ambigua, si la cumplo pero, voy a intentar rechazarlas más adelante, ese tipo de mensajes no da la certeza de la paz, que es imprescindible para la sociedad colombiana.
Señor Alcalde, para que la gente entienda en el mundo, la violencia generalizada en muchos lugares del país, provoca desplazados, gente que se muda a las ciudades y acaban por vivir en barrios marginales como desafortunadamente los que existen en Bogotá, en esos barrios llegan también los narcotraficantes, los paramilitares ¿cómo se puede salir de este círculo infernal y transformar la ciudad en una ciudad digamos normal?
– Hay dos elementos en la violencia, Bogotá tiene una de las tasas más bajas de América y eso es producto de una política muy fuerte de inclusión social, de igualdad, ante las oportunidades que 10 años de gobierno de izquierda han logrado en esta ciudad. Yo logré reducir la pobreza en esta ciudad en un solo año,2013, según estadísticas independientes en una tercera parte, a partir de una audaz política social de inclusión, que es lo que a ciertos sectores políticos muy de la derecha, fascistas dentro del Estado no les interesa porque implica de cierta forma un cambio de modelo político. Pues yo te diría que la respuesta a la Paz tiene que ver con un cambio de modelo político, de inclusión fuerte de la población en todo el país, de democratización de Colombia, pero también de asumir con audacia salidas al problema del narcotráfico, que es parte de una discusión que yo diría es mundial, ambas cosas, porque primero fue la desigualdad social, primero fue la violencia y solo después surgió el narcotráfico que ha usado la violencia en su propio beneficio, pero si no resolvemos lo primero, lo que originó la violencia, tampoco vamos a poder resolver lo segundo, que es el narcotráfico usando la violencia para adueñarse del Estado en Colombia y del territorio, que lo hace entre otras cosas casi indestructible. El narcotráfico en Colombia es un narcotráfico con poder y cohonestado, producto de mis denuncias, que ahora me castigan, yo logré iniciar unos procesos siendo miembro del parlamento colombiano, senador de la República, denunciando con nombre propio y con casos la articulación entre senadores y jefes militares de ejércitos privados del narcotráfico, que aquí se llaman paramilitares, la tercera parte del Senado a partir de ese debate hoy están en la cárcel y me gustaría preguntar cuántos países del mundo que se dice democrático, pueden observar que la tercera parte de su Congreso que hace las leyes pertenece no a la ciudadanía, llámese de derecha o izquierda, sino a los narcotraficantes. Indudablemente la Paz no se puede construir sin quitarle el Estado al narcotráfico pero para quitarle el Estado al narcotráfico hay que entregarle el Estado a la ciudadanía y eso se llama democratización y esos son dos temas que van de la mano en lo que podríamos llamar un verdadero proceso de paz en Colombia.
Usted ¿cómo considera el nivel de lucha del narcotráfico y políticamente opina también que la legalización podría ser una opción?
– La legalización interna del consumo de drogas nos permite rescatar al consumidor generalmente un joven de escasos recursos de las manos de las mafias barriales a la ayuda del Estado en cierta forma eso ya lo iniciamos en Bogotá y también nos lo castigan, a través de una política de salud pública hacia el adicto de la droga, pero no va más allá, es importante para la población juvenil adicta al consumo de drogas que en lugar de tener una represión que lo lleva al calabozo, al encierro y quizás a peores consecuencias, es mejor tener una enfermera, un médico, una mano amiga que atienda lo que significa la adicción de las drogas que ayude a disminuir el daño pero ya el tema global del narcotráfico, de sus redes internacionales de lavado, etc. de la posibilidad de una legalización mundial no depende de un alcalde, ni siquiera de un Presidente, depende de una enorme discusión mundial que en este momento se adelanta pero que va a pasos lentos a pesar de que cada vez más gente se da cuenta que la llamada guerra contra las drogas lo único que ha generado es el fortalecimiento de las mafias, la capacidad de las mafias de cooptar el Estado, niveles cada vez más agudos de enfermedad social, juventudes discriminadas en muchos de los países.
Usted ahora tiene una segunda oportunidad ¿Cuáles son sus proyectos?
– Seguimos bajo la inestabilidad, sobre nosotros pende la espada de Damocles porque hasta ahora nos han protegidos instrumentos en la base de la justicia, cuando sube ante instancias superiores actúa la gran fuerza del procurador que literalmente influencia a Magistrados de la justicia a partir de emplearles sus hijos, sus hermanos, establecer nexos no santos y con eso ha logrado neutralizar los instrumentos de las garantías que nosotros tenemos dentro de la Ley. Por eso son tan importantes las medidas que nos otorgó la comisión interamericana, por eso es tan difícil la posición del presidente al haberlas rechazado una vez y haberlas reconocido después pero poniéndole puntos suspensivos que genera un ambiente de inestabilidad en la ciudad de Bogotá, entonces me parece importante la solidaridad internacional democrática, todas las fuerzas progresistas que crean en la democracia, en el libre pensar, en el voto ciudadano y su poder soberano, las necesitamos al lado de la ciudad de Bogotá para que nos ayuden a que este intento totalitario no fructifique y Colombia pueda decirle al mundo finalmente que es capaz de construir una democracia sólida y un camino muy certero hacia la paz.
Tanto que está pegando en términos personales Gustavo Petro, porque no solo hay logro de la izquierda en el pasado, hay también problemas que tuvo, un predecesor suyo está en la cárcel, ¿cuándo paga usted los errores de sus predecesores políticos, cuanto tuvo que hacer para solucionar los problemas provocados por otros?
