Brahim Ghali, líder del grupo separatista del Polisario

El líder del grupo separatista del Polisario, Brahim Ghali, fue ingresado de urgencia,  al hospital español San Pedro de Logroño. Ghali fue trasladado a España a bordo de un avión médico fletado por la presidencia argelina, acompañado de un equipo médico argelino.

Por ser objeto de varias denuncias presentadas ante los tribunales españoles y los procesos ante la Audiencia Nacional de Madrid por crímenes de lesa humanidad, secuestros y torturas, Brahim Ghali habría llegado a España, según la prensa de este país, bajo una identidad argelina falsa con el nombre de Mohamed Ben Battouche para evitar comparecer ante la justicia española.

En concordancia con varios medios, su ingreso a España pudo ser posible tras la intervención del presidente argelino ante el Gobierno español, y la obtención de la garantía de que no sería investigado por la justicia del país ibérico. Inicialmente, Argelia intentó que fuera trasladado a Alemania,  petición a la cual el gobierno alemán se negó.

Por su parte el Gobierno español confirmó que el líder de los separatistas del Polisario de 73 años se encuentra en España por «razones estrictamente humanitarias para recibir asistencia médica».

Tras confirmarse la noticia del traslado de Brahim Ghali a España, los abogados de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos «ASADEDH» presentaron una denuncia ante los tribunales españoles para la reapertura del caso y para que se le cite como investigado para ser interrogado por los graves delitos de lesa humanidad que se le imputan.

Ghali tiene una investigación abierta desde 2016 en la Audiencia Nacional, instancia que le había citado  en calidad de investigado por la comisión de delitos de genocidio, asesinato, tortura y desapariciones cometidos contra la población saharaui, a la cual nunca acudió y desde entonces no ha vuelto a España.

Cabe recordar, en este sentido,  que la ASADEDH había puesto ante la Audiencia Nacional de España una denuncia contra 23 dirigentes y miembros de la seguridad militar del Frente Polisario y cuatro altos cargos de la inteligencia argelina, responsables de  graves violaciones de los derechos humanos.

Esta investigación había inició en el 2012 cuando la Audiencia Nacional admitió a trámite en una querella interpuesta por la ASADEDH, contra los delitos de genocidio, tortura, asesinato, detención ilegal, acoso, desapariciones forzadas y violaciones, cometidos por el frente Polisario contra la población secuestrada en los campamentos de Tinduf, en su mayoría niñas y mujeres.

Al igual que Ghali, muchos dirigentes del Polisario han sido denunciados por graves crímenes contra los derechos humanos, secuestro de personas, desvío de ayudas humanitarias y mantención de cárceles secretas en Argelia, donde mantienen secuestrados a disidentes políticos de su propia organización.