«Colombia es un semillero de cultura. Escritores, poetas, escultores, pintores, músicos, cineastas, investigadores, ensayistas, conquistan el mundo con su prodigioso arte».
Jorge Consuegra
Bogotá D.C.
– ¿Su mundo siempre ha sido el de la cultura?
– La cultura como cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales de los seres humanos nos subyuga y obliga a transitar por el maravilloso mundo del conocimiento. Los seres humanos somos alma, vida y corazón de vivencias culturales cotidianas. Es mi mundo y debe ser el de todos.
– ¿Cuáles fueron en su adolescencia sus primeras actividades culturales?
– El teatro, la poesía, lectura, escribir…Escribir mucho, incansablemente. La lectura de novelas y biografías de grandes escritores nacionales y extranjeros marcaron mi atención. Obras de teatro en la cual participábamos. Nuestro Nobel, García Márquez, su estupendo realismo mágico. Vargas Llosa, Platón, Rousseau, Montesquieu, Pombo, Jorge Isaac, Neruda, los poetas malditos, Rimbaud y Baudelaire, «El tuerto» López, los nadaistas, David Sánchez, Manuel Zapata y Juan Gossaín entre otros.
– ¿Siempre tuvo a su alrededor el cine, los libros, la música, las exposiciones…
– Soy autor de varios poemarios y libros, entre los que se destacan Poemas malditos, Versos irreverentes, Infierno y paraíso, Rompiendo cadenas, Bicentenario, hechos y personajes de Colombia y la región caribe, Córdoba, pasado, presente y futuro, Caribe legendario mítico y sangriento, Poemas libertarios, Indígena americano, Patria herida entre otros.
– ¿Por qué sigue siendo la cultura esa maltratada Cenicienta de nuestro país?
– Colombia es un semillero de cultura. Escritores, poetas, escultores, pintores, músicos, cineastas, investigadores, ensayistas, conquistan el mundo con su prodigioso arte. No nos extrañe que tengamos nuevos «nobeles» en nuestro ámbito y riqueza literaria. Desde luego que falta mas apoyo. El Ministerio de Cultura creado por la ley 397 de 1997 y aunque anteriormente existía Colcultura, su creación está a muchas décadas de los ministerios europeos y otras naciones. Se requiere más apoyo presupuestal, incluyente, participativo y logístico para el sector.
– ¿Qué hacer para que la cultura no sea relleno en periódicos y noticieros?
– La cultura es una especie de tejido social, las formas, expresiones, costumbres, maneras de ser, cuadran inobjetablemente en este concepto y se visualizan mediáticamente. Inclusive para la UNESCO, la cultura permite a todos la capacidad de reflexión sobre sí mismo. A través de la cultura nosotros conceptuamos valores y buscamos o encontramos nuevas significaciones de manera sencilla y natural que urge transmitirle a noticieros y prensa para una mayor compenetración y asequibilidad popular. Federico Nietzsche decía que la sencillez y la naturalidad son el supremo y ultimo fin de la cultura. Con sencillez y naturalidad la cultura ganaría espacios mediáticos que captarían la atención de las comunidades.
– ¿Es verdad que los dueños de los grandes medios creen que la cultura pone a pensar a los pueblos y estos es peligroso?
– En el momento en que la cultura pone a pensar a los pueblos desde luego que menos peligrosos serían estas comunidades. La cultura es depositaria inequívoca del progreso y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral. El concepto, de que al vulgo no hay que educarlo porque se nos escapa de las manos, esta revaluado, aunque no se descarta que déspotas o tiranos lo utilicen maquiavélicamente, mas no en nuestro país. La frase libertaria, «un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción” fue una advertencia para que la educación y la cultura fuera una poderosa pócima contra la explotación de la ignorancia. Unamuno decía: «Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. Solo la cultura da libertad. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura».
– Goebbels decía: «Cada vez que oigo hablar de cultura saco el revólver». ¿Es algo real en nuestro medio?
– La concepción de la cultura para los jerarcas nazis fue aterradora. El genocida Hitler decía que para desear la simpatía de las masas hay que decirles las cosas más estúpidas y crudas. El populismo ramplón y absurdo en algunas comunidades todavía lo practican. Lo lógico es que en una democracia participativa existan aspiraciones.
– ¿Por qué nació en usted el deseo de ser Ministro de Cultura?
– El parlamento nacional de escritores y la Asociación de Escritores del Caribe sugirieron mi nombre.
– ¿Cuál es el lunar más grande que ha tenido el Ministerio de Cultura a lo largo de los años?
– Los ministros hacen ingentes esfuerzos para otorgar una dinámica efectiva a la cultura nacional. En un país ávido de cultura urge incrementar el apoyo.
– ¿Han sabido realmente, nuestros Ministros de Cultura, manejar esta cartera a la altura de la misma?
– Se han hecho grandes esfuerzos.
– ¿Qué propondría usted para que su Ministerio sea protagonista en la historia del país?
– Como quiera que la globalización podría generar monocultura urge proteger nuestra identidad cultural, nuestros valores raizales o autóctonos sin vetar los foráneos. Colombia es una cantera nutricia de cultura. Esa simbiosis maravillosa, etnográfica, racial, produce valores culturales que merodean exitosamente por el mundo. Fomentar y estimular la creación, la investigación, la actividad artística, cultural y fortalecimiento de las expresiones culturales en todos los niveles patrios. Organizar Y planear la industria cinematográfica y TV cultural. Plan Nacional de cultura incluyente, participativa y de futuro. Turismo cultural para conservación, divulgación y consolidación de patrimonio a través de identificación, valoración, competitividad, sostenibilidad. Fortalecer la red nacional de bibliotecas y museos. Recursos para tecnología cultural maximizada. Incrementar escenarios educativos y culturales para la población. Proteger y apoyar la diversidad y pluralidad cultural. Proteger, conservar, divulgar, el patrimonio cultural de Colombia como testimonio de nuestra identidad e historia.