– Yo mismo fui el que denunció la corrupción del gobierno pasado y están en la cárcel los protagonistas de esa corrupción inmensa, yo mismo aquí vine y entonces estas instancias complejas del Estado a nivel local, sacamos las mafias de la corrupción que parcialmente ahora hacen parte de este esfuerzo para sacarme de la alcaldía, por recuperar su viejo poder. Nosotros democratizamos la ciudad de Bogotá y por eso los resultados en reducción de la violencia, la reducción de la pobreza, la reducción de la desigualdad social, de un ordenamiento territorial de vanguardia como fue reconocido hace poco en la Universidad de Harvard y en el Foro Urbano Mundial de las Naciones Unidas que son digamos nuestros aportes a una discusión mundial sobre la ciudad en tiempos de cambio climático y de la necesidad de construir equidad, pero en contra tenemos todas las fuerzas que no quieren que este país cambie y obviamente nos han hecho pagar consecuencias, yo estoy si no me protege la justicia, destituido e inhabilitado por 15 años , que a mi edad es una inhabilidad de por vida para ejercer cualquier cargo público a proponerme como candidato a cualquier cosa, una inhabilidad perpetua. Han embargado mis bienes, solo les falta o asesinarme que era lo que hacían antes con todos los dirigentes de izquierda de Colombia, todos sus candidatos presidenciales fueron asesinados, o el destierro que finalmente para mi es casi una derrota, tener que irme porque no puedo aplicar las formas de pensar diferentes, así el pueblo vote mayoritariamente y acompañe mayoritariamente ese esfuerzo.
¿Cuáles son los pasos para que usted salga del túnel, salga de los problemas, que tiene que hacer la ley, que tiene que hacer usted?
– En realidad es simple, solo se necesita que el Presidente decida acatar las medidas cautelares como se lo ordenó un juez interno, pero de manera permanente sin ponerle puntos suspensivos, como lo ordena el tratado que se denomina la Convención Americana de los Derechos Humanos y que nosotros firmamos desde 1969, y del cual nunca habíamos hecho ningún incumplimiento hasta que resultó ser el que les servía para destituir un alcalde de izquierda en Colombia.
A pesar de todo Gustavo Petro, ¿merece la pena invertir en Bogotá?
– Sí, claro, esta es una ciudad de las más pujantes del mundo y lo hecho aquí en términos de equidad, de crecimiento en la educación pública, etc., es la base sustancial para el desarrollo productivo en servicios de la ciudad, esta va a ser una de las grandes ciudades de América. Hay una afluencia de empresas europeas básicamente españolas, inglesas e italianas, francesas en menor medida, ya los demás países tienen menores inversiones, los suecos en transporte, pero este es un mercado que en la ciudad, no en Colombia, equivale a un promedio de ingreso per cápita como Hungría, como Eslovaquia, digamos no es un gran mercado, pero es un mercado emergente indudablemente, con una población la más educada del país, con esfuerzos educativos cada vez más profundos, con una conciencia democrática cada vez más grande, con una cultura productiva que es lo que ha hecho de esta ciudad una especie de isla de relativa riqueza en medio de un país que se desangra, y eso atrae sobre todo en temas de producción de servicios a los capitales extranjeros, fundamentalmente europeos, porque esta ciudad en el fondo es relativamente europea, aunque construye la diversidad colombiana en un punto del territorio rodeado de una sábana hermosa, con la mejor agua potable del mundo, y con un aire que hay que descontaminar, pero que puede permitir ser el escenario de un desarrollo equitativo, sostenible con la naturaleza y ejemplar en mi opinión.
Gustavo Petro, el alcalde de Bogotá, es también una figura de la política nacional. ¿Cómo considera usted la situación actual de Colombia a nivel económico?
– Buenaventura sirve de ejemplo, comparado con Bogotá, yo te pondría dos regiones Buenaventura, el principal puerto hacia el Pacífico, con mayoría de población afro, y mayoría de población indígena, precolombina, mayoritaria en La Guajira, en el Océano Atlántico. En La Guajira los niños mueren de hambre por centenares y en Buenaventura están descuartizando la población, ciudadanos afros, porque es una de las principales rutas del narcotráfico y hay grandes proyectos de inversión en el puerto. Están literalmente cometiendo un etnocidio, pero también un genocidio. En Bogotá al contrario no muere un niño de hambre desde hace tres años, incluye la diversidad de su población en una política democrática y la tasa de violencia se desploma. Nosotros tenemos ya la tercera parte de la violencia de Washington, son Colombias diferentes. A Buenaventura le llevan el Ejército para tratar de controlar el descuartizamiento de seres humanos y a La Guajira no llega un solo peso público para salvar a los niños de morir de hambre. El modelo de Bogotá que es lo que llamamos Bogotá Humana es lo que podría rescatar a Buenaventura de su violencia y a La Guajira de la muerte de sus niños.
En varias oportunidades el alcalde Petro ha recibido el respaldo popular llenando de gente la Plaza de Bolívar.
«El procurador Alejandro Ordóñez de extrema derecha. Hace parte de las corrientes más fanáticas de la Iglesia Católica, excomulgadas alguna vez, el lefevrismo, y a partir de esa mentalidad fascista decidió una especie de «pogrom» contra las ideas progresistas, contras los funcionarios públicos que las enarbolan», dice el alcalde Petro de su enemigo.