Ultimo acto de Corzo como presidente del Congreso. Foto Ángel Vargas
En el cambio de la imagen del Congreso para buscar rescatar la confianza ciudadana, la salida del polémico presidente del Senado Juan Manuel Corzo y del secretario Emilio Otero, fueron los hechos que calmaron la furia de la opinión publica, contra la corrupción en el poder legislativo.
Corzo, con su torpe administración es la más negativa imagen que en la historia del Congreso un legislador ha alcanzado. Mientras que en la parte de corrupción según algunos funcionarios del legislativo el saliente secretario Otero, sin lugar a dudas fue un símbolo.
La opinión publica aun recuerda las desafortunadas y torpes declaraciones de que no tenía como pagar la gasolina de los carros de sus escoltas, así como la iniciativa que pretendia la inmunidad parlamentaria que a la larga sería calificada por las gentes como impunidad parlamentaria.
Pero ademas de su torpeza en la dirección del Congreso, Corzo, ha sido acusado de haber estado involucrado en el carrusel de las notarías, en tráfico de influencias, en parapolítica y de amistades con delincuentes en Norte de Santander.
Juan Manuel Corzo, expresidente del Congreso comenta sin ruborizase que aunque mantiene su cuenta en Twitter, desde hace meses no la lee para no amargarse.
Tarde pero por fin salió de la presidencia ese sujeto, ahora queremos verlo por fuera del Congreso