Hace 62 años, la comunidad indígena de Puracé extrae azufre, primero como trabajadores asalariados y a partir del año de 1998 como propietarios.
Álvaro Jesús Urbano Rojas
Popayán
primiciadiario.com
Hace 62 años, la comunidad indígena de Puracé extrae azufre, primero como trabajadores asalariados y a partir del año de 1998 como propietarios. Hoy son pocas las familias beneficiarias directas de las explotaciones del azufre. Según Emicauca S.A., la mina no es rentable por los altos costos de producción de energía, pagando las tarifas más altas del país, así como los altos valores de combustibles, elevando en un 40% los costos directos.
Su explotación rudimentaria, impacta de manera catastrófica el medio ambiente, así como la producción de papa variedad Puracé, conocida nacionalmente, hoy extinguida por efecto de los gases tóxicos de los autoclaves, diseminados por los vientos cuyo material contaminante marchita y quema la vegetación degradando su entorno a un paisaje lunar, cementerio de frailejones y líquenes de páramo. La frecuente llovizna acentúan la contaminación y su escorrentía extiende la acidificación hasta extinguir la vida en las aguas gélidas de los ríos Vinagre y San Francisco, tributarios del río Cauca; profanación que obliga al municipio de Popayán a hacer cuantiosas inversiones para potabilizar el agua de consumo humano.
En Puracé es crítica la falta de agua potable, pues los desperdicios de la mina propagan la putrefacción de las corrientes existentes. Por lo que ella, ante su inviabilidad, debe cerrarse para darle paso a un gran parque temático que rememore la actividad minera y atraiga el turismo nacional e internacional, como lo hace Panaca, el Parque del Café en el Quindío y la catedral de sal en Zipaquirá.
Parque temático organizado en torno a la mina de azufre, como línea argumental, que aproveche sus amplios laberintos de más de doce metros de ancho y dos kilómetros de longitud, sostenidos por pilares de dieciocho metros de diámetro por doce metros de altura, casi como un edificio de seis pisos, donde pueden tenderse una carrilera para un tren o tranvía que movilice turistas, ligado a un proyecto empresarial sólido, dotado de infraestructura administrativa, museo temático, con un elegante hotel cinco estrellas, muchas cabañas y un call center con servicios de giros bancarios, interconexiones, además con ferias artesanales y gastronómicas por parte de los lugareños, restaurantes típicos de comida tradicional, comidas rápidas de franquicias nacionales o extranjeras, cabañas, cajeros automáticos, salas de cine, internet, restaurantes, tiendas, casino, pistas para deportes extremos y como centro de atracción un moderno teleférico que desde la mina lleve a los turistas al cráter del volcán Puracé.
Estos parques, atraen millones de turistas, cuando se manejan temas de educación y cultura o de preocupación mundial como la ecología, la geología y el medio ambiente, siempre y cuando estén dotados de atracciones adaptadas a la temática, con desarrollos narrativos escenificados teatralmente y desfiles de mitologías autóctonas. De cuyo espectáculo, con tarifas económicas, pueden disfrutar los visitantes, disponiendo del confort de amplias zonas de parqueo, spa, termalismo, servicios de cafetería, bares con música colombiana, discoteca, regalos o suvenires alusivos a la región y a la mina de azufre.
El parque del azufre, sería el polo de desarrollo de una amplia red de servicios con vías seguras, pavimentadas, señalizadas y vigiladas; con agencias de viajes que faciliten el trasporte terrestre y aéreo, ofertando diversiones alternas como: chiva chumbera, montaña rusa, cabalgata por senderos ecológicos y paseos por las haciendas históricas, canopy, balsaje, parapente, escalada, canotaje, pesca deportiva, campin, carros chocones, parque acuático, atracciones de última generación, además con zonas confortable de ocio nocturno y refugios tematizados circunscritos al parque a iniciativa de los lugareños.
Si logramos aprovechar los beneficios del pos conflicto para consolidar la paz y captar una inversión inicial de 31 mil millones de pesos, se generarían más de dos mil empleos directos y tres mil indirectos, incentivando las alianzas público privadas, para direccionar recursos nacionales o extranjeros y ante persuadir a la comunidad indígena de Puracé para que aporte el territorio de la mina y se consoliden como agentes de cambio para construir un nuevo Cauca.