Desde el año 2016, el polisario ha multiplicado estos actos peligrosos e intolerables en esta zona tampón, en permanente violación de los acuerdos militares.

El pasado viernes 13 de noviembre, Marruecos decidió actuar, en el respeto de sus atribuciones, en virtud de sus deberes y en perfecta conformidad con la legalidad internacional, para poner fin a la situación de bloqueo en la zona de amortiguación de Guergarat, en el Sahara marroquí, cerca de la frontera entre Marruecos y Mauritania, y así restablecer la libre circulación civil y comercial.

Esta situación prevalece desde el 21 de octubre, cuando las milicias del polisario, grupo separatista armado, apoyadas por Argelia, se introdujeron de manera ilegal en esta zona donde llevan a cabo actos de delincuencia, a la vez que bloquean la circulación de personas y mercancías, intimidando continuamente los Observadores Militares de la «Minurso» (Misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental).

Estos actos premeditados de desestabilización realizados por los separatistas del polisario, violan indudablemente los acuerdos militares y suponen una amenaza real para la sostenibilidad del alto el fuego, establecido desde 1991 y constituyen una flagrante violación de las Resoluciones 2414, 2440, 2468, 2494 y 2548 del Consejo de Seguridad, en las que el Órgano Ejecutivo de la ONU había expresado sus preocupaciones en cuanto a la presencia del polisario en la zona tampón y le había exigido que se abstuviera de realizar cualquier acción desestabilizadora que pudiese socavar el impulso del proceso político.

Desde el año 2016, el polisario ha multiplicado estos actos peligrosos e intolerables en esta zona tampón, en permanente violación de los acuerdos militares y en desafío a los llamamientos al orden lanzados por el Secretario General de las Naciones Unidas, el señor António Guterres.

Recordemos que frente a esta situación, el Secretario General de la ONU, llamó en tres ocasiones a la preservación de la libertad de circulación civil y comercial en esta zona, mientras que el polisario no oculta su voluntad de torpedear la legalidad internacional, a través de sus apelaciones a la guerra y su abierto acto de desprecio hacia los llamamientos del Secretario General y la MINURSO, atacados permanentemente por los separatistas.

Desde el comienzo de esta situación, Marruecos había alertado e informado inmediatamente de estos graves acontecimientos, al Secretario General de las Naciones Unidas y a los altos responsables de las Naciones Unidas.

El país también dio todo el tiempo necesario y suficiente a la Comunidad internacional, en particular a la ONU, con el fin de hacer entrar en razón al polisario y a sus aliados, para evitar una innecesaria escalada que la región no necesita. Sin embargo, los llamamientos de la Minurso y del Secretario General de las Naciones Unidas, así como las intervenciones de varios miembros del Consejo de Seguridad fueron lamentablemente, en vano.

Es por ello que Marruecos, quien siempre ha defendido el mantenimiento del estatuto quo en la zona tampón para preservar y consolidar la paz y la estabilidad en la región, ha decidido, así, actuar conforme a sus derechos y deberes, con el objetivo de poner fin a las actuaciones irresponsables del polisario, en el marco de una operación no ofensiva y sin ninguna intención bélica, que consiste en la instalación de un cordón de seguridad para proteger el paso fronterizo de Guergarat y asegurar, de esta manera, el flujo constante de bienes y personas, conectando Marruecos a Mauritania.

Es importante señalar que esta operación, se llevó a cabo conforme a reglas claras de compromiso, desarrollándose sin ninguna confrontación con la población civil y sin ningún derramamiento de sangre. Asimismo fue apoyada ampliamente por la comunidad internacional, a través de reacciones de varios países, dando fe de la legitimidad de las medidas tomadas por Marruecos para defender su soberanía y su integridad territorial y condenando, al mismo tiempo, las repetidas provocaciones del polisario y de sus milicias.

Marruecos, quien siempre ha defendido el mantenimiento del estatuto quo en la zona tampón para preservar y consolidar la paz y la estabilidad en la región, ha decidido, así, actuar conforme a sus derechos y deberes, con el objetivo de poner fin a las actuaciones irresponsables del polisario.Desde el 21 de octubre, cuando las milicias del polisario, grupo separatista armado, apoyadas por Argelia, se introdujeron de manera ilegal en esta zona donde llevan a cabo actos de delincuencia, a la vez que bloquean la circulación de personas y mercancías.