Opinión

Editorial: EL CAMBIO ES NECESARIO 

EL CAMBIO ES NECESARIO 

Colombia cada día se levanta con una sorpresa. Ahora descubrimos que la mafia de la política tiene su propio cartel: el cartel de la política, a través del cual empezaron los negociados para incluir en las listas al Congreso. Otros pasan a sostenerse después de haber «coronado» su propósito.

Esa clase de tráfico no sucede en un país civilizado, sino en Colombia, donde las prácticas mafiosas se han impuesto en todos los sectores, donde tienen a su servicio a un sinnúmero de aliados en las instituciones.

La ambición de las mafias de llegar al Congreso tiene un solo propósito, asaltar las finanzas públicas, apodarse de las tierras, entregar los recursos naturales a multinacionales y empresas nacionales para la explotación de los mismos, previo el pago tradicional (coima).

Es un deber para los colombianos escoger con lupa los candidatos que aspiren y puedan prestarle un servicio a Colombia y sus habitantes. Llegó la hora de rechazar las mafias políticas que nos han encaminado a la miseria.

Para nadie es un secreto como se hace la política en Colombia. Como las instituciones de todo orden, nacional, departamental y municipal, además de dineros del narcotráfico patrocinan candidatos que ni siquiera por su mente les ha pasado servir a los colombianos.

Colombia protagoniza sucesos en el ámbito internacional que lo avergüenzan ante el orbe. Los hechos repetitivos nos han puesto como parias ante los humanos del resto del mundo. Como el de elegir al presidente del país, que se encuentra a órdenes de quienes lo patrocinan convirtiéndose de paso en el  burlesco de buena parte de la población, además de disparar a niveles increíbles la corrupción estatal.

Los colombianos que habitamos este país y los compatriotas que habitan en otros países aspiramos a tener un país con un buen nombre, entre la comunidad internacional, no un país pario; como lo están cultivando algunos delincuentes incrustados en los mandos del Estado.

Llegó el momento de empezar cambiando a la podredumbre de la mayor parte de la clase política, para evitar la inviabilidad del país que está llegando  a ser un Estado en poder de los narcos, corruptos y violadores de los derechos humanos y criminales de lesa humanidad.