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Fallece Eusebio Leal Spengler:HOMBRE QUE ENCONTRÓ LA VERDAD DETRÁS DE LA HISTORIA

Nos tocó la fibra con anécdotas impresionantes. Nos instó a buscar la “verdad detrás de la historia.

 

 

 

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

 

La Habana, 31 jul.-Eusebio Leal Spengler, el hombre sencillo no obstante su grandeza, dedicó casi toda su vida con amor, integridad y pasión a la conservación del patrimonio tangible e intangible de La Habana, falleció este viernes, en la capital cubana.

Parte a la eternidad el hombre inmenso que defendió que «patrimonialmente muchas veces no representa suficientemente lo que esconde: su propia leyenda».

Lo recuerdo desde la distancia, en mis sistemáticos viajes a La Habana, cuando yo solía atravesar caminando de sur al norte La Habana Vieja, encaramado en los andamios en labores de reconstrucción de ese segmento histórico de la capital cubana, dando orientaciones y persuadiendo a los operadores, de cómo debía quedar mejor la obra que emprendía. Muchos creíamos que era una tarea imposible.

Aunque comenzó su vínculo laboral en 1959 en la Administración Metropolitana de La Habana, egresó en 1975 de Licenciatura en Historia en la Universidad de La Habana, aquel joven rebelde y defensor de las acciones buenas y la justicia se dedicó a salvar la Historia, no solo arquitectónica sino también aquella que vive en el alma de los hombres.

Caminó calles de La Habana haciendo historia con su carácter, además, afable y de comunicador por excelencia. Amó a la ciudad de La Habana, en la que nació el 11 de septiembre de 1942. Para él «en el campo del patrimonio cultural hay muchas facetas, más complace lo desconocido que lo que se conoce”, nos dijo en una ocasión quien se consideraba «un profesional de mi trabajo».

Le desagrada la impuntualidad porque minutos perdidos es «tiempo que no vuelve. Es el tiempo de mi vida. Yo puedo dedicarle a usted otro tiempo pero será un tiempo más de mi vida. El tiempo en la medida que pase se va convirtiendo en una agonía para todos los que vivimos prisioneros de él», nos expresó con plena convicción y agregó: «la vida pasa, el tiempo no, el tiempo es el mismo que va decursando».

Leal nunca se detuvo ante las dificultades y asumió retos que parecían que no eran de la talla de aquel joven que gustaba visitar la Avenida de los Presidentes, en la misma esquina de 23, vestido como Elvis Presley.Devenido Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana, Máster en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba, especialista en Ciencias Arqueológicas, a Leal se debe que La Habana Vieja y el Sistema de Fortificaciones para la defensa de la ciudad fuera inscripto en el Índice del Patrimonio Mundial en 1982.

Ocupó disímiles responsabilidades administrativas y políticas, entre ellas, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde el IV Congreso, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la IV-1993, V-1998, VI-2003, VII-2008, VIII-2013 y IX –2018 Legislaturas y Embajador de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas.

Muchos los recordamos cuando una mañana cálida de mes de junio de 2013 Eusebio Leal nos abrió el corazón. Estaba muy entusiasmado con los resultados del Tercer Diplomado Internacional Medios para Comunicar El Patrimonio. Nos habló de vivencias inéditas de su juventud.

Nos emocionó con historias. Nos tocó la fibra con anécdotas impresionantes. Nos instó a buscar la «verdad detrás de la historia, que a veces nos sorprende porque es totalmente diferente, a lo que sabíamos, creemos o consideramos».

Caminó calles de La Habana haciendo historia con su carácter además afable y de comunicador por excelencia.Eusebio Leal Spengler, hombre sencillo no obstante su grandeza, dedicó casi toda su vida con amor, integridad y pasión a la conservación del patrimonio.