Opinión

Opinión: ACCIONES IRRESPONSABLES

Jorge Giraldo Acevedo

El ciudadano corriente,  que sí atiende las normas básicas de convivencia,  lamenta el comportamiento irresponsable de muchas personas que arrojan basuras a las calles; también es inaceptable el proceder de dueños de perros que no recogen los excrementos de sus mascotas y, por  otra parte,  es crítica  la situación  de  individuos que se abstienen de usar tapabocas.

Es que definitivamente vivimos en medio de una sociedad donde no existe conciencia, ni responsabilidad  y mucho menos disciplina sobre el cumplimiento de normas básicas que al no cumplirlas nos afectan a todos.

Por las principales calles de todas las ciudades colombianas  vemos a diario a muchas personas que no utilizan tapabocas a pesar de ser una de las principales maneras de protegerse de la pandemia del coronavirus.

Es lamentable que en las calles,  vías  principales, zonas verdes y hasta parques  se encuentren en forma constante excrementos de perros por la costumbre de sus propietarios de  no recogerlos; no es raro ver que muchas personas ahora tienen 2 y 3 perros como mascotas. 
 
Ahora bien, estoy plenamente de acuerdo con la frase del ingenio popular, «no te pido que recojas la basura; te ruego que no la tires».
 
Es que si todos los ciudadanos nos abstenemos de arrojar papeles y otros elementos a las calles de las ciudades evitaremos la contaminación visual y a la vez el desaseo, ayudamos para que nuestras vías públicas se vean muy bien y, lo primordial, después de un torrencial aguacero, así se eliminarán las continuas inundaciones. Vemos claramente que los papeles y elementos que botamos a las calles, tapan las alcantarillas y por esto se presentan las graves inundaciones.
 
Ante estas marcas de irresponsabilidad, por parte de personas sin ningún grado de disciplina y que nos afectan a todos, hace falta la acción drástica de las autoridades policivas aplicando las normas que se encuentran en el vigente  Código Nacional de Policía y Convivencia.
 
En  el caso de los perros, cuyos propietarios los sacan a defecar en las vías de las ciudades, zonas verdes y otros sitios públicos,  así como existen normas de protección para las mascotas también  hay para el bien de los ciudadanos en general.