Para la persona que solo logra insertarse por horas al mercado laboral, salvo que sea porque no tiene mayor disponibilidad, termina laborando un mayor número de horas que aquellas que se emplean bajo la modalidad de tiempo completo.
Jorge Giraldo Acevedo
De progresar la propuesta del Gobierno Nacional, en el sentido de pagar por horas a los trabajadores colombianos, desde el punto de vista económico resultará una medida que aumentará las desigualdades.
Debemos tener en cuenta que el pago por horas es favorable en una nación industrializada y desarrollada como los Estados Unidos y la mayoría de países de Europa; Colombia, sigue siendo un país subdesarrollado.
Por norma casi generalizada en Colombia el salario mínimo lo mismo que los ingresos laborales para los profesionales son mediocres y por eso muchas personas que se capacitan en el exterior prefieren quedarse allá en lugar de regresar.
Si vemos la propuesta, con base en la situación económica y los ingresos salariales de los trabajadores, el pago por horas laboradas no ayudará a formalizar el empleo decente, digno y bien remunerado.
Lo que si logro la iniciativa del presente gobierno es que muchas personas la rechacen y a manera de humor folclórico se está asegurando que la discutirán, con mucho gusto, cuando a los senadores, representantes y altos funcionarios de la administración les paguen por horas trabajadas; todos sabemos plenamente que la clase política, con representación en el Congreso, es la que menos trabaja.
Si los voceros del Gobierno Nacional no aceptan reconocerlo existen organismos internacionales que aseveran que las desigualdades en Colombia son monstruosas.
Los ingresos per cápita del 10% más rico son 24 veces los del 30% más pobre.
El caso colombiano es típico de América Latina, la región más desigual del mundo.
Claro está que las desigualdades económicas colombianas no nacieron en la presente administración de Iván Duque Márquez; por falta de medidas efectivas, en los últimos gobiernos, han aumentado en forma grave.