El Agua tiene sed, por culpa de humanos depredadores

La Ley del Agua propuesta por el Gobierno abrirá las puertas a la privatización del líquido y nos ubicará en la crisis mundial del agua, a pesar de nuestro gran potencial hídrico, por ende habrá inequidad para el acceso a las personas más pobres. 

Margaret Torres

Especial para Primicia 

Se creía que Colombia estaría exenta de una crisis del recurso vital, ya que posee los mayores volúmenes de agua en el mundo. Solo para tener un referente, según Rodrigo Marín en su estudio “Estadísticas sobre el Recurso Agua en Colombia, Himat“, en 1992 el País contaba con 2.680.000 hectáreas de humedales, 743 mil Cauces de Agua en 15.519Km de longitud fluvial, en un área territorial de 1.141.748 kms2 y con una población de 39,5 millones de habitantes. En la actualidad se cree que existen 44,5 millones de habitantes, con un considerable deterioro del ecosistema, por la inconsciencia  de la gente, lo cual muestra un panorama poco alentador.

La oferta hídrica en Colombia, según el Ministerio de Medio Ambiente, está calculada en 50 lts/seg/km2, lo cual resulta aceptable con tres veces la oferta hídrica de Sudamérica y seis veces el promedio mundial, pero paradójicamente amplias zonas del territorio nacional, ya presentan escasez del vital líquido, debido al modelo de desarrollo que concentra la mayor parte de la población en la gran Cuenca Hidrográfica del Caribe, que incluye la Zona Andina.

La Cuenca del Magdalena-Cauca tiene un rendimiento entre normal y deficitario, mientras la Región Caribe presenta un panorama hidrográfico grave, debido a los asentamientos humanos que están por el orden del 70 por ciento de la Población Colombiana, quienes sustentan su economía en las fuentes hídricas y por ende a la contaminación generada, las demás Regiones cuentan con el 30 por ciento de la población y su oferta de agua es abundante, con excepción de la Cuenca del Catatumbo que tiene baja disponibilidad de este elemento, según estudio realizado por el IDEAM.

   Contaminación en Ascenso

La problemática del Agua, procede de la alta contaminación, generada por la inconsciencia del ser humano. La Contraloría General de la República estableció 6 problemas ambientales tales como, Alta Presencia de Sedimentos por Deforestación y Deterioro de los Suelos, Alta Contaminación Originada por Aguas Residuales Domésticas, Disposición Inadecuada de Basuras de Origen Doméstico, Alta Contaminación derivada del Uso de Plaguicidas, Alta Contaminación Originada por Aguas Residuales Industriales, Disposición Inadecuada de Basuras de Origen Industrial.

Según Javier Márquez, en su Estudio “El Agua es Vida, El Agua no es Mercancía, Carajo”, esta problemática se agudiza con los procesos de privatización propios de la globalización neoliberal, porque se vuelve un bien comercial, “se monetariza, al darle un valor económico y sería una solución simplista que ayudaría aún más a crecer las ganancias del sector privado trasnacional”.

Por su parte Samir Amín y Francois Tourtart comentan que esto beneficiaría al mercado mundial de consumo y purificación del agua, el cual elevaría a 300 millares de dólares cada año (uno por ciento del PIB mundial),”encontrarían una fuente de provecho inestimable y no explotada suficiente para el mundo de los negocios”. Mercedes Maldonado, Experta en Derecho Urbano concluye “se ha perdido el compromiso real con los más pobres, pues se ha ligado el acceso a la vivienda en condiciones dignas, pero sin construir una gestión de recursos en cuanto a patrimonio, partiendo del ciclo del agua y su relación con la preservación de los suelos y bosques, por el contrario, en aras de la eficacia y eficiencia se ha tendido a convertirlos en mercancía, sujetos a una supuesta regulación por los precios y estándares técnicos, por ende la Ley del Agua propuesta por el Gobierno abrirá las puertas a la privatización del líquido y nos ubicará en la crisis mundial del agua, a pesar de nuestro gran potencial hídrico, por ende habrá inequidad para el acceso a las personas más pobres”.

La Ley cuenta con un lenguaje ambiguo, que otorga el papel principal en la formulación, ejecución, seguimiento y Evaluación de Planes de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica (POMCA) a los Consejos de Cuenca, que tienen carácter consultivo, pero serán determinantes en la toma de decisiones, allí tendrán asiento la agroindustria, Empresas de Servicios Públicos hoy privatizadas y minoritariamente Representantes de las Comunidades Étnicas y Campesinas, su composición será Estatal y Privada, su conformación, funcionamiento y aspectos de gran importancia se delegarán al Gobierno Nacional.

Rodrigo Marín en su Estudio “Estadísticas sobre el Recurso Agua en Colombia, Himat”, considera que no se busca la protección de uso, en condiciones sostenibles y equitativas del elemento agua, tampoco la participación comunitaria y ciudadana, al contrario se busca el aprovechamiento de los sistemas hídricos, antes que procurar su conservación, regulación y sostenibilidad, muestra de ello es el tratamiento que se le da a las Rondas Hídricas, que buscan según el Artículo 83 del Código de Recursos Naturales, Proteger los Lechos y Cauces, pero la nueva Ley, determina estos lugares para actividades de beneficio social o económico temporal o permanente, en donde se pueden construir infraestructuras como senderos peatonales, ciclo rutas y mobiliario urbano, siempre y cuando se integren paisajísticamente al cuerpo de agua y sus zonas aledañas”

Actualmente se aprobó en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes  en primer debate el Proyecto Gestión Integral del Recurso Hídrico, que busca “orientar la planificación y administración del Recurso Hídrico en el Territorio Nacional”, que según sus proponentes pretende asegurar la oferta y abastecimiento de agua en todos los rincones del País, pero inmediatamente salieron partidarios de la iniciativa que consideran que se pondrá por fin orden a la administración del agua en Colombia y opositores que consideran la iniciativa como redundante pues pretende normalizar lo que ya está considerado por las Leyes existentes en el Código de Recursos Naturales Renovables y la Ley 99 de 1993, además de crear un “mico” que permitiría recolectar tributos de Empresas y Ciudadanos que hacen uso masivo del Recurso.

Queda abierta la discusión sobre las implicaciones que traería la Nueva Ley, pero lo cierto es que los seres humanos deberán aprender a convivir armónicamente con la naturaleza y respetar sus principios para mejorar la vida de todos.