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Novedosa investigación cubana: PREMIO CONCURSOS PATRIMONIO HISTÓRICO FERROVIARIO 2021

 

 

La investigación Tiempo de trenes: hora estándar de los ferrocarriles, del camagüeyano Ricardo Acacio González Benítez, obtuvo el Primer lugar del Concursos Patrimonio Histórico Ferroviario 2021, proyecto que constituye un importante tema y inédito en la bibliografía ferroviaria de Cuba, que ha sido abordado con visión internacional y nacional, tratado con profundidad y profesionalidad.

Al concurso,  convocado por el Museo del Ferrocarril de Cuba, concurrieron 17 obras de diez autores de todo el país en la categoría de la investigación Histórica. Tiempo de trenes constituirá fuente bibliográfica  de la Escuela de Capacitación Ferroviaria de Cuba, para que su contenido se incorpore al plan de estudio como un tema de superación cultural.

González Benítez refiere que la investigación que profundiza en una época en que los habitantes de unas y otras ciudades vivían felizmente ajenos al horario, este transcurría en las tareas cotidianas, el amanecer y el anochecer, la fatiga y el descanso, era la mentalidad común.

Abunda además, que con el triunfo de la Revolución Industrial, y con ella una novedad, la máquina de vapor, contó entre sus primeras aplicaciones, los medios del transporte, no solo ferroviario, sino también el marítimo fluvial.

Precisa que la tracción a vapor usada en las locomotoras para el ferrocarril, fue una de las alternativas modernas que redujo el tiempo de los viajes, llegaron hacer más rápido que cualquier otro medio de transporte anterior conocido, permitía recorrer en pocas horas vastas distancias y ponía en contacto a muchas personas de ciudades muy alejadas entre sí.

En Tiempo de trenes el autor abunda que era difícil la coordinación del tráfico entre ciudades con horarios diferentes, debido a que cada localidad tenía su propio horario de referencia y con ello el riesgo de accidentes que aumentaba a la par de la expansión de la red ferroviaria. Era inevitable el uso de un horario estándar para el ferrocarril.

Sintetiza que diversas fueron las propuestas en correspondencia a los intereses de cada país, muchas acciones se realizaron por las compañías ferroviarias internacionales, lo cierto es que, hasta la actualidad, en el imaginario social los trenes y el tiempo se han unido en una solo categoría por la puntualidad que ha caracterizado la mayoría de los servicios ferroviarios.

Defiende que los británicos, primeros en usar este tipo de transporte público, fueron los que encontraron la solución para el caos horario: «bastaba» sincronizar los relojes de todas las estaciones de una línea, al margen de las distintas horas locales. «La primera compañía en hacerlo fue la Great Western Railway (Gran Ferrocarril Occidental) en el mes de noviembre de 1840.

Ricardo Acacio González Benítez considera en su investigación que el surgimiento del telégrafo, novedoso medio de comunicación, empleado de forma sistemática en el ferrocarril por la velocidad de trasmisión de las informaciones, ofrecía una garantía que hasta ese momento no existía.

Aclara el autor que independiente a todas las medidas adoptadas para garantizar la actividad ferroviaria, la generalización de los relojes de bolsillo convertidos en accesorios imprescindibles para las tripulaciones ferroviarias, se llegó a contabilizar «por la inexactitud en el tiempo en el año 1890 la muerte de 6335 personas y 35,362 heridas en vías férreas americanas».

Puntualiza que entre los grandes accidentes de la historia ferroviaria se encuentra el ocurrido el «19 de abril de 1891 en la estación Kipton, Ohio, en los EEUU., que se conoce por el nombre de la Gran Chatarra Ferroviaria de Kipton o el Desastre de Kipton. La estación de tren contaba con un almacén, dos andenes, suministraba agua y carbón para el ferrocarril, constituía una parada frecuente para la mayoría de los trenes de la Lake Shore and Michigan Southern Railroad (Orilla del lago y Michigan ferrocarril del sur) que cubrían el sur de los Grandes Lagos».