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Letonia: TIERRA BÁLTICA DEL BRAWN

Vista nocturna de Riga, la capital de Letonia.

 

 

 

 

Letonia recuperó su independencia de la Unión Soviética en 1991. Situada en la costa del Báltico, es un país de llanuras bajas pobladas de extensos bosques que proporcionan madera para la construcción y la industria papelera. Su territorio abunda en fauna y flora. Letonia también produce bienes de consumo, productos textiles y herramientas mecánicas. El país atrae a turistas de toda Europa.

Letonia, situada en el norte de Europa, tiene una superficie de 64.480 Km2, con lo que se encuentra entre los países considerados pequeños.

Letonia, con una población de 2.039.000 personas, es uno de los países menos poblados del mundo y presenta una moderada densidad de población, 32 habitantes por Km2.

La población se compone de un 59% de habitantes de etnia letona y un 29% de etnia rusa, y más de un tercio vive en la capital. Riga, fundada en 1201, cuenta con 730 000 habitantes y es la mayor ciudad de los tres Estados bálticos. Su estatua de la Libertad tiene una altura de 43 metros y es uno de los monumentos más altos de Europa.

El Parlamento letón, la Saeima, se compone de una sola cámara de 100 escaños, cuyos miembros son elegidos cada cuatro años por sufragio universal. El Presidente es elegido por el Parlamento, también cada cuatro años.

Entre los letones más conocidos figuran el pintor de expresionismo Mark Rothko y el compositor contemporáneo Pēteris Vasks.

CAPITAL CULTURAL

Riga, la capital de Letonia, se encuentra situada a orillas del mar Báltico, cerca de la desembocadura del Dvina Occidental (en letón Daugava) en el golfo de Riga. Es la ciudad más grande de los estados Bálticos y el mayor centro cultural, educativo, político, financiero, comercial e industrial de la región. Los turistas la denominan la “París del este” por la cantidad de atractivos turísticos y cafés sobre las calles.

El centro histórico de Riga fue declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en virtud de sus edificios de Art Nouveau y por la arquitectura que se conserva del siglo XIX. Gracias a su riqueza histórica y arquitectónica, así como a su gran vitalidad cultural, coexisten casas habitadas y torres de iglesias procedentes de la Edad Media.

 Accesible al gran turismo gracias a la llegada de las aerolíneas de bajo coste, el casco antiguo de Riga se puede recorrer a pie y descubrir su infinidad de bares y restaurantes. A la parte nueva de la ciudad se puede llegar fácilmente gracias a su moderna y eficiente red de tranvías y autobuses.

La lengua oficial es el letón, pero el 40% de sus habitantes son rusos, y no sólo de origen sino que tienen dicha nacionalidad como única, por lo cual debido a que éstos no saben, o si saben no quieren hablar letón, el ruso se convierte en una lengua prácticamente cooficial.

La mayor parte de los letones son protestantes, de la fe evangélica luterana, mientras que los rusos son ortodoxos. Existen también muchos problemas entre rusos y letones. Los letones no soportan a los rusos, tengamos en cuenta que la ocupación rusa finalizó en el 1991 y aún hoy día los letones se ven obligados a hablar en ruso diariamente en su país porque estos no quieren aprender letón.

LA COCINA ESTONA

La cocina de Estonia se adecua a la situación geográfica del país. Las estaciones determinan las preferencias culinarias de los estones. Durante el invierno se prefieren las sopas espesas y estofados, morcillas y brawn. En el verano, los pescados de temporada y los frutos del bosque.

La situación geográfica de Estonia determina los distintos aspectos de su gastronomía, los hábitos alimenticios, las formas de prepararlos, los ingredientes, entre otros.

Las estaciones determinan las preferencias culinarias en Estonia. Durante el invierno se prefieren el sauerkraut y los asados, brawn y morcillas, las sopas espesas y los estofados. En el verano se decantan por las frutas y vegetales frescos.

El pan negro de centeno es infaltable en las mesas de Estonia. En el norte, es tradicional la cerveza de malta ligera y en el sur la cerveza ligera de cebada y centeno. En la primavera se toma savia de abedul. La cerveza es una bebida tradicional en Estonia, su elaboración representa un negocio importante para los pobladores.

En 1740 se introdujo el cultivo de patatas en los jardines. Para 1900, patatas constituían el alimento básico en la gastronomía local.

El café llegó a Estonia a fines del siglo XVIII y desde ese momento se convirtió en un acompañante permanente en la cocina.

¿Qué pedir entonces? Un buen pablo es la ensalada de patatas con remolacha, brawn –carne picada en gelatina–, pasteles de martes de carnaval.

Leib: pan negro. Es indispensable en una mesa para acompañar los platos y la sopa, especialmente.

Kartulid: patatas. Se han convertido en un alimento típico de la cocina estona.

Kotlet: hamburguesa con cebolla.

Verivorst: morcilla de Estonia. Son salchichas elaboradas con sangre. Alimento tradicional en Navidad.

Sült: carne gelatinosa compuesta por las manos del cerdo.

Kohupiim: queso blanco grumoso que suele utilizarse para pasteles y pastas.
Kringel: pan dulce de estilo alemán con pasas y almendras. Tradicional de los festejos de cumpleaños.

Hapukoor: parecido al requesón. Se utiliza para adornar comidas, postres y también como bebida.

Algunas de las marcas de cerveza que se producen en Estonia son Saku y A. le Coq.

Monumento a la libertad.Vista del puente del Ferrocarril desde la iglesia de San Pedro.