Actualidad, TOP

Pedro Vargas: «EL TENOR CONTINENTAL»

Agustín Lara lo llevó a hacer su primera gira al exterior en compañía de Ana María Fernández en el año 1933. Fueron a Cuba con tan mala suerte que por problemas políticos que se vivían en ese momento, sólo pudieron hacer una presentación, teniendo que regresar a México en un barco de carga y sin un solo peso.

 

 

 

 

 

 

JAIME RICO SALAZAR
Pedro Vargas Mata era su nombre completo y nació en San Miguel de Allende, Guanajuato, el 29 de abril de 1906. Comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su pueblo, haciendo su debut a los 7 años de edad, cantando el «Ave María» de Schubert. En 1920 terminó sus estudios escolares y se trasladó a la ciudad de México.

Tuvo la suerte de conocer a Mario Talavera, que le ayudó mucho en aquellos días difíciles en que llegó a la capital. Se ganaba la vida cantando en iglesias y pudo seguir estudiando gracias a la ayuda que le brindó el Director del Colegio de La Salle, que también colaboró para que  pudiera asistir al Conservatorio Nacional, estudiando piano y solfeo. Conoció al maestro José Pierson con quien inicialmente empezó a educar su voz.

Con él estudiaban además, Alfonso Ortiz Tirado y Juan Arvizu. En estos días quiso hacerse torero, hasta que una vaquilla le dio tan buen revolcón, que le quitó el deseo de seguir con la faena de la muleta y el estoque. Conoció a José Mojica, que le recomendó siguiera estudiando con el maestro Alejandro Cuevas, preparando con él «Cavallería Rusticana» que interpretó el 22 de enero de 1928.

Miguel Lerdo de Tejada lo convenció entonces para que se vincula a la Orquesta Típica que dirigía y salieron a hacer una gira por los Estados Unidos. En Chicago realizó su primera grabación el 22 de enero de 1928: «Mi primer amor». Posteriormente se vinculó a la RCA Victor, dejando grabado un repertorio enorme de canciones.

En septiembre de 1930 obtuvo el primer puesto en el concurso de valses Ann Harding, situación que le definió su vida musical en la canción popular. Desde aquel día Agustín Lara lo nombró su cantante oficial y empezaron a hacer presentaciones en el teatro María Guerrero, en el Esperanza Iris y luego en el Lírico. Su forma discreta y dulce de decir las canciones lo fueron haciendo inconfundible en la interpretación de temas románticos.

Agustín Lara lo llevó a hacer su primera gira al exterior en compañía de Ana María Fernández en el año 1933. Fueron a Cuba con tan mala suerte que por problemas políticos que se vivían en ese momento, sólo pudieron hacer una presentación, teniendo que regresar a México en un barco de carga y sin un solo peso.

Continuó sus presentaciones con la Compañía de don Roberto Soto, luego pasó al Politeama. En 1936 estaba en el Lírico y luego en el teatro Fábrega siempre acompañado por Agustín Lara. En ese año lo invitaron a hacer unas presentaciones en Radio Splendid de Buenos Aires, desligándose entonces de su ilustre acompañante. Y aquí comenzó su peregrinaje por los mejores escenarios artísticos de Latinoamérica y Europa durante 56 años. Querido y admirado por todos los públicos recibió el homenaje sincero del aplauso donde quiera que se presentó. Fue conocido como el Samurai de la Canción, el Cantante de los Presidentes y también como el Tenor Continental.

Su presencia en el cine fue muy importante, habiendo participado en 40 películas. La primera de ellas realizada en 1936 fue Los chicos de la prensa, y en ella estrenó el bolero de Sergio de Karlo «Flores negras». E igualmente en la televisión, habiendo dirigido un programa El estudio de Pedro Vargas, durante 13 años, en donde presentó innumerables personalidades artísticas nacionales y extranjeras. Momento de gran importancia en su vida artística fue el éxito que tuvo en la presentación que hizo en el Carnegie Hall el 20 de marzo de 1964.

Pedro Vargas fundó un hogar modelo con María Teresa Campos el 12 de septiembre de 1931, teniendo 4 hijos que hoy son profesionales y que lo hicieron abuelo hace mucho tiempo. Por sus muchos méritos artísticos fue condecorado en muchas ocasiones. Una de las que más apreció fue la Cruz de Malta que le otorgaron en 1984. Muy agradecido, muy agradecido y muy agradecido… por sus canciones don Pedro Vargas.

Don Pedro falleció cuando dormía, el 30 de octubre de 1989.