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Comunicación: ANÉCDOTAS PERIODÍSTICAS

Los radios de los años 60 

 

 

Jorge Giraldo Acevedo
 
Sin lugar a dudas la muerte del locutor Julián Ospina Mercado  es la  máxima  anécdota en la radio de Colombia. El fallecimiento del comunicador fue un hecho demasiado curioso, anecdótico y hasta increíble y  sucedió el día domingo 9 de enero de 1.966, ( hace más de 55 años). 
 
Resulta que en su propia voz  el connotado locutor y animador  Julián Ospina Mercado anunció  al mundo sobre la infausta noticia de su muerte;  es que el mismo Julián  había grabado la presentación de las noticias extras en la cadena radial «Caracol» y  le  correspondió  leer  la información al locutor Eucario Bermúdez Ramírez, quien falleció en Miami, Estados Unidos, el 6 de enero de 2019.

 

Este fatal hecho ocurrió con motivo del accidente de un avión de «Satena», a las 6 y 15 minutos de la tarde en la fecha señalada anteriormente; además del  locutor y animador bugueño Julián Ospina Mercado murió  el destacado  cantante Conrado Cortés. Julián  fue, sin duda alguna, uno de los mejores locutores y presentadores de la radio colombiana por su timbre y admirable voz aún es recordada por muchos colombianos.
 
Ahora les queremos  contar otras anécdotas periodísticas.

Juan Clímaco Arbeláez, protagonizó otro  hecho insólito al fallecer  en 1 992, como consecuencia de un paro cardíaco,  mientras presentaba las noticias en la BBC, de Londres, Inglaterra;  Juan Clímaco es un referente ineludible en la historia de la radio y la locución en Colombia. Se inició en la HJCK, pero también tuvo recordadas incursiones en la publicidad y los programas educativos de Radio Sutatenza.

Una  situación también insólita y desafortunada, ocurrió con nuestro colega y amigo Neftalí Martínez Rusinke, quien se encontraba trabajando con Radio Sutatenza y tuvo que leer la noticia de la muerte de su hermano, quien había secuestrado un avión y pretendía llevarlo a La Habana, Cuba.

Qué decir del extraordinario locutor Marco Aurelio Álvarez quien al pasar laboralmente de «Todelar» a «Caracol», durante la fiesta de fin de año en la sede de los transmisores de la Primera Cadena Radial colombiana en Fontibón, aseveró: «más vale un caracol en la mano que un pájaro volando».

Nunca existirá tiempo para olvidar al periodista antioqueño Guillermo Aldana, otro «negro» de la comarca periodística de Colombia, quien siendo jefe de redacción de «El Espacio» tituló en la primera página «Papa a precio de caviar» y «Coca mete hasta el gato».

Queremos imaginarnos que aún hay tiempo y también espacio para mencionar la anécdota o caso curioso en el que el suscrito, en una de sus andanzas periodísticas de la crónica roja, cubrió una noticia que tituló «Psiquiatra loco mata a su esposa»; el hecho ocurrió hace más de 30 años en el residencial barrio Pablo Sexto.
 

Compartir anécdotas es precisamente aquello que se vive y se hace en las diversas cofradías como la de «Asoexcargot», conformada por extrabajadores y amigos de Caracol secundados por Víctor Julio Niño Gálvez; en la musical de «Asodiscol» que preside el maestro Rosni Portaccio Fontalvo y la de Las Escalinatas del Atrio de Fusagasugá, con la batuta del escritor, locutor y periodista Guillermo González Restrepo y quien,  valga la pena aseverar  en tono jocoso, con su nombre y primer apellido tiene el mayor número de tocayos en Colombia.

Ahora bien, mientras estemos activos en esta viña y no tengamos una enfermedad terminal disfrutemos nuestra existencia, «en vida, hermano, en vida» tal y como lo pregona el poema de la famosa escritora mexicana Ana María Rabatté.