Internacional, TOP

Visita a Primicia Diario: MI ESTANCIA EN COLOMBIA FUE UN APRENDIZAJE

Visita al Museo Militar en el sector histórico de La Candelaria, Bogotá- Colombia.

 

 

 

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

Corresponsal Cuba

Tengo que confesar que visitar Colombia nunca estuvo en mis proyectos de viajes, pero cuando el periodista Víctor Hugo Lucero Montenegro, director de Primicia Diario, editada en Bogotá, me cursó la invitación tampoco dudé ni un segundo en aceptar.

Colaboraba con frecuencia en esa publicación sobre temas de patrimonio arquitectónico y natural, entre muchos otros e inmediatamente el periplo por la tierra colombiana se incluyó en el intercambio cultural con otras naciones que propicia la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Primicia, quien me abrió las puertas a Colombia, precisamente el lunes 22 de febrero de este 2021, publicará la Edición Especial 1000, una publicación que distingue por su variedad de tema y apagada a la verdad. Primicia es la voz incluso, de quienes no tienen voz.

Laboraba entonces como periodista en la Agencia Latinoamericana de Noticia Prensa Latina en Camagüey, aunque viajaba en representación de la vanguardia artística de la isla para disertar en torno a la cultura de la mayor de las Antillas, el patrimonio y la radio comunitaria.

Corría el mes de junio de 2013 cuando arribe al Aeropuerto Internacional de Bogotá y como el vuelo de Cubana de Aviación llegó atrasado.

La taxista colombiana María Teresa Martínez se percató que busca entre las personas que esperaban a los viajeros a alguien y no dudó en preguntarme.

–Necesitas información

–Sí, le contesté.

María Teresa me sugirió visitar la Catedral de Sal y otros sitios de Bogotá, en el que no, podía faltar la Casa Museo Quinta de Bolívar, una sencilla edificación de arquitectura colonial situada en la localidad de La Candelaria.

El inmueble además de su valor patrimonial es conocido principalmente por haber servido como residencia de Simón Bolívar en la ciudad de Bogotá, capital del Nuevo Reino de Granada, y tras la independencia de la Gran Colombia.

Desde el primer día en Colombia percibí la admiración que sienten los habitantes de ese bello país por Cuba.

Al siguiente día me encontré con Víctor Hugo y me propuso un amplio programa, entre el que destaca una comparecencia televisiva de un espacio de temas político que conduce el escritor y periodista Gerney Ríos González. Fue un intercambio respetuoso que devino diálogo con un jurista y este servidor.

Conocí a muchas prestigiosas personalidades del ámbito político y cultural de Colombia de distintas tendencias y todos, sin excepción expresaba la admiración y solidaridad con el heroico pueblo cubano y su resistencia.

Una madrugada fría el periodista Ríos González vino por mí para un recorrido por el departamento de Tolima, para intercambiar con varios grupos de estudiantes incorporados a disímiles diplomados. Antes había conversado en la sede de los Comunicadores. Me sentía como en casa.

Emprendimos el periplo por carreteras peligrosas desde el norte de la ciudad de Bogotá (más de nueve millones de habitantes), hasta los municipios de La Vega y Guaduas, al noroccidente del departamento de Cundinamarca.

Durante mi estancia en Colombia tuve el privilegio de asistir a la premier en la ciudad de Bogotá del largometraje documental La eterna noche de las Doce Lunas, un filme de 87 minutos de duración de la realizadora Priscila Padilla.

La película asumida por Doce Luna Producciones se caracteriza por una excelente fotografía de Daniela Cajías y Viviana Gómez Echeverry, con música original de Dany Rubio y Sol Okarina. Su equipo, desde el año 2008 comenzó a investigar y filmar con protagonistas reales.

El personaje principal lo interpreta Filia Rosa o Pili, una niña Wayúu en plena pubertad, que hace parte de la ranchería Karequishimana, ubicada en el municipio de Maicao, en la península de La Guajira, al norte de Colombia, y en costas del Mar Caribe.

Conversé con la directora y algunos de su equipo realizador, al igual que con su protagonista principal.

Priscila Padilla y todo su equipo asumieron con entusiasmo el reto de contar la historia de Pili, la niña Wayúu que, tras desarrollarse, debe seguir con la tradición que su familia ha guardado por más de doscientos años.

«Yo quería contar a través de una niña cómo se daba ese proceso, y mostrarle al mundo cómo esta práctica cultural, que la gente piensa que no existe, es una herramienta de reflexión, donde la mujer empieza a conocer su cuerpo, y a asumir el papel que la mujer Wayúu representa en su comunidad».

Mi estancia en Colombia fue un gran aprendizaje. De Colombia guardo hermosos y memorables recuerdos. Algún día regresaré a esa tierra «de tu belleza infinita…»

El desaparecido cantante cubano Polo Montañez, plasmó ese amor a Colombia al componer su melodía, incluida en su Álbum Guitarra mía:

Colombia que linda y buena

Bogotá, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena.

Colombia me enamoré

De tu belleza infinita

Que el corazón me palpita y se me pone al revés

Lo cierto es que me llené

De encanto con tu hermosura

Te pareces tanto a Cuba

Que nunca te olvidaré

Permíteme que te cante

Por lo bonita que eres

Sobre todo tus mujeres

Bellísimas y elegantes,

Soy uno de sos cantantes

Que adora tus maravillas

Cantándole a Cartagena, Santa Marta, Barranquilla.

Me voy a quedar con ganas

Y con tremenda alegría

De regresar algún día

A esta tierra colombiana

Y cuando llegue mañana

Allá a mi Cubita buena

Recordaré a Cartagena

Que es igualita a La Habana.

Mi llegada a Colombia, reunión periodística con el director de Primicia Diario, Víctor Hugo Lucero Montenegro y la jefe de editores Catherine Rodríguez.