La Federación Colombiana de Golf cuenta con una de las más grandes promesas para este deporte en el país, se trata de Sarita Díaz, quien con tan solo 5 años en cada tiro alcanza entre 75 y 100 yardas que equivale a 65 metros aproximadamente. La precisión del golpe la ha llevado a estar en los primeros puestos de los torneos en los que ha participado. «Me gusta el golf porque me divierto y juego por mi papá (…) cuando grande quiero ser golfista para traerle muchos premios a mi país», afirma Sarita.
Inició a practicarlo desde los 22 meses, cuando su padre, Carlos Díaz, quiso encaminarla en este deporte; ninguna academia la aceptó por ser menor de 3 años y por eso decidió buscar un profesor personalizado. En la actualidad han pasado casi tres años y Sarita ha crecido en este campo. «Queremos formar a Sarita con principios y valores a través de este deporte, en el golf vimos el tema de las relaciones sociales y que es un deporte con mucha ética. Así mismo a través de este adquiere disciplina, responsabilidad y constancia, valores que aplica en sus estudios», comenta Díaz.
De acuerdo con el director de las Escuelas Infantiles de la Federación Colombiana de Golf, William Buitrago, es difícil poder mantener a un niño concentrado en un entrenamiento, pero eso es lo que diferencia a Sarita, pues su disciplina y amor por el golf la han convertido en una de las mejores de su categoría, lo que la hace resaltar de los demás niños es que: le gusta, coordina, es natural y se divierte jugando.
A parte de entrenar en el golf, Sarita practica varias actividades que la ayudan a mantenerse en forma, actualmente se encuentra tomando clases de patinaje y lo practica con sus amigas del barrio, este deporte hace que fortalezca su motricidad y tono muscular, lo que es fundamental para el golf. Además toma clases de matemáticas con el método japonés Kumon, en el cual debe responder con una serie de compromisos como asistir a clase en los centros especializados y cumplir con unos deberes diarios adicionales. Gracias a esta metodología, Sarita se concentra más en todas las actividades en las que participa, tanto académicas como deportivas.
Hoy por hoy se perfila como la niña prodigio de este deporte, incluso tiene su propia marca de gorras las cuales se identifica con un logo y es liderada por su papá. El mayor reto de Sarita es competir en los diferentes eventos nacionales e internacionales de su categoría, que con esfuerzo, dedicación y el apoyo de sus padres lo logrará.