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COLOMBIA POTENCIA GLOBAL

Amazonas el pulmón de la tierra

 

Gerney Ríos González

Colombia es el líder global en luminosidad, el número uno en especies reconocidas de aves y orquídeas, el segundo más megadiverso del mundo por kilómetro cuadrado, con un acumulado de 58.111 variedades llenas de vida y color. Cuenta con dos mares océanos y cinco vocaciones geopolíticas, mega ecosistémicas, estratégicas e hidrológicas como son la amazonia, andina, caribe, Orinoquia y pacífica, regiones que garantizarán la aplicabilidad de la geologística en beneficio de la humanidad en aspectos del suministro de agua potable, energía, alimentos, remedios, -Colombia cuenta con 7.777 variedades de plantas medicinales-, y la salud de los animales en perfecta concatenación con el hombre. La dinámica anterior lleva al homo sapiens sapiens ha cerciorarse de que los bosques, humedales, manglares, páramos y selvas gocen de perfecta salud, potencializando la capacidad de resiliencia de los seres vivos y prevenir pandemias, tipo el coronavirus.

Entre tanto, las naciones industrializadas, exterminadoras de sus bosques en pro de su tecno – economía consignan datos sobre la importancia del ecosistema amazónico, y persiguen con ansiedad sus recursos de petróleo o flora. Varias ciencias intervienen en el estudio del Amazonas: ecología, genética, biología molecular, bioquímica, bioeconomía, biotecnología, economía circular, bioétnica, geo sociología, economía forestal, geopolítica, neurolingüística, bioética y todas ellas tienen un inmejorable
campo de acción en la reserva esencia de la tierra, por la profusión de productos, que la industria y el comercio de las grandes potencias exploran con ambición.

El tratado de Cooperación Amazónica se presenta como esfuerzo autónomo de los Estados que lo constituyen; a nivel regional una respuesta a las pretensiones internacionales de entrometerse en algo que nos es propio: la autodeterminación y soberanía territoriales en la cuenca del Amazonas. Pacto alejado del modelo de desarrollo impuesto: Internacionalización de la Economía.

¿Y cuál es la chispa que suscitó la importancia amazónica a nivel internacional? Simplemente el temor mundial en torno a la destrucción del bosque tropical amazónico por la construcción en el lustro de 2022 a 2027 de 77 proyectos viales en la macro-cuenca, representados en 12.000 km de carreteras primarias que destruirían 2 millones 500 mil hectáreas de la selva más grande del mundo de 2021 al 2040, con
graves consecuencias para el ecosistema. La cuenca amazónica por ser esencia de vida tiene primacía para la conservación de la Tierra porque aloja el 14 por ciento de biodiversidad orbital y acopia 170.000 millones de toneladas de carbono.

Un estudio realizado a partir de 2018 con la intervención de investigadores de Bolivia, Brasil, Colombia y Perú, revelado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos sostiene que, de las 77 carreteras, 40 no cuentan con los medios económicos y destruiría 1 millón 200 mil hectáreas de bosques con pérdidas cercanas a los 8 mil millones de dólares. La devastación más grande resultado de estas rutas la encabeza Brasil, ya que la vía transamazónica de 2.240 km2 acabaría con 562.000 hectáreas de
cubierta forestal, le siguen en arrasamiento, Colombia con los proyectos de la troncal Piedemonte (Los Pozos-La Macarena-La leona) y el Pucallpa-Contamana de Perú, generadores de daños de120.000 y 70.000 hectáreas, en su desorden.

El tratado lo suscribieron los países bolivarianos junto a Brasil, Surinam y Guyana, con la convicción que la deuda externa obstruye no solo el porvenir de la Amazonía sino la integración de América Latina, con una precisión geográfica: la región Amazónica es ligeramente mayor que la cuenca del río Amazonas, con una superficie total de 7.584.421 kilómetros cuadrados, de los cuales 6.3 millones son área forestal.

La selva amazónica representa el 56% del total mundial de bosques latifoliadas y aproximadamente el 3% del área. 22 millones de hectáreas, han sido declaradas zona protegida, a la cual deben sumarse las reservas nativas o indígenas.

En julio de 1993, la descontrolada deforestación amenazaba el futuro de la economía de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, y Venezuela, según un estudio del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA).

El director general del IICA Martín Piñeiro proclamó que en el lustro comprendido entre 1988 a 1993, fueron deforestados 250.000 kilómetros cuadrados en la zona de influencia del Amazonas. Este territorio, en vías de destrucción para servir a la agricultura y la ganadería, equivale a un tercio de Colombia, Perú o Bolivia, la mitad de Paraguay y es más grande que Surinam y Guyana.

Es uno de los ríos más hermosos del mundo, está ubicado en La Macarena, Meta y se llama Caño Cristales. Fotografía por Mario Carvajal.