Esta acción, que ha trascendido las fronteras y ha suscitado reacciones a nivel mundial.

Loa trágicos eventos que ocurrieron el pasado viernes 24 de junio en Nador y Melilla han sido deplorados por el mundo entero y, particularmente por Marruecos, que sufre, desde hace varios años, de una presión migratoria, que lo ha convertido en  un país de tránsito, con todo lo que ello significa.

A pesar de todas las informaciones que han circulado en las diferentes redes sociales, es pertinente conocer el contexto y las acciones que generaron dicha tragedia.

En la zona existen, desde hace tiempos, redes mafiosas internacionales organizadas, muy peligrosas que trafican con seres humanos, básicamente en estado de vulnerabilidad, llevando migrantes subsaharianos a Marruecos, sin importar las consecuencias.

En los últimos doce meses, han organizado mínimo ocho ataques violentos y, en este caso específico, una de estas redes, con una estructura jerárquica de líderes ejercitados y entrenados, con los perfiles de milicianos experimentados en zonas de conflicto, se infiltró a través de la frontera con Argelia y, preparó, desde Nador, una entrada forzada a Melilla, provocando una gran estampida, que causó la muerte de 23 migrantes y 76 personas heridas.

Al parecer, según las imágenes difundidas, llegaron armados con machetes, cuchillos, palos y piedras y quisieron atravesar por la fuerza, la barrera policial, que trató de contener la estampida, resultando heridos muchos agentes del orden también.

Esta tragedia, que ha trascendido las fronteras y ha suscitado reacciones a nivel mundial, fue abordada el día de ayer, en el programa «Hoy por Hoy» de la radio «Cadena Ser», por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien abogó, por el apoyo de Marruecos, que sufre las consecuencias del fenómeno de la inmigración ilegal. En dicho programa resaltó que «Marruecos, como país de tránsito, sufre el problema de la inmigración ilegal, y debemos ayudarle a gestionar las mafias del tráfico de personas y a controlar los flujos migratorios», señalando que «los principales responsables de lo sucedido en Nador son las mafias de traficantes de personas, que llevaron a cabo un ataque violento, como demuestran las imágenes que circulan por la web y las redes sociales».

Asimismo, el jefe del gobierno español destacó que «el drama de la inmigración ilegal es complejo, y no podemos contemplarlo desde un solo punto de vista. El fenómeno debe ser analizado desde un enfoque global y transversal»‘, añadiendo que «‘España y la UE están llamadas a incrementar la ayuda al desarrollo a los países de origen y tránsito que sufren este fenómeno y debemos trabajar con estos países, en este caso Marruecos, para dar una respuesta global a un fenómeno tan complejo como la inmigración irregular».

En este sentido, para Marruecos, que siempre ha sido un país de apertura y de dialogo, la política de integración de los migrantes es fundamental y enriquece la diversidad y la vitalidad de la sociedad marroquí.

Tal como Colombia, que tiene una política de puertas abiertas para la migración, Marruecos aplica la Estrategia Nacional de Inmigración y Asilo, que es una política respetuosa con la dignidad y los derechos de los migrantes, así como una política humanista, inclusiva y solidaria. Desde el 2013 se han regularizado miles de subsaharianos en Marruecos y gozan de los mismos servicios de los marroquíes. Hay más de 12.000 estudiantes beneficiados por la cooperación, de los cuales el 90% son becarios de Marrueco. Asimismo, muchos trabajan en diferentes sectores del país y están totalmente integrados a la sociedad marroquí.

Nuestra misión, como periodistas, es darle un contexto a la noticia y abordar los hechos desde su génesis y su evolución. Esta tragedia, que todos lamentamos, pone en evidencia una situación desconocida para muchos y que, desafortunadamente, se repite en numerosos países de diferentes continentes y, pone de manifiesto el actuar de bandas criminales de tráfico de personas y armas que, sin distinción de nacionalidad o religión, tratan a los seres humanos como mercancía para lucrarse, sin importar las consecuencias de sus actos.

Marruecos, que siempre ha sido un país de apertura y de dialogo, la política de integración de los migrantes es fundamental y enriquece la diversidad y la vitalidad.