La Candelaria, la localidad cultural de Bogotá
Luis Fernando Garzón Lozada
Edil localidad de La Candelaria
Especial para Primicia.
La ciudad y la república se fundaron como tales en La Candelaria. Desde 1.500 hasta 2.000,la Candelariaha sido el corazón de la gran urbe, es más, Bogotá comenzó a romper los límites Candelarios solo hasta los finales de 1.800. Fueron trescientos años que forjaron desde el comienzo, la diversidad de usos del suelo en este pequeño territorio que se ha mantenido por siglos adaptándose a los diversos estadios de desarrollo de la ciudad.
Hoy, cuando se impulsan políticas públicas que pretenden posicionar a Bogotá como el puerto seco por excelencia en Suramérica, como la ciudad de la salud por sus múltiples ventajas comparativas, como la ciudad de la cultura en el norte de Suramérica y cuando las cifras de La Cámara de Comercio dicen que en el 2010 llegaron al país 1.077.232 personas y de ellas el 51% escogió a Bogotá; que1.200 millones de dólares fueron invertidos en construcción y remodelación de hoteles en 2010; que 1.168 hoteles fueron identificados por La Cámara en Bogotá; que152.000 metroscuadradosde licencias se ha expedido entre junio de 2010 y mayo de 2011 y que 37 hoteles se encuentran en construcción en 2011, se puede afirmar sin duda que se están logrando las metas propuestas en turismo y que este ha de convertirse sino en el más fuerte sector económico, por lo menos si en el más dinámico a nivel regional y nacional.
Varios modelos de crecimiento en el sector turístico que obedecen al diario costo-servicio se abren paso en Bogotá. Y La Candelaria como la centralidad del centro comienza a recibir el impacto de la renovación a tal punto que los ejes del llamado Plan Centro la transversalizan con todo furor. Ya llegaron a sus bordes los proyectos que incluyen en el mismo paquete galerías, cines, tiendas de artesanías, lugares para los acompañantes de los pacientes de las muchas intervenciones médicas, lo mismo que los proyectos GAIA concebidos para servir a la nueva clase de viajeros modernos, ciudadanos del mundo, exploradores de nuevas culturas y viajeros ejecutivos de medianos y cortos recorridos. Ahora en sus aristas se levantarán ciudades verticales que tendrán el pasado hecho presente a sus pies, esa pequeña ciudad añeja, rodeada de contemporaneidad, construida en los sueños y los esfuerzos de sus habitantes ancestrales.
Todos los proyectos de turismo en Bogotá miran con apetito a La Candelaria y entre tanto La Administración Central en contravía de la realidad del mercado, en perjuicio de sus habitantes raizales que le han impreso el sello de calidad, diseñó una localidad pensando más en un barrio que en un polo de desarrollo tan vital como lo es La Candelaria.
La Candelaria que no un barrio, es una localidad que ofrece a futuro tantas y tan variadas actividades económicas, sociales, académicas, artísticas, políticas, administrativas, urbanísticas, de rehabilitación, restauración o remodelación que sobre ella esta:
El Plan Centro de la Alcaldía Mayor.
La renovación urbana de La Empresa de Renovación Urbana ERU.
El Plan de Cuidado y Sostenimiento del Centro Histórico del Ministerio de Cultura.
Los planes de amplificación y fortalecimiento de las universidades.
La mejora de servicios y atracción de asistentes a La Biblioteca Luis Ángel Arango.
Planes de fortalecimiento y atracción de visitantes a los muchos museos, iglesias, teatros y otras salas.
Planes de densificación y recuperación del centro en los bordes sur y occidental de la localidad.
Renovación urbana en el norte de la localidad.
El metro de Bogotá que debe subir a superficie 500 personas mínimo cada 15 minutos y que impactar2.000 metrosa la redonda en cada estación proyectada.
Los planes de turismo de las localidades vecinas, Teusaquillo, Mártires, Santa Fe y San Cristóbal que se tiene que apoyar necesariamente en el imán que representa La Candelaria.
Nuestra área del triunfo o la protesta – la carrera séptima – que permanece llena de gente a lo largo del año y que atraída por la magia candelaria se sumerge luego en los restaurantes, bares, museos, iglesias, territorio adentro.
La remodelación gigante que se ha iniciado con la construcción de la ciudadela de importadores y exportadores de cielos abiertos en Santa Inés.
Si solo se hiciera énfasis en los planes arriba mencionados, toda la cantidad de visitantes, empleados, estudiantes, comerciantes, turistas y demás que han de llegar a La Candelaria, sustentan de manera contundente el uso múltiple del suelo en la localidad, no de otra manera se podrá atender con calidez y calidad tal demanda de personas y armar el entorno para las ruedas de negocios y aprovechamiento de las oportunidades económicas, producto de todos esos planes y proyectos que demuestran en la práctica, una vez más que La Candelaria no es un barrio como algunos piensan, es una ciudad con su zona adyacente de influencia, economía diversa, sociedad compleja y llena de esperanzas.
La magia de La Candelaria