Gerney Ríos González
Hacia qué destinos de perfección se dirige el homo sapiens sapiens es de difícil augurio. La irrupción del Tercer Milenio de brazo con la «tecnología de punta» convirtió el mundo conocido a finales de 1999 en un pequeño pañuelo. La «aldea global», gracias a la informática, permite en un segundo del computador tener al frente al industrial de Yakarta, un científico de Tokio y al teórico de Cambridge en la pantalla. Algo así como tocar en la puerta del vecino.
Al unísono, logística y aprovisionamiento de insumos, aparecen en el tinglado del modernismo por el bienestar del hombre. La producción con calidad se convierte en reto general de las organizaciones empresariales. Todo reclama nuevas infraestructuras y construcción de complejos terminales para dar tránsito al comercio globalizado de la novísima era industrial e intercambio de conocimientos. Grosso modo, es lo planteado por el académico e investigador en sus argumentos hablados y escritos Gerney Ríos González.
Observador del entorno universal, rector de las cátedras, Pacífico, América, Europa, África, Asia, Amazonia y Orinoquia, nos perfila en su documentada pensamiento a un planeta activo, moderno, reducido al espacio comunicativo de inmediato a través de las intrincadas redes de la tecnología informativa.
Para citar ejemplos sobre la importancia de la logística en la aldea globalizada, el académico Gerney Ríos González, trae a colación fábulas animales, de las que aprende el hombre y aplica lecciones en el curso de su existencia. En la búsqueda de la felicidad que parece el fin supremo de sus días el «mono pensante” según Sidmonds Morris, no descansa para perfeccionar los mecanismos seguros que satisfagan sus apetencias espirituales y humanas.
Este nuevo tratadista de la sociología de los negocios, tiene el ingrediente incorporado de la logística como estructura importante en el desarrollo del acaecer comercial entre naciones. La fácil urdimbre de la informática hace posible el milagro del intercambio empresarial y la cadena de proveedores de insumos para la manufactura, fabricantes, intermediarios y consumidor final, ávido de calidad en los productos requeridos.
Ejemplar es el guerrero Aníbal y su relación con la ciencia logística, catalogado el «padre» de esta actividad que se perfecciona en el mundo de los negocios y las empresas. Su hazaña al cruzar los Alpes con elefantes, mulas y miles de guerreros, le dan sitio de magnitud en la historia de la Humanidad.
En la remembranza de los primeros días, el administrador logístico, Gerney Ríos González, nos conduce a los activos ejércitos conquistadores de territorios en la Europa del Medioevo. Así, la logística permitía a esos hombres armados devorar las cosechas de sus enemigos y avanzar en procura de fértiles comarcas. Tropas napoleónicas perfeccionaron la «ayuda para el combate», llevando en retaguardia las vituallas y armamento en carruajes especiales. Se recuerda al noble Michell Le Tellier, inventor de esos transportes y el papel en este campo representado por los ejércitos austriacos.
Las reflexiones de Ríos González, al auscultar las falencias empresariales y de organizaciones nacionales, son serias y conducen a análisis objetivos y certeros. Recomienda la aplicación de pautas geologísticas para emprender con éxito el reto que plantea la globalización de los mercados, a lo cual no puede ser ajena Iberoamérica en el Siglo XXI.
Despreciar el momento histórico planteado puede ser la más descoordinada aventura estatal. Por eso, Gerney Ríos abarca el mundo geográfico de Colombia, con dos ricas costas en el Pacífico y el Caribe, con vocación integracionista, voluntad preservadora de los recursos naturales, su potencial hídrico con ríos navegables cuya recuperación y utilización son urgentes; la existencia de Bahía Málaga, estratégica, como lo son también Tribugá y Tarená, el río Meta, vía de conexión a través del Orinoco venezolano con el Océano Atlántico; los mercados de Corea, China, India, Japón y el mundo asiático que esperan llegar por las aguas del Mar del Sur teniendo de referente portuario y distributivo a Colombia.
Gerney Ríos González es educador por naturaleza y vocación. Treinta años al interior de los claustros universitarios; guía de las asignaturas de economía, logística, ecología, administración, sociología, comunicación y especialmente la formación de líderes empresariales, su más honda pasión.
Ficha emblemática de su generación: Gerney Ríos, obtuvo por concurso de méritos, «Medalla Luís Carlos Galán» de Lucha Contra la Corrupción otorgada por las Comisiones de Ética del Congreso de la República. Siempre al frente de importantes empresas; fundador de periódicos y revistas, no se da tregua en el trabajo propuesto: Nacionalismo puro, aprovechando el talento humano en la formación de profesionales idóneos para el despegue progresista del país en todos sus órdenes académicos, sociales, económicos y políticos.