Los usuarios de moteles u demás «nidos de amor» deberán cancelar  el «Impuesto al amor»

Colombia es uno de los países con mayor número de impuestos en el mundo. En el Valle del Cauca, la asamblea se «inventó» el «Impuesto al amor», para atender las necesidades recreacionales de los niños. Este impuesto debe ser pagado por los enamorados que en forma clandestina acuden a los moteles, amoblados y residencias para vivir momentos íntimos.

La obligación tributaria del orden departamental, conocida como contribución para la recreación, el deporte y el aprovechamiento del tiempo libre, «Impuesto al amor», establecida por la Asamblea Departamental del Valle, bajo ordenanza 271,  ordena que propietarios de moteles, amoblados, residencias y similares que prestan sus servicios en el Valle del Cauca, deban pagar tributo, está siendo administrada por Recreavalle.

“Estamos haciendo una serie de reuniones con los administradores y gerentes de los moteles o establecimientos de alojamiento temporal en todo el Departamento, creando mecanismos de conciencia, en torno a la recreación en los niños, jóvenes, adultos y adultos mayores prioridad enmarcada en nuestro plan de desarrollo. Estamos diciendo que la prioridad está enfocada en parques recreacionales que necesitan presupuesto para obras de infraestructura, fachada, piscina, zonas verdes y demás, como también inversión en recreación y el deporte”. Manifestó Néstor Raúl Torres, Gerente de Recreavalle.

Con el «Impuesto al amor», que recepciona la entidad se ha podido entregar a la comunidad el parque recreacional del Municipio de Dagua y se trabaja en el acondicionamiento del parque recreacional del municipio de Roldanillo, también  se sostienen diálogos para actuar sobre parque recreacional de Pradera, que sufren deterioro. A la fecha están funcionando aproximadamente el 90 por ciento de los parques en el Valle.

Este y otros parques serán atendidos con los recursos que genere el «Impuesto al amor»