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HUELLA DE DISCURSOS BIODIVERSOS

Biodiversidad 

 

Gerney Ríos González

Los presidentes José Sarney del Brasil y Virgilio Barco Vargas de Colombia revivieron el Tratado y sentaron una posición, que no obstante a sus grandes lagunas en otras áreas, justificaron sus mandatos.

En su discurso en Manaos, el presidente Sarney señaló: «La Amazonia constituye un objeto de fascinación universal. Su misterio, grandeza y dimensiones míticas han exaltado imaginaciones en todo el mundo; y además codicia».

Desde el inicio de la conformación política de América del Sur, la amazonia ha sido el blanco de la ambición mundial. La tesis de su internacionalización no es novedosa, ni va a desaparecer (ojalá el modelo de desarrollo no lo contradiga). Ella surge y resurge, y adquiere mayores o menores contornos según nuestra capacidad de reaccionar.

Si vacilamos o no tenemos la determinación de mantenerla conservada y soberana, ella será destruida como lo han sido todas las tierras ocupadas por la acción imperial.

Otro de los documentos expuestos fue el de principio de siglo XX, promulgado por el Secretario de Estado norteamericano John Hay, quien decía: «no veo peligro para la soberanía de las naciones americanas, en el hecho de que compañías industriales se instalen para el desarrollo de las tierras que yacen incultas».

Más adelante trae la advertencia: «Documento que ha partido de un poderoso grupo con extensas ramificaciones internacionales, afirma que la amazonia total, cuya mayor área queda en Brasil y abarcando también territorios venezolano, colombiano y peruano, es considerada por nosotros como un patrimonio de la humanidad. La posesión de esa inmensa área por los países citados es meramente circunstancial». Y prosigue: «es nuestro deber garantizar la preservación de la amazonia y de sus habitantes aborígenes, para su disfrute por las grandes civilizaciones europeas cuyas áreas naturales están reducidas a un límite crítico». Cinismo imperial.

En la misma reunión de Manaos, el presidente Virgilio Barco Vargas expresó su perspectiva para la condonación de la deuda externa de los países amazónicos: «Los países industrializados tienen una deuda ecológica con la humanidad que pretenden evadir imponiendo restricciones al desarrollo social y los recursos naturales que están ubicados en las naciones del Tercer Mundo. En menos de dos siglos, el modelo agresivo y devastador de explotación de los recursos naturales en las naciones industrializadas, no sólo arrasó con la fauna y los bosques de Europa y Norteamérica, sino que prácticamente llevó a la extinción a la población indígena y las razas autóctonas».

Biodiversidad intraespecífica (dentro de una misma especie), llamada diversidad genética . Obsérvense los diferentes tipos de maíz y sus granos.