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¿LEYENDA NEGRA DE LA IGLESIA?

La leyenda negra de la Inquisición es un término utilizado por aquellos autores que creen en la existencia de una imagen fantaseada o exagerada de la Inquisición

 

Hernán Alejandro Olano García.

Vittorio Messori, es tal vez el único autor que ha develado la confabulación en contra de la Iglesia, mediante la cual se ha tramado la leyenda negra que se ha quedado en el imaginario colectivo. Muchas de sus frases, aunque no dejan bien parado a algunos, son la forma de contrarrestar lo que por los errores de la historia se ha dado, por cierto, e inamovible de la mente de muchos, pues el mismo autor italiano decía: «Cortar las raíces siempre es la mejor manera de hacer morir un árbol», precisamente, porque «Jamás el mundo, en nombre de la humanidad, se volvió más inhumano» y, esto se ha dado porque «La caridad no es posible sin la verdad; para nosotros y para los demás»..

No se puede negar que la «leyenda negra» de la Iglesia, «fue creada como propaganda anticatólica y antiespañola por los reformistas ingleses y holandeses que querían quedarse con el poderío marítimo y con América»; es decir, el contenido de la difamación fue realmente de contenido económico, aunque, por otro lado, hasta los 35 años, fray Bartolomé de las Casas empleó los mismos métodos brutales que luego con tanto ahínco denunciaría en sus obras. Ese Bartolomé Casaus, de origen judío, desafortunadamente, fue quien inició con la difamación de la epopeya española en el Nuevo Mundo.

Difamar el pasado es faltarle al respeto a aquella Iglesia militante que nos ha traído la fe; por eso, aclaremos: El codicilo de 1504 que hace parte del testamento de Isabel la católica, consagra el trato que con «justicia y humanidad» debía dárseles a los naturales de América.

Otra leyenda negra es el supuesto sacrificio de Galileo, a lo cual, Messori expresa: «En tierra luterana o calvinista, Galileo no habría acabado su vida en una villa, y huésped de jerarcas eclesiásticos, sino en el patíbulo» y, a mi juicio, esto se deriva de que «En toda periferia urbana, un Dante contemporáneo podría ambientar uno de los círculos de su infierno», ya que la realidad, que se oculta, es que «Galileo Galilei no murió en la hoguera sino en su cama nueve años después de su proceso, por el que únicamente fue condenado a rezar una vez por semana los siete salmos penitenciales. Recibió indulgencia plenaria y bendición del Papa». Galileo nunca fue defensor de la razón contra el oscurantismo radical; al final de sus días escribió: «En todas mis obras no habrá quien pueda encontrar la más mínima sombra de algo que recusar de la piedad y reverencia de la santa Iglesia»; adicionalmente, se nos ha hecho creer que la frase «y sin embargo se mueve», atribuida a Galileo, (la cual fue creada un siglo después de su proceso, en 1757 por el periodista Giuseppe Baretti en Londres), había sido su última sentencia; pero, en realidad, la última frase de Galileo fue ¡Jesús! Que pronunció nueve años después de su condena según relató su hija monja.

Verdades:

  • Durante la Guerra Civil Española de 1936 a 1939, casi 7000 personas entre curas, religiosos y monjas murieron por el simple hecho de ser creyentes.
  • El apartheid sudafricano es una creación típica y teológicamente coherente al calvinismo holandés y su teoría de la predestinación.
  • El lema de la Revolución Francesa culminaba en forma aterradora: <Libertad, igualdad, fraternidad o muerte», fruto de los jacobinos gubernamentales. La <cultura de Estado>, durante la Revolución Francesa, quiso despojar a la gente de sus raíces para obligaría a seguir sus principios, en una especie de <genocidio cultural>; por eso, los jacobinos, durante la Revolución Francesa anticiparon contra los que estaban firmes en su fe, los intentos de <solución final> de los nazis contra los judíos. Dicha Revolución Francesa lo que hizo fue que estructuró un plan sistemático para extirpar dialectos y lecturas locales, consideradas incompatibles con la unidad estatal y la uniformidad administrativa. Y, como consecuencia posterior de la Revolución: «Quizás ningún déspota perjudicó tanto a la comunidad eclesial como Bonaparte».
  • El presupuesto de toda la Iglesia católica es mucho menor que el del solo Parlamento Italiano. Quienes hablan con indignación de los tesoros de la Iglesia, desconocen las exorbitantes cifras que aportan a sus comunidades los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, los Testigos de Jehová o la Iglesia de Unificación de Sun Moon.
  • Entre 1509 y 1559, el periodo de conquista entre la Florida y el estrecho de Magallanes, los españoles no fueron más de quinientos
  • Espero que el balance presentado, ayude a aclarar lo que se ha querido y que Messori señala así: «Debéis reaccionar en nombre de la verdad», pues la verdad es que: «La declaración de deberes Humanos es el Decálogo de la Iglesia».
  • Isabel I de Inglaterra en muy pocos años de reinado causó más víctimas que la Inquisición española y romana.
  • La independencia no fue más que un <movimiento de liberación>, pero sólo para blancos privilegiados.
  • Los emperadores romanos buscaban en España a los soldados de absoluta confianza que formaban su guardia personal y que eran los únicos por los que no temían ser traicionados.
  • Lutero fue quien más veces repitió «se colocaría fuera del cristianismo quien afirmara que la Tierra tiene más de seis mil años».
  • Más que como usurpadores, los ibéricos fueron saludados en muchos lugares como libertadores de los pueblos oprimidos por los aztecas y los incas. Toda civilización es fruto de una mezcla que nunca fue pacífica.
  • Mujeres y esclavos para el Corán no pueden y no son iguales a quien es hombre y libre.
  • Para los comunistas, España significó la derrota de los años treinta del siglo XX.
  • Tomas de Torquemada de origen judío y confesor real de Isabel la católica, fue el primer organizador de la Inquisición.

Queda mucho por hacer para recuperar la identidad: «La Universidad de Lima, en 1596, inauguró la cátedra de quechua, la «lengua franca» de los Andes»

Cerramos con esta otra frase de Messori: «Justicia para el futuro es respetar los derechos de los que vendrán después de nosotros».

No se puede negar que la «leyenda negra» de la Iglesia, «fue creada como propaganda anticatólica y antiespañola por los reformistas ingleses y holandeses que querían quedarse con el poderío marítimo y con América»