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Alejandro Gaviria: TENGO MI CONCIENCIA TRANQUILA

Alejandro Gaviria candidato presidencial.

 

 

 

Alejandro Gaviria

Candidato presidencial 

 

 

Esta elección, en medio de una crisis profunda, del descontento y la desilusión, va a ser una disputa entre dos visiones distintas de cambio.
Yo represento una de ellas, la visión de cambio que necesita el país, la visión que une, que plantea una transición entre un pasado ya agotado y un futuro todavía por construir.
Una visión de cambio fundada en las ideas liberales, que defiende la libertad y la dignidad humana, que cree en la libre empresa y que rechaza la criminalización de los problemas sociales. Metiendo a la cárcel a los jóvenes, los campesinos y las mujeres no resolveremos nada. El liderazgo liberal es compasivo por definición.
Una visión, además, progresista que quiere construir oportunidades para los jóvenes, conectando el mundo de la educación con el mundo del trabajo, que aspira acabar con la indignidad de una vejez sin ingresos con una pensión ciudadana para todos, que cree en la paz, en un pacifismo radical, en la paz entendida como equidad territorial, que cree que la seguridad se construye con la gente, no contra la gente. La única presencia del Estado en la periferia de Colombia no puede ser una avioneta tirando veneno.
Y una visión además pragmática, que sabe que hay cosas por cuidar, que las reformas requieren consensos, capacidad de unir las distintas fuerzas políticas, que el cambio requiere, además, conocimiento, estudio. Para resolver los problemas hay que entenderlos de verdad. La improvisación no resuelve nada.
Ese cambio liberal, progresista y pragmático es el que necesita Colombia. El cambio que une. Dividir para ganar es un error. Dividir el mundo, por ejemplo, entre las mafias de un lado y los honestos y conscientes del otro supone de antemano que los contradictores son enemigos. No hay nada más alejado del centro político que esta idea.
Confiar en la gente es clave. Aquellos que presumen que todos los políticos son corruptos, muchas veces terminan aumentando la corrupción. Transmiten la idea de que nos enfrentamos a un fenómeno generalizado y por lo tanto excusable.
Yo creo que participar en esto es un buen ejemplo para la democracia colombiana, nosotros estamos sumidos en la peor crisis de confianza en una generación y yo también estoy dando ejemplo y lo voy a decir claramente: yo tengo mi conciencia tranquila, es el más grande lujo que puede tener una persona. Aquí estoy tratando de aportarle a la democracia.

El próximo presidente tendrá que ser un gran reformador social, tendrá que tener la capacidad de unir, de juntar los diferentes, de promover la paz política, de confiar en los demás y trabajar con todo el mundo. Estoy listo para esa tarea. Vamos primero a ganar la consulta del 13 de marzo de la Coalición Centro Esperanza.

«Yo tengo mi conciencia tranquila, es el más grande lujo que puede tener una persona»: Alejandro Gaviria